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Una vez que sintió que sus dedos estaban lo suficientemente lubricados como para que el menor no sintiera molestia, hizo que abandonaran la boca contraria para dirigirlos a la entrada de este. Primero entro uno despacio, satisfecho al ver la reacción del menor. 

Luego de un tiempo ya había entrado tres dedos y se encontraba besando nuevamente al menor ahogando sus gemidos con el beso.

—Ya.. ya estoy listo, hazlo ya— murmuró el pecoso siendo esclavo de las sensaciones que sentía.

—Como digas— respondió el rubio apartando los mechones negros de la frente del menor para depositar un breve beso antes de sacar sus dedos y hacer que el menor se volteara boca abajo.

Lo nalgueó con una mano mientras que con la otra se masturbaba unos segundos, antes de empezar a alinear su miembro en la entrada del menor, sacando gemidos roncos de ambas partes. Cuando empezó a entrar la punta el menor gimió alto, aún no había probado ese grosor pero lo tomaba gustosamente, así como el mayor que se encontraba fascinado con los espasmos y temblores que causaba en Felix cuando por fin entró en su totalidad.

Esperó unos segundos en esta posición esperando a que el pecoso se acostumbrara a él mientras daba besos por toda su espalda en un intento de que no pusiera su atención al dolor que podía o no estar recibiendo. 

Al cabo de un corto tiempo, el menor empezó a mover su caderas, informándole al mayor que ya se sentía listo, le daba luz verde a Hyunjin para que hiciera de él lo que quisiese.

Y Hyunjin acató sus ordenes empezando con embestidas lentas que cada vez aumentaban de velocidad haciendo del menor un manojo de gemidos y jadeos que intentaba callar mordiendo su dedo, pero al mayor no le gusto esta acción y lo tomó de ambas muñecas impulsándolo hacia atrás pegando su espalda a su torso.

—No calles, lindo. Déjame oírte y saber como te pongo— le susurró al oído para luego besar su cuello y dejar nuevas marcas.

En la habitación no se escuchaban más que gemidos y jadeos por parte de ambos y el sonido obsceno de sus pieles al chocar, básicamente si los vecinos estuvieran en casa habían ido a protestar por el ruido que causaban estos dos.

Hyunjin llevaba varios minutos en esa posición dándole todo de sí al menor y besando su cuello mientras que con su mano libre había empezado a masturbarlo haciendo que el más pequeño se sintiera débil ante tanto placer, un cosquilleo había bajado a su vientre bajo.

—Voy... voy a..— no pudo terminar su frase ya que un líquido blanco salió de él, manchando su estómago y las sábanas de paso. Ahí el mayor soltó sus muñecas y lo recostó suavemente ya que también estaba a nada de llegar a su ansiado clímax.

Dió una última estocada más profunda que las anteriores cuando terminó y se quedo dentro unos segundos antes de salir y recostarse al lado del menor haciendo que este volteara a verlo.

—Me gustó— confesó, siendo atrapado por los brazos del mayor y escondiéndose entre su pecho a la par que disfrutaba de las caricias que dejaba el rubio en su pelo.

—¿Si? A mí también— respondió.

—Hyun— llamó dejando su cómoda posición para apoyarse sobre sus codos y así obtener la atención del mayor, cosa que sucedió al instante —¿te puedo preguntar algo?

El rubio asintió dándole su total atención al ver al menor algo pensativo, ¿qué seria lo que le diría?

—¿Te parece si somos amigos con derecho?— el rubio ladeó su cabeza repitiendo la ultima parte de su pregunta haciendo que este asintiera —ya sabes, folla-amigos, amigovios, ayudarnos con las ganas cuando podamos y seguir siendo amigos.

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