🌷Cerca de ti🌷

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Desperté tranquilo y libre de dolores de cabeza causados por el alcohol, por primera vez en años, dormí sin ayuda de medicamentos y sin soñar con mi realidad , mi infierno personal.

Seguía dormido aún despierto, tal vez a esto es lo que llaman ser feliz...no recuerdo haberlo sido nunca, tal vez por eso es un sentimiento raro, es desconocido para mí.

La noche anterior había hecho mis maletas....el vuelo era en tres horas.

‹‹ En unas horas estaré fuera de aquí ››

Estaba sentado en el suelo del salón reflexionando sobre lo que había hecho hace unos días, literalmente me le había declarado, lo raro es que no sentí vergüenza alguna, sólo lo hice y punto.

– ¿ Qué haces?.– murmuró una adormilada voz a mis espaldas.

– Respirar.– solté, sintiéndola resoplar.

Sentí su femenina pero pesada mano estamparse contra mi espalda desnuda.

– ¿Estás bien?.– indagué mientras se sentaba a mi lado en el frío suelo.

– Lo estoy, sólo no descansé lo suficiente.– se excusó estrujando sus rojizos e hinchados ojos.

– Ya, hagamos como que me lo creo.– apostillé cruzándome de brazos.

– ¿Seguirás con eso?.– se quejó.

– ¿Seguirás mintiéndome en la cara?.– contraataqué.

– Ya...pues tú sabrás, ¿no fuiste tú quien le presentó a esa zorra?– reclamó.– Hice la vista gorda, pero tampoco soy estúpida...estoy cansada de que me engañen, pensé que eras mi amigo, me equivoqué con eso.– soltó, a lo que supuse que se trataba de  Jackson.

– Hey Jen, basta, no seas dramática...– dije viendo cómo era consumida por la rabia.– Los presenté, pero no los obligué a nada, fue decisión de él engañarte por mucho que te duela.– espeté.

– Sabes bien que intenté de todo para que esto funcionara, pasé mi adolescencia sufriendo por ese hombre y lo sigo haciendo....– siseó.– No es un secreto para nadie que soy la mujer más cornuda de la historia, y joder, no estoy orgullosa de serlo, pero lo amo demasiado para dejarlo ir, no puedo.– se quebró.

Entonces, así era?... así era depender de alguien? Siento que dependo emocionalmente de él, sí, él, será paranoia, pero prefiero ahorrarme esto, quizás no sea mi caso, pero basta con que ver a una persona en el día cambie radicalmente tu forma de ver la vida y todo en general.

– Quieres aferrarte a algo que no existe, o qué tal vez nunca existió.– susurré.– Ya es momento de que dejes ir, te consumes y eso es jodidamente tóxico.– dije atrayéndola a mí para abrazarla.

– Igual no creo que sea tan fácil, dentro de unas dos horas estaremos dentro del mismo avión en asientos contiguos siendo extraños otra vez.– murmuró escondida en mi pecho.

– Te haré una pregunta...¿quién eras antes de ser su novia?.– cuestioné separándola de mí para ver su reacción.

Se quedó sopesando durante unos treinta segundos para luego responder.

– Pues era yo.– respondió taciturna.

– Ya, y ¿ quién eras tú?.– cuestioné por segunda vez.

– Era Kim Jennie, una adolescente borracha , con problemas académicos, mi vocabulario estaba compuesto de puras groserías y odiaba depender de mis padres.– dijo sumida en sus recuerdos.– Me fugaba del colegio cada vez que podía, mis únicos amigos eran un conejo y mi hermano, comía helado hasta que se me congelara el cerebro y amaba molestar a las niñatas fresas sabelotodo de mi salón, esa era yo.– murmuró mientras una vaga sonrisa se extendía involuntariamente por su demacrado rostro.

Y es que de esa antigua chica de voz chillona y molesta sólo quedaba su nombre.

– Esa Jennie me habría colgado de los calzones por haberle presentado otra chica a su novio, pero no es ella porque esta que está aquí a mi lado está llorando y sufriendo por un hombre.– dije acariciando su enmarañado cabello.–  Dime Jennie del pasado¿tú harías esto?.– cuestioné tomándola del mentón para verla a los ojos.

Negó vagamente y se lanzó sobre mí, volviendo a ser la chica ruda que siempre fue, esa que aún no moría dentro de su ser.

– La cosa es que tuve que cambiar para ser vista por él, tuve que ser una “chica", dejar de comportarme como lo hacía, abstenerme de mis comportamientos poco femeninos...y ser perfecta para que no me comparase con otras.– articuló.

– Oye Jen eres perfecta, para el hombre correcto y ambos sabemos que no es él.– determiné, clavando mi mirada en el suelo.

– ¿ Por qué lo hiciste?.– me interrogó.– ¿ Por qué le presentaste a tu “amiga"?.– dijo haciendo comillas en el aire.

– Quería que lo vieras, a ver si abrías los ojos.– contesté rodando los ojos.

Resopló fuertemente y se levantó desapareciendo de la estancia dejándome sólo, otra vez.

Ví el reloj sólo para descubrir que era hora de prepararme para mi “largo viaje" de dos horas y media aproximadamente.

Tomé una ducha, esta vez no me quedé media hora sopesando sobre mis múltiples líos personales mientras la factura del agua aumentaba. Salí rápidamente y me vestí con una sudadera negra, unos jeans del mismo color y para terminar con mi mortíferamente oscuro outfit me puse unas botas negras a la altura del tobillo cortesía de mi armario repleto de oscuridad.

Bajé las escaleras en busca de un café para amenizar mi recientemente sobrio estómago y me senté en el espacioso comedor que nunca usábamos yo solo a beberme aquel líquido oscuro que no sé que tenía pero me gustaba y no podía vivir sin él.

– Jeon, no vas a un funeral.– dijo una gutural voz en un claro tono de burla.

– No, pero viajaré contigo, ¿te parece poco?.– bromeé, a lo que el castaño hizo una mueca de burla.

– Me parece poco que estés tomando café sin mí.– chilló su hermana entrando a la conversación.

Logré advertir una mueca de asco en el perfilado rostro del castaño, a lo que reí recordando lo irónico que fue eso considerando las circunstancias en que le había conocido.

– Iremos en mi auto, no pondré mi vida en tus manos.– formuló mientras me sañalaba acusatoriamente.

– Confiarás tu vida a muchos extraños a lo largo de tu vida, ¿no crees que es irónico?.– argumenté sonriendo divertido.

– Irónico es lo mal que podemos llevarnos.– expuso, torciendo el gesto.

– No le veo la ironía a eso.– dijo su hermana confundida por la repentina y algo tonta conversación.

Ambos reímos, a lo que ella negó con la cabeza en un gesto de irritabilidad.

– Muévete, llegaremos tarde.– ordenó el mayor tomando una manzana del bol en en centro de la mesa.

En serio todo estaba mejor desde que dejamos de ser extraños, ya no existía tensión, o al menos no la que se sentía un tiempo atrás, seguía presente pero ya no con el mismo sentido.

Si esto fuera un sueño viviría en él, sin importarme que me llamen loco.

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2/3

Guapossss! He estado perdida y fuera de mapa estos días...¿no les pasa que les da pereza hasta respirar? Pues así estaba yo...muchos pueden confirmar.

En fin!!! Yo estoy manifestando el crecimiento de esta historia, ni bien esta va por el capítulo ocho y ya estoy pensando en otra, cosas de gente esquizofrenica (XD)

Bueno, si les ha gustado porfa dejen su voto y su comentario (muy importante).

Besitos 🐝

Nessie 🌼










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