One Shots | Knowmin.

¿Un mosquito?.

Seungmin abrió los ojos aún sintiéndose somnoliento, volteo a su lado y se encontró con su Hyung favorito.

Minho reposaba su cabeza sobre la almohada ligeramente con sus labios abiertos.

Seungmin sonrió y dejo un beso sobre la frente de su mayor. Lentamente saco los pies de su cama y recogió los shorts que estaban regados por el suelo junto con su camiseta de Minions, se vistió y se dirigió al baño.

Realmente estaba algo adolorido, Minho había sido un poco brusco anoche, termino de hacer sus necesidades y se lavo las manos, mientras estaba en el proceso se miro en el espejo, se acomodo el pelo y frunció el ceño cuando vio una mancha ligeramente roja, se acercó un poco más y la vio detenidamente, paso sus dedos sobre aquella marca y los recuerdos de la noche anterior surgieron.

Flashback.

Seungmin cerró la puerta y seguido de eso fue apresado en la pared.

—Dime Seungmin... —comenzo diciendo Minho—, ¿realmente eres mío? —dejo un beso sobre los labios del menor.

Seungmin sintió que estaba en las nubes.

—S-si, Honnie... —enterro las manos en el cabello de el y lo alzó—, soy todo tuyo.

Minho sonrió egocéntrica mente—Asi es mi lindo Seungminnie... eres mío.

Una vez sentenciado, Minho hundió su boca alrededor del cuello de Seungmin arrancándole gemidos sin importarle que los demás miembros seguramente estuvieran del otro lado de la puerta.

El pelinegro se alejo del cuello de el y lo tiró sobre la cama, no le tomo tiempo de acomodarse ya que su Hyung estaba encima de el volviendo a unir su labios.

Fin del flashback.

Seungmin abrió los ojos apenado y se cubrió la cara con vergüenza.

—Dios, soy tan estúpido, ¿cómo no me percate de eso? —estaba hablando consigo mismo—, pero es culpa de el por decirme esas cosas, si, es su culpa... pero... yo sucumbí a sus encantos. ¡¿Hay que estoy diciéndo?!, ahora me va a escuchar.

Abrió la puerta decidido y sin importar si despertaba a los demás grito.

—¡Lee Minho!.

El nombrado pareció escucharlo ya que cayó de la cama lastimando su preciosa cara.

—Auch, ¿oye podrías bajar la voz? —pidio, aún en el suelo—, estoy durmiendo, ¿sabes?.

—¡Oh, no! claro que no, debo hablar contigo.

Minho se levantó lentamente y se vistió ante la mirada penetrante de Seungmin, cuando ya estuvo completamente vestido se sentó en la cama tranquilamente.

—¿De que quieres hablar mi vida? —pregunto tirándole un beso a su novio.

—Cállate —Minho cerró la boca—, explícame que es esto.

Señalo la parte donde contenía no uno, si no cinco chupetones.

—Tu cuello —respondió simple.

Seungmin rodó los ojos—Idiota, las marcas.

—Ah, son chupetones.

El menor ya harto de la actitud tranquila de su novio le lanzó una almohada dándole directamente a la cara.

—¡Oye, a la cara no que soy Idol!.

El cachorro bufó y se sentó en la cama, sintio algo moverse hacia el, y no se sorprendio de ver a Minho a su lado.