Yo era un fracasado de 30 años...
Y de repente volví a ser un adolescente con la única preocupación de ser exitoso con sus amigos.
Pero ahora tengo un nuevo propósito: salvar al amor de mi vida.
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"Oye, si sigues golpeando a la gente de manera tan gratuita creeme que nadie se querrá casar contigo"
"¡Cállate!" exclamó Futari mientras volvia a propinarme un golpe que puedo asegurar que con un poco más de fuerza ejercida podría causarme alguna contusión cerebral.
Mientras iba recobrando la lucidez, una llamada entró a mi celular.
"¿Diga?" contesté la llamada.
"Buenas tardes, Akemi"
"¡Ah, señora gerente! Buenos di-"
"Estás despedido"
"... ¿Disculpe?"
"Lo que oíste, llevas más de una semana sin asistir al trabajo así que ahora estás fuera. Tu finiquito será depositado entre esta semana y la siguiente. Adiós" la llamada terminó bruscamente.
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"Ahora que traes?" cuestionó la pelirrosa percatandose de mi inusual expresión.
"Oye, Futari...¿No hay posibilidad de que pueda quedarme para siempre en el pasado?"
"Por supuesto que no, a que se debe esa tonta pregunta"
"Por nada en particular... Simplemente ahora soy desempleado y posiblemente terminaré viviendo debajo de un puente" me pegué a Futari mientras lloraba.
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