Capitulo nueve: el matadero

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Ya era otro día, gracias a Jiyu -la anciana- Seung podía mantener un calendario mental, ya que en la habitación donde se encontraba no había ventanas donde pudiera saber si era de día o de noche por si solo.

—jovencito—habló la anciana, quien cargaba con ella un tazón de frutas.

—Jiyu...

—el joven Chan no se encuentra y quise traerle un poco de fruta, debería alimentarse bien.

—Jiyu ¿pu-puedo preguntarle algo?

—puede hacerlo, otra cosa es que yo pueda responderle.

Seungmin suspiró mientras tomaba una uva verde y la llevaba a su boca.

—¿me vendieron nuevamente?—preguntó, pues durante la mañana le cambiaron las sábanas y entraron a limpiar la habitación y nuevamente le dieron un baño frío, la diferencia es que ahora había un pequeño calefactor en la esquina.

Jiyu suspiró—y-yo no debería decirlo...

—¿entonces eso es un si?

—joven...mi vida le pertenece al joven Bang Chan, si él no me pide avisarle, yo no puedo hacerlo ¿entiende eso? cada uno de mis movimientos dependen del jefe.

—¿el te pidió traerme esto?—preguntó señalando el tazón.

La anciana lo pensó un momento, tratando de encontrar las palabras correctas para confirmar lo que el menor le preguntó.—Anímese joven, si no es eso, es su muerte y créame que no será de una manera bonita—dicho eso la anciana se retiró dejando el menor con el tazón de frutas.

—desearía morir.—susurró.


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—Jack—habló Hyunjin.

—aquí estoy—dijo acercándose para tomar un fajo de billetes y mercancía nueva.— ¿El joven Félix no se encuentra hoy?

Hyunjin detuvo sus movimientos para ver directamente al joven, inspeccionándolo de pies a cabeza—¿por qué preguntas? ¿Alguien te mando? ¿Eres espía?—después de preguntar eso, Hyunjin ya estaba sacando su arma.

—mierda Hyunjin, es Jackson, nuestro dealer estrella—dijo Félix apareciendo en la sala del matadero.—¿para que me buscas?

—¿po-podemos hablar?...a solas.

—claro.

Ambos salieron al estacionamiento de la casa, Félix tomó un cigarro llevándolo a su boca y Jack rápidamente sacó un encendedor para prender el cigarrillo ajeno.

—y bien...¿de qué quieres hablar?—pregunto Félix mientras dejaba salir el humo de su boca.

—...hay un chico desaparecido en mi colegio—hablo Jack.

Félix sonrió, sabía donde estudiaba Jackson y sabía que hablaba de Seungmin.

—¿y? ¿quieres que lo busque y lo lleve a su casa?—preguntó mientras reía.

—solo...quiero saber si él está aquí o si...

—¿y por qué te diría algo así a ti?—volvió a preguntar Félix, calando su cigarro y expulsó el humo en la cara ajena.

—Seungmin no merece estar en un lugar así, el chico es muy buena persona y muy aplicado.

—yo no decido eso Jack—Félix suspiró—acompáñame.—tiró la colilla del cigarro, pisándolo con su fino zapato.

Dicho eso caminó de nuevo hacia la casa, pasó de largo en la sala y comenzó a subir las escaleras. Jack lo seguía por detrás, en realidad jamás había subido al segundo piso, sabía lo que pasaba en esa casa pero tampoco es como que pudiera hacer mucho.

Al subir vio un largo pasillo con varias habitaciones, parecía todo de una película de terror, estaba poco iluminado y realmente hacia mucho frío ahí arriba, las paredes estaba sucias y debajo de las puertas se podía ver sangre escurriendo.

Caminaron poco hasta llegar a una habitación muy pequeña, había una mesa y lo que parecía un espejo en forma horizontal demasiado grande, frente del espejo había un mesa larga llena de documentos y tres asientos altos.

—ahí—dijo Félix señalando el espejo.

Entonces Jackson pudo ver que no se trataba de un espejo, era una especie de ventana.
Al otro lado se veía una cama con alguien dentro cubierto con una sábana, también había una mesa redonda de metal con dos sillas.

—¿qué hay ahí?—pregunto Jackson.

—el niño—contestó Félix con una enorme sonrisa—es increíble ¿no lo crees?

—¿que cosa?—Jackson seguía observando el pequeño bulto en la cama, ¿estaría vivo?

—¡que siga vivo!—gritó Félix emocionado mientras aplaudía—una semana en el matadero y sigue con vida. Es...increíble.

—¿por qué sigue vivo?—en realidad a Jackson le sorprendía que no estuviera muerto y su habitación se veía muy limpia, no había rastros de sangre por ningún lugar.

—por que ahora le pertenece a mi hermano—Félix sonrió—se repite la historia...

Jackson no entendió pero tampoco quiso preguntar.

—su papá debe estar muy preocupado por él...—dijo en un susurró, aunque extrañamente se sentía bien al saber que seguía vivo.

—debe estar volviéndose loco.—Félix rio antes su propio comentario.

—¿por qué te ríes?—se atrevió a preguntar.

—su papá...—sonrió nuevamente—es el motivo por el que Seungmin está aquí—aplaudió mientras mantenía una sonrisa en su cara.

—no entiendo...

—su papá se lo regalo a mi hermanito, ¡el viejo sabe dar regalos!

—¿que-

—Jack, me encantaría seguir charlando contigo pero como sabrás, aquí nada es gratis. Te di información, ahora es tu turno de darme algo.

Jackson suspiró mientras se acercaba a Félix para comenzar un beso desesperado. No era la primera vez que tenía ese tipo de "acuerdos" con el rubio.

Sabía lo peligroso que era, más teniendo en cuenta lo sobreprotector que Hyunjin solía ser con el menor. Pero eso no impidió que colara sus manos por debajo de la camisa del pecoso, subiendo lentamente hasta lograr sacarla.

Continuaron con sus besos, mientras sus crecientes erecciones comenzaban a frotarse mutuamente, pero se vieron interrumpidos cuando un joven entró en la habitación.

—lo siento, el jefe quiere verlo en la oficina.—dijo aquel muchacho, mientras observaba el piso.

—¿él ya llegó?—Félix colocó su camisa rápidamente.

—si, llego hace un momento—dicho eso, dio una reverencia y se fue.

Félix estaba apunto de salir cuando Jack lo tomó de la cadera colocando la espalda del pecoso en su pecho.

—¿nos veremos después?—preguntó.

—claro—Félix se dio la vuelta colocando sus manos en el cuello de Jackson.—nos vemos—depositó un pequeño beso en sus labios.

Ambos salieron de la habitación, Félix con rumbo a la oficina del tercer piso y Jackson hacia la salida del matadero.

—Minho me debe una grande.—murmullo cuando ya iba en camino a su casa. ¿Que hubiera pasado si Christopher lo encontraba con su hermano menor?


















Maratón: 2/3

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VIVIENDO CON UN MAFIOSO | ChanMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora