Taehyung miró su reloj, alzó una ceja y luego miró la puerta del elevador del edificio. Sus cejas se fruncieron con confusión al notar lo raro que era, y de pronto, las puertas de abrieron con un "din don", el bicolor estuvo a punto de decir algo al reconocer la cabellera verde, sin embargo, guardó silencio y alzó su ceja de nuevo cuando notó que el Omega pecoso caminaba despacio hacia el interior del piso.
—¿Pero qué rayos te...? No me digas que... —Taehyung se quedó en silencio, miró como Jimin caminaba cojeando un poco hacia su oficina sin dirigirle la mirada siquiera, aún así, el bicolor pudo oler el aroma satisfecho y ver sus mejillas levemente sonrojadas.
Bueno, al menos si mataban al pecoso ahora iba a morir feliz.
Pero tenía un poco de curiosidad y quería saber algunos detalles de la razón por la cual lo habían dejado así.
Con eso en mente, Taehyung siguió a su amigo y cerró la puerta con seguro para tener una charla sin interrupciones.(...)
De vuelta al sábado...
Uno, dos, tres, cuatro, cinco...
Jimin sentía su trasero arder, caliente y de una forma que parecía que se estaba quemando, ya no podía más, se quería correr, quería simplemente desplomarse sobre las sábanas y dejar que su cuerpo tuviera la liberación que tanto necesitaba.
Sentía el vibrador encendido y haciéndolo retorcerse ante la sensación, también sentía las bolas chinas cada vez que se contraía por dentro. El cinturón golpeando contra su trasero hacía un ruido sordo cada vez, y un azote en particular no pudo evitar hacerlo correrse.
—¡Jung-Kookie!~ —Jimin gimió tembloroso arqueando su espalda con fuerza, se corrió chorreando todo debajo suyo y al tratar de estirar sus brazos atados hizo que la cadena se pusiera tensa contra su cuello, el collar le hizo quedarse levemente sin aire y jadeó aún más por ello.
—Mal mommy, muy mal, apenas llegaste al azote número ocho, me decepcionas —Jungkook sonó como si de verdad estuviera decepcionado de alguna forma, pero tenía una sonrisa de malicia en el rostro que decía todo lo contrario—. Mommy merece un castigo por no cumplir con lo que se le pidió.
Jungkook acomodó al pecoso abriendo sus piernas para alzar bien su trasero, sacó sin cuidado las bolas chinas y las dejó a un lado. Jimin sollozó y gimió casi sin voz, pudo respirar un poco cuando el vibrador al fin fue sacado de su coño deseoso, sin embargo, algo más grande lo invadió al instante.
Era un dildo grande y grueso, quizás no tanto como la polla del alfa, pero era lo suficiente como hacerlo jadear y gemir con sus movimientos, aparentemente era uno de esos consoladores que tenían vibración pues el rubio lo encendió y el Omega sintió como todo su coño se llenaba con las sensaciones haciéndole una sobreestimulación.
—¡J-Jung-Jungkook! ¡Y-yo no pued-do!~ —Jimin se retorció y quiso moverse, pero el agarre que tenía el alfa sobre su cuerpo era demasiado fuerte y no lo dejaba mover.
Las manos cálidas de Jungkook masajearon sus glúteos adoloridos, eso le dio un alivio momentáneo, aunque fue una falsa sensación de seguridad, pues el alfa separó sus nalgas y estiró su agujero rosado con sorna. Jimin abrió sus ojos con horror cuando sintió como su estrecha entrada trasera era llenada por una gruesa y dura carne caliente.
—¡A-ah! —el pecoso dejó escapar un grito ahogado, agradecía mucho que el rubio se haya puesto más lubricante sobre su polla porque sino la introducción no hubiera sido tan fácil.
—Es la primera vez que me voy a follar un culo como el tuyo, Mommy —Jungkook no se detuvo hasta que su pene estuvo dentro del Omega por completo—, no sé si soy el primero haciéndote esto, pero la verdad eso no importa un carajo. Bien sabias que yo no aceptaba quejosos conmigo en la cama, ¿No?
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𝐒𝐔𝐆𝐀𝐑 𝐌𝐎𝐌𝐌𝐘 ━━━ 𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡
Romance❁ 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍 ❁ 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋𝐈𝐙𝐀𝐃𝐎 Park Jimin tiene 35, es asquerosamente rico y más solitario que un cactus en el desierto, se podría decir que seco e igual de caliente también. Jeon Jungkookse metió en un problema a causa de una borrachera y...