Los gritos de agonía llenaban el aire mientras la gente huía despavorida. Criaturas demoníacas descendían del cielo, sus alas batían como las de buitres hambrientos. Algunos tenían cuernos retorcidos, otros parecían lobos voladores con ojos brillantes y colmillos afilados. Perseguían a los humanos, desgarrando carne y devorando a sus presas.
-¡Corran! ¡No miren atrás! -gritaba un hombre mientras empujaba a su familia hacia la seguridad de un edificio en ruinas.
Pero era demasiado tarde. Un demonio con cuernos retorcidos y ojos brillantes se abalanzó sobre ellos, sus garras desgarrando la carne.
-¡No! ¡Mi familia! -gritó el hombre mientras caía al suelo, desesperado.
En este futuro lejano, las ciudades yacían en ruinas, sombras de lo que alguna vez fueron. El apocalipsis había dejado su marca, reinando el caos y la destrucción. El mal y los demonios dominaban la tierra, sumiendo a la humanidad en un estado de constante desesperación. El sonido de la batalla resonaba por doquier, mientras los pocos sobrevivientes luchaban por sus vidas en una guerra sin fin contra las fuerzas infernales.
Desde las profundidades abismales de la oscuridad emergieron criaturas nefastas, decididas a asolar la superficie y desatar su furia contra la humanidad. Durante décadas, estas entidades se entregaron a una implacable campaña de exterminio, guiadas por un enigmático líder llamado Víctor. Desde sus inicios, Víctor ideó usar a Lucifer como distracción, prometiéndole poder y apoyo para distraer a los Arcángeles, mientras él maquinaba sus planes en las sombras más profundas, sin que nadie supiera de sus maquinaciones diestras y siniestra bajo el mar de la oscuridad.
Pero la batalla final no se libraría en el futuro, sino que encontraría su escenario en un pasado lejano, en una edad moderna olvidado por el tiempo..
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ZAVUTH
Science FictionEn la vida, existen momentos de dicha que nos ofrecen, aunque solo sea por un breve suspiro, la ilusión de escapar de la áspera realidad. Pero tarde o temprano, esa realidad regresa con una brutalidad despiadada, desnudando las sombras que llevamos...