—El olor de una persona puede perderse fácilmente entre miles de otros olores que el mundo que nos rodea puede proporcionarnos a gusto de nuestros sentidos más carnales
Los omegas siempre tendrán un aroma considerablemente más notorio, y aún así tenue en comparación con el de un alfa– aquel que hablaba suavemente era conocido como Alastor, un beta más del montón, un beta del que pocos prestaban atención
Un placer que solo los de sus cualidades pueden disfrutar, y dado a su asexualidad, no podía quedarle mejor
—Y no te mareas de tanto olor?– el siguiente en hablar fue uno de los más bajos de la cadena, quién era especialmente ageno a todos los olores que le rodeaban
Los omegas que están marcados únicamente pueden oler aquello que sus superiores emanan, osea, sus alfas
Así que, Anthony ya no olía a nadie más que a Husker, su aroma a vino del que ya se había acostumbrado y vuelto adicto con el paso del tiempo
A diferencia de Alastor, al ser un beta, el no tiene la misma facilidad de disipar olores, después de todo, era un común beta, uno sin marca, uno sin reclamar por alguien mayor en la cadena
—En realidad, para los Betas, no es fuerte– en la conversación se unió otro Alfa, abrazando por los hombros al Omega más pequeño que se encontraba en aquella casa
Ese alfa era Charlie, ella al ser mejor amiga y casi hermana de Alastor, sabe parcialmente la diferencia entre sus sentidos de alfa y los sentidos del beta
—Asi es, por eso no necesitamos supresores, no nos afecta mucho– Aquella conversación había iniciado cuando, el beta, mencionó algo sobre las feromonas de Vaggie, la Omega de Charlie
Quizás no tenga el mejor olfato al ser un beta, pero aquel aroma era abrumador para cualquiera, lo que levantó dudas de la salud de la mujer, eh ahí el inicio de la conversación
—Olvidaba que ocupamos supresores para ello– rascó su barbilla y dirigió su mirada a su alfa –La mayor parte de las veces que entra mi celo, mi lindo Husky está para ayudarme— el nombrado le dió un trago a su bebida, intentando evadir la mirada de los presentes
—No es eso– habló Vaggie –No estoy en mi celo... O bueno—
Alastor salió de la habitación con dirección a la cocina, llevándose con el a Charlie con intenciones de hablar de algo que los demás no tenían que saber, probablemente por privacidad de Vaggie
—No serán tus supresores? Quizás tu celo si llegó y no lo sabes exactamente– con respecto a aquel medicamento, si era posible que mantenían a raya el celo de quién los consuma, por lo general omegas, pero también pueden volver irregular los días dónde debía ocurrir aquel momento de hormonas
Recargandose en los hombros de Husk, Anthony prestó especial atención al físico de la mujer —Pero tu no tomas de esos, verdad?– al ser muy buen amigo de la mujer, sabía esos detalles, vagamente
Y sabía perfectamente la historia de ella y los supresores, no era una buena historia que digamos, terminando con el terror de siquiera ver una caja de aquel medicamento que alguna vez consumía indiscriminadamente
—...No– a pesar de que aquellas personas conocían su historia, siempre se sentía avergonzada de admitirlo
—Entonces... han intentado tener un hijo?– a juzgar por el gesto que hizo, al Omega se le acababan las ideas coherente
Sintió un nudo en su estómago, aparentemente fue muy notorio en su interior de la incomodidad que le entró al escuchar esa frase, que hizo que Charlie entrara en la habitación, emanando sus feromonas tranquilizadoras