☆ Coffee FNF ☆

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Un silencio se hizo presente al momento de que ambos pelinegros se quedaron solos, los dos perdidos en sus pensamientos. Uno lleno de preocupaciones y el otro en busca de recuperar la sonrisa de su amigo.

-Hagamos algo, Innie -el mencionado alzó su vista al escuchar su nombre- cuando vengan Seung y Chae vamos a salir un rato a comer un helado si quieres o ir a correr por el parque y luego darle comida a las palomas como dos señoras.

Los ojos cansados del menor se detuvieron en los de su mayor.

-¿Correr?

-Si, aunque no lo creas, hacer ejercicio cuando estás triste libera un no sé qué que te pone feliz, comprobado por científicos -explica mientras asiente con la cabeza de forma lenta.

Una risa suave por parte del pelinegro menor se hizo resonar en el vacío del pasillo en el que esperaban. Sus ojos achicándose y sus hoyuelos haciéndose ver, podían hacer que cualquier persona cayera enamorada en un instante.

-De hecho, libera endorfinas y por eso algunas personas se sienten bien luego de hacer ejercicio, claro, si no contamos el cansancio y agotamiento físi-

-Innie, entendí, ¿Vamos o no?

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El pelinegro menor llevaba unos cinco minutos tratando de alcanzar al mayor. Al llegar al parque, compraron helados en un puesto y el mayor de ambos corrió con los dos helados en manos luego de pagar.

-¡Ya detente, estoy cansado! -a diferencia de Changbin, Jeongin casi no hacia ningún tipo de actividad física así que este tipo de comentarios no era para nada inusual.

El mayor no hizo caso, hasta segundos después que había llegado a la cima de una pequeña colina de la cual se veía el parque entero.

Esta mayormente usada como mirador para las parejas o personas que quisieran estar sin el ajetreo de todos los niños corriendo y jugando por todo el parque o de yendo en patines o bicicletas por el camino.

Era sencillamente el lugar más calmado del parque.

Changbin se sentó mientras no muy lejos veía como su mejor amigo llegaba entre jadeos gracias al cansancio.

-Te falta hacer resistencia, ven conmigo al gimnasio alguno de estos días -dijo el mayor calmado mientras recibía una mirada asesina por parte del otro- anda, ven siéntate aquí y toma tu helado que se está derritiendo.

-¿Por qué será? -preguntó con sarcasmo mientras acataba la orden de su mayor.

Aunque ciertamente se sentía bien, la suave brisa que movía sus cabellos y el delicioso sabor de su helado de cereza hacía que olvidara el verdadero motivo del porque estaba ahí en el parque.

-Oye Innie -el mencionado volteó a verlo, dando a entender que le prestaba atención- ¿Te puedo decir algo?

El tono serio en el que habló, combinado con su mirada perdida hacia el frente, no le causaba gracia al menor, quizás que querría decir para sonar así de serio ¿Embarazó a una chica?

No, su amigo no sería capaz, ni siquiera tiene novia.

-Si, claro.

-¿Que raza de gato crees que sería si yo fuera uno? -hubieron segundos en los que el menor no dijo nada y volteó a ver qué sucedía. Tenía su mirada fija en el sin ningún tipo de expresión- ¿Qué?