El repiqueteo constante de la lluvia contra los cristales de la ventana llenaba la habitación con una atmósfera opresiva y cargada. Me desperté lentamente, sintiendo el peso reconfortante de unos brazos que me rodeaban con un abrazo cálido. Mi mente aún embotada por el alcohol luchaba por entender lo que estaba sucediendo. No podía recordar con exactitud todo lo que había ocurrido anteriormente antes de acabar aquí, acostado al lado de aquella mujer con la que había experimentado una de las mejores noches de mi puta vida. Me sentía relajado, aunque con un pequeño dolor de cabeza que decidí ignorar por completo. Me dejaba llevar por el reconfortante momento que tantos años esperé, era la primera vez durante bastante tiempo en donde mi mente se encontraba completamente despejada, libre de preocupaciones y con una sola cosa en mi cabeza; seguir durmiendo y esperar que los primeros rayos de sol pasen por mi ventana.
Con movimientos torpes giré ligeramente mi cuerpo para ver directamente a mi compañera de cama, agradecerle por quedarse a mi lado y evitar dejarme en otra noche de aburrida soledad. Quería abrazarla, besarla profundamente en los labios y continuar por donde lo habíamos dejado antes de caer profundamente dormidos y exhaustos en la cómoda y gran cama que tenía mi vacía habitación. La penumbra dificultaba la visión, pero cuando finalmente mis ojos se acostumbraron a la oscuridad, mi corazón dio un vuelco y un escalofrío recorrió mi espalda apenas vieron lo que tenía justo en frente...
No era posible. No podía creerlo.
Mis manos temblaban con miedo y mi cuerpo se paralizó por completo. Ante mí, en lugar de la mujer que esperaba encontrar, yacía una criatura con su pelaje oscuro y su mirada penetrante que me observaba con ojos que parecían penetrar hasta lo más profundo de mi alma. El abrazo que antes me había reconfortado ahora parecía una trampa mortal, me sentí atrapado en una pesadilla de la que no podía despertar. Un grito ahogado se formó en mi garganta pero mis labios se negaron a pronunciarlo. El miedo me había paralizado por completo, dejándome indefenso ante esta presencia desconocida y aterradora que yacía a mi lado. ¿Cómo había llegado hasta aquí? ¿Qué había pasado con la persona que recordaba haber compartido la noche anterior? Preguntas sin respuesta se agolparon en mi mente alimentando el pánico que amenazaba con consumirme por completo.
Con un esfuerzo titánico logré apartar la mirada de la criatura y me deslicé fuera de la cama, retrocediendo lentamente hacia la seguridad de la puerta. Cada paso era una lucha contra el terror que amenazaba con abrumarme pero sabía que tenía que escapar de esta pesadilla viviente antes de que fuera demasiado tarde. Mi corazón latía fuertemente y el sudor recorría mi cuerpo mientras veía a aquella cosa viéndome fijamente con sus ojos rojos carmesíes.
¿Que fue lo que pasó?
¿Cómo acabé en esta situación?
¿Qué pasará conmigo ahora?
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¡¿Me acosté con una Zoroark?!
FanfictionSaúl vivía su vida de manera normal como cualquier otra persona, trabaja en una empresa de seguros con un muy buen salario y llevaba una rutina tranquila. Sin embargo, una noche de pasión con su joven compañera, Laura, durante una reunión que debía...