Capitulo uno: paranoia.

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Seungmin llevaba días notando a su papá raro. Casi no le hablaba y se la pasaba borracho la mayor parte del día, incluso una vez mencionó algo sobre irse a vivir al extranjero, pero Seungmin no entendía lo que sucedía.

—te quiero tanto Seungmin...—su padre lo sacó de sus pensamientos. Era como la quinta vez que se lo decía en esa semana.

—¿sucede algo?—preguntó.

—no—sonrió nervioso—solo, quería que lo supieras.

Su padre se levantó de la mesa sin tocar un bocado de la comida que Seungmin había preparado. Desde que su mamá desapareció, él y su papá estuvieron solos, siempre apoyándose mutuamente. Siempre mantuvieron la esperanza de que ella estuviera bien. Y claro que la habían buscado sin descansar, pero la policía había cerrado el caso simplemente. Sin explicaciones ni nada.

Seungmin suspiró y levantó la mesa, se sentía cansado y un tanto abrumado por la falta de comunicación con su padre. Después de limpiar todo, se fue a su habitación.

Tenia una extraña sensación en su pecho, como una sensación de estar siempre en alerta. Hace una semana atrás comenzó a sentirse observado, al salir del colegio sentía que alguien lo seguía, siempre sentía miradas en él, pero creyó que eran cosas suyas, siempre observaba a todos lados y no había nadie prestándole atención. Incluso Jisung, su mejor amigo, le había llamado loco cuando le mencionó que había visto a uno de los hombres más buscados de Corea; Hyunjin.

Hyunjin era conocido por ser la mano derecha de Bang Chan. Se decía que si lo veías cerca era porque estabas en problemas, todos sabían eso. Y Seungmin estaba seguro de haberlo visto días atrás.

Cerró sus ojos y trató de alejar todos esos pensamientos de su cabeza, no había razones para que un mafioso tan peligroso lo buscara a él. Así que podía relajarse y seguir su vida. Mañana tenía un examen muy importante y era en lo único que debía concentrar su mente ahora.

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—buenos días padre—saludo Seungmin.

Ya era el día de su examen y se alisaba para ir al colegio. Sentía la necesidad de quedarse en casa bajo su cama, pero no tenía razones para sentirse así. Por lo que ignoro su mal presentimiento y continuo con su día.

—Minnie cariño—su papá se acercó a él y lo abrazó con fuerza—mucha suerte hoy.

Seungmin supuso que se refería al examen así que le agradeció mientras tomaba su mochila.

—yo prepararé la cena—informó Seung con una sonrisa que trataba de esconder sus recientes nervios.

Kim SeungHyun solo le sonrió y lo despidió en la entrada de la casa. Observó como Seungmin se alejaba mientras una camioneta chevrolet suburban blindada de color negro seguía a su hijo por detrás. Supo que no volvería a verlo.

Su hijo correría con la misma suerte que su esposa.

Caminó en dirección a su habitación y de un cajón sacó una bolsita con polvos blancos. Tenía que pensar en algo rápido por que sus preciadas drogas se estaban acabando y ya no tenía a nadie más para ofrecer.

Colocó un poco de polvo en la mesita de noche y con una tarjeta formó una delgada línea que pronto fue aspirada por su nariz, sintiendo su cuerpo relajarse al instante y sus pensamientos desvanecerse para darle lugar a la euforia y a la satisfacción. Aspiró varias líneas más hasta que su cuerpo se relajó lo suficiente para quedarse dormido, sin ningún pensamiento en su cabeza.













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VIVIENDO CON UN MAFIOSO | ChanMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora