Rafe y Megan, se conocen desde niños, no se llevan del todo bien pero se soportan, Rafe es el clásico niño rico egoísta y clasista, mientras Megan es la clásica chica bonita y popular.
No hay nada interesante en ellos dos, oh al menos así era antes...
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Megan.
No faltaba mucho para que el huracán Ágata iniciará, según los reporteros del clima, la tormenta iniciaría entre las 5:30 y 6:00 PM de la tarde, por lo que mamá no dudó en mandarnos a Topper y a mí a comprar los suficientes suministros.
Definitivamente debió mandarnos a hacer las compras como máximo dos días antes, todas las tiendas y supermercados estaban llenos de gente comprando como locos, incluso algunos se peleaban por la comida, era como sí estuviéramos en el Apocalipsis de The Walking Dead.
Topper y yo tomamos una carreta, mamá nos había dado una lista y el suficiente dinero para todo lo que se compraría, pasábamos por los pasillos del supermercado, solo había comida enlatada, lo que es raro puesto que cuando se toman suministros lo que mayormente se lleva es la comida enlatada.
—No veo por ningún lado el atún. —Se quejó Topper. — Solo hay sardinas.
—Eww.—Puse cara de asco.— Por nada del mundo llevaremos eso.
—¿Ni por qué fuera lo único que quedará como comida en el mundo? —Cuestionó Topper.—
—Preferiría cazar y comer una ardilla antes que eso.
—Pero- ¿Eso no daría más asco? Ugh, como sea, busca los fideos. —Ordenó Topper.—
—Como diga, capitán. —Me puse firme y fuí a otros pasillos en busca del fideo.—
Podría llevar cualquiera, pero mamá tiene gustos... "Refinados" y sí no llevó los fideos que ella pidió, me daría su típico sermón. Cuando visualice los fideos que tanto le gustan a mamá, estire mí mamá para tomarlos, pero otra mano se interpuso y chocó con la mía.
Por impulsó miré en dirección de dónde provenía aquella mano, encontrándome con unos grandes ojos claros que tenía las pupilas un tanto dilatadas, recorrí con la mirada el rostro de la persona hasta llegar a sus labios, los cuales tenían un palito de una paleta.
—Jaden... —Murmure su nombre y ví sus labios ancharze en una sonrisa.—
—Megan, que gran sorpresa volver a verte. —Apoyó su codo en la estantería.—
