Las mentiras y los odios han separado a dos familias por una generación.
Los Montero y los Santelmo son familias enemistadas por rencores del pasado, pero en medio del odio surgirá el amor entre cuatro jóvenes que deben odiarse solo por el lazo sang...
GRACIAS A QUE COMENTARON MUCHO EN EL CAPÍTULO DE AYER, AQUÍ LES DEJO OTRO CAPÍTULO MÁS.
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Bajo la luz de la luna y en frente de la "fuente del amor", Camilo y Arturo continuaban besándose apasionadamente... el doncel se aferraba al cuello de su amado, en tanto que el varón lo sostenía de la cintura, apretándolo contra su cuerpo.
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Una vez que el frenesí del beso terminó, Arturo pegó su frente con la del rubio y le dijo: temía tanto que no llegaras, que ocurriera algo de último momento y te impidiera venir...
Rozando su nariz con la del apiñonado, Camilo respondió: y yo tenía miedo de no encontrarte... de llegar aquí y que ya te hubieras marchado, que no siguieras esperándome...
Sonriendo y mirando a los ojos del bello doncel, Arturo replicó: he esperado tanto por ti, que me habría quedado toda la madrugada si fuera necesario... pero ahora ya estamos juntos... ¡juntos! y ni tu padre, ni nadie va a poder separarnos... mañana nos casaremos y estaremos juntos para siempre...
C: oh, Arturo, eso es lo que más deseo, pero no puedo dejar de sentir temor... pienso que algo podría pasar y...
El varón negó con la cabeza: no seas pesimista... confía en mí y en que todo va a salir bien... y ahora vámonos, aquí hay mucho viento... dejé aparcado mi carro en la esquina, ven conmigo...
Arturo sujetó la mano del doncel y juntos abandonaron el parque... ambos se subieron al carro, el ojinegro lo puso en marcha, alejándose velozmente del lugar.
Media hora más tarde, Camilo y Arturo llegaron a un hotel de Valladolid... el varón se bajó del auto y le abrió la puerta al pelirrubio.
