Día soleado cap 3

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Steve tomó sus cosas. La discusión con su madre lo había fastidiado, como todos los días. Tomó una mochila y, como siempre, se dirigió al bosque. Steve se había comprometido a terminar lo que llevaba meses haciendo, pues quería continuar con la siguiente fase. Con una pala en mano, siguió sacando tierra, escarbando y escarbando hasta terminar sucio y agotado. Para Steve, esto solo significaba que había terminado por ese día. Cuando estaba a punto de irse, un ruido lo alertó. Volteó intrigado por el sonido, sabiendo que nadie excepto él y uno que otro cazador entraba a ese bosque. Pero… aún no era temporada de caza.
Steve relajó sus músculos al mirar a lo lejos un ciervo que se había detenido para observarlo. Aunque Steve no era fanático de la naturaleza, le intrigaba el ciclo de la vida y cómo el ciervo estaba tan tranquilo, sabiendo que había tantas fieras que intentaban comerlo. Sin embargo, ahí estaba, mirándolo fijamente a los ojos.

Shh… Steve ahuyentó al ciervo y acomodó bajo las hojas su pala y algunas otras cosas que guardaba para otra ocasión.

El camino era algo largo pero relajante. No había nadie que le gritara o cuestionara. Sin embargo, un olor particular inundó sus fosas nasales. Era… No, Steve no debía preocuparse por cosas así. Sin más, llegó a casa, donde su madre dormía en el sofá. Al parecer, se había quedado dormida llorando, pues varios pañuelos usados caían sobre la madera del suelo. Un sonido insistente interrumpió sus pensamientos: era su teléfono, una llamada de Dylan.

Lo había olvidado Dylan lo había invitado a salir a cualquier lugar para distraerse, pero en esos momentos su cuerpo estaba adolorido por pasar toda la tarde cavando, talvez otro día...
Se tiró a la cama y no tardó en quedarse dormido.

La mañana siguiente todo fue sol y playa y Steve aunque no del todo feliz al ser obligado, por quien más que por el extrovertido chico que no paro de molestarlo toda la mañana.

"Mira cuántas chicas igual y me llevo a una antes de que termine el dia" Dylan miraba a su alrededor con mucho entusiasmo "que acaso son mercancía?" Steve contestaba con seriedad mientras miraba el horizonte "sabes que solo juego pequeño  Steveleve"  que nombre tan horrible pero que se podía esperar de Dylan un chico que disfrutaba de ver películas antiguas con su abuela los domingos tanto como amaba las fiestas y uno que otro exceso no apto para su edad
"Steve!" Lina una chica de la preparatoria saludaba con entusiasmo a Steve desde la orilla del mar
Steve levanto la mano en una rara señal de saludo "wow Steve la tienes mal ni siquiera me saludo a mi" Steve miro a Dylan por primera vez desde que llegaron con una cara de...bueno, ya sabemos cómo es Steve
"A si...tu no sabes de chicas por suerte me tienes a mi" sinceramente Steve prefería a una chica a su lado que a Dylan pero lo soportaba "Dylan" este lo miro enseguida "si compañero?" Steve se levantó y dió palmadas en su hombro como lo harían dos grandes amigos que demuestran su apoyo "callate si?" y así dejando a  un Dylan sin palabras camino directo a Lina.

Aquel Verano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora