☕ Bajo Tensión ☕

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La tarde anterior había decidido quedarme en casa de Jennie, era muy tarde y había una habitación sobrante, así que no ví impedimento.

Sólo una cosa, experimenté algo difícil de explicar....

Eran tal vez las tres y media cuando estaba sentado en el suelo con la ventana abierta respirando algo de aire cuando ví a Jeon bajar de su auto con una chica rubia, de rasgos extranjeros...... inexplicablemente eso me había hecho sentir mal.

Para nadie era un secreto que me había gustado él desde la primera vez, ni siquiera para el mismo JungKooK lo era, sólo que me estaba pareciendo algo raro. De siempre me ha dado igual a quién se folle la persona que me gusta , de todas formas  con que tenga mi oportunidad  estaba todo bien.

Tal vez es eso, aún no logras poner su nombre en tu lista de premios.

Bajar de la habitación luego de asearme y no encontrar a nadie fue una bendición, la tranquilidad, el silencio lo eran todo para mí.

– Me voy a ver a Jackson, está enfermo.– dijo mi hermana menor a mis espaldas, tomándome por sorpresa.

– ¿Es grave?.– indagué con seria expresión.

– Tiene fiebre, sólo eso sé.– habló recogiendo su oscuro cabello en una coleta alta.

Se dispuso a darse la vuelta pero la agarré de un brazo y comencé a repartir besos en sus mejillas.

Lo odia, por eso lo hago cada que tengo oportunidad.

– Suéltame estúpido, qué asco.– se quejó limpiando su cara luego de separarse de mi agarre.

– Yo también te quiero mucho hermanita.– dije mientras reía por su reacción.

– Si, si claro lo que sea.– murmuró saliendo por la puerta principal.

Me dirigí a la alacena para prepararme un cereal, me conozco este lugar de memoria, viví aquí con Jennie hace tres años, hasta que me fui a vivir sólo.

De sobra sabía que la rubia esa seguía aquí... además ¿qué hay de malo en molestar un poco?.

Me dirigí a la habitación del pelinegro, y abrí de golpe la puerta sólo para escuchar gemidos provenientes de la ducha....

Di tres golpes seguidos y como nadie abrió lo hice por mi cuenta , sin permiso, otra vez.

– Oye Jeon, necesito tu baño.– mentí –Vamos termina ya, ¿te cuesta tanto tener un orgasmo?.– bufé a lo que sentí la ducha abrirse levemente.

– ¿ Qué tiene el tuyo?.– gritó el pelinegro por encima de los débiles gemidos que emitía la voz de la que supuse era, la rubia.

– La ducha se descompuso, no puedo usarla y Jennie se molesta cuando usan el suyo.– respondí recargado de la puerta.

– ¿Podrías dejarme solo un momento?.– se quejó supuse que enojado.

– Los dos sabemos que no estás solo– rebatí riendo.

– Obvio que no está sólo imbécil.– chilló una irritante voz femenina.

– Oye Jeon, creo que no le estás dando lo suficiente, está de mal humor.– bromeé saliendo del baño.

Logré escuchar una risa socarrona por parte del pelinegro.....

Y luego todos esos ruidos lujuriosos junto al salpicar del agua  cesaron a lo que dí gracias porque realmente me estresaban.

– Eres un estúpido Jeon, no vuelvas a buscarme.– gritó la pequeña rubia mientras salía con el cabello aún mojado con  sólo unos jeans y un top azul sobre su extraño cuerpecito de lagarto.

Wish You The BestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora