↳ ❝ [ 011 ] ¡ viejos recuerdos ! ❞

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-ˏˋ⋆ ᴡ ᴇ ʟ ᴄ ᴏ ᴍ ᴇ ⋆ˊˎ-

¿No les pasa que algunas veces los malos momentos que crees superar, nunca lo haces solo los bloqueas?

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¿No les pasa que algunas veces los malos momentos que crees superar, nunca lo haces solo los bloqueas?.
Bueno, Axel Pan siempre fue la sombra de su hermano mayor, por más que lo intentará una y otra y otra vez Alexander Pan siempre sería el favorito de sus padres.
Su padre prefería a Alex y con cada desplante hacia su hijo menor, solo lograba que el se fuera separando poco a poco, hasta que deseaba irse de Neverland y nunca regresar.
Y un recuerdo le persigue desde su niñez, aún cuándo el creyó que por fin lo había superado.

" - Papá. - la voz de aquél pequeño niño de tan solo 6 años que llegó corriendo donde su padre se escuchaba por todo el castillo.

- Ahora que Axel, no ves que estoy muy ocupado. - el tono de fastidio que desprendía la voz de su padre hizo que aquél pequeño príncipe agachara la mirada. El rey no siquiera volteo a verlo y mantuvo su fija y sería mirada en las hojas que llevaba en sus manos.

- Lo lamento papá, pero mira te hice esto. - con sus pequeñas manitas alzó un dibujo donde se veía a su madre, su hermano, su padre y el. - ¿Te gusta?

- Axel, no me molestes. - el corazón de el menor se encogió y sus ojitos se cristalizaron.

El pequeño salió corriendo de la sala del trono, sus lágrimas descendían con rapidez. Se alejó lo suficiente para escuchar como su gemelo imitó la misma acción y su padre le felicitaba y abrazaba.

- ¿Que esta mal conmigo? - se preguntó asi mismo.

- ¿Axel, cariño? - la dulce voz de su madre lo llamo con preocupación, sentimiento que aumento al ver las mejillas rojas de su hijo y sus ojos lloronsos aún derramando lágrimas.

- mamá. - susurro y dejó que aquel dibujo cayera antes de lanzarse a los brazos de su madre, quien lo tomó y le dio suaves caricias en sus cabellos.

- Axel. ¿que sucede, cielo? ¿Por que lloras? - pregunto aún oyendo los sollozos de su pequeño retoño.

- ¿que hay mal en mi? - pregunto alzando sus ojos hacia su madre.

- ¿que? - la cara de su madre se transformó en asombro y preocupación. - ¿por qué dices eso cielo? No hay nada mal en ti. ¿que te hace decir eso? - pregunto mientras le acariciaba sus mejillas. Su hijo solamente desvío la mirada.

- ¿si no hay nada mal en mi, por que papá prefiere a Alex? - su mamá guardo silencio ante el tono roto de su bebé.

No se preguntó nada más y ni siquiera siguió soltando más lágrimas, tan solo soltó una risa seca y se fue de los calidos brazos maternales de su madte, solo regresó a su dormitorio. "

- Príncipes, hemos llegado. - el chofer de la familia Pan les informó, abriendo la puerta del carruaje y sacando de sus pensamientos al menor de los príncipes.

- Gracias, ¿pueden bajar el equipaje de Nerea? - preguntó amablemente el mayor de los gemelos. - Parece que se va a mudar. - dijo burlonamente.

- Que ustedes no tengan ropa no es mi problema. - contestó rodando los ojos.

- Bueno, bueno. - levantó las manos en son de paz. - Caminen, mamá debe estar esperándonos.

Tal y como dijo Alex, la reina Wendy se encontraba caminando por los largos pasillos de aquel hermoso castillo que estaba a unas cuantas horas del pueblo.
Wendy se detuvo frente a las puertas del gran castillo esperando la llegada de sus hijos y la hija de Simba que era como una hija más.

Cuando las puertas del palacio se abrieron la presencia de sus hijos y Nerea acaparó su campo de vista.  Wendy corrió hacia ellos y dando un abrazo a cada uno dijo:

- Hijos, qué gusto me da verlos de nuevo. - dejó de abrazar a sus niños para voltear a ver a Nerea. - Oh cariño es un gusto volver a verte. - sonrió y la abrazó.

- Madre, también nos da gusto verte. - dijo Axel mientras sonreía a su madre.

- Hola, tía Wendy no sabes cuánto te extrañé. - sonrío Nerea devolviendo el abrazo a la mayor.

- no. Realmente parece haber extrañado tus pasteles más que a ti. - bromeó Axel. Su mamá río divertida negando.

- no puedo negarlo. - admitió avergonzada la hija de Simba aún en los brazos de la Reina.

- mis niños. - río divertida la reina Wendy. - Pero vamos no se queden ahí pasen, pasen. - dejó de abrazar a Nerea para iniciar a caminar a la sala del trono.

- Mamá, ¿dónde está papá?- preguntó Alexander extrañado al no ver a su padre en su trono como acostumbraba.

- Oh salió muy temprano, dijo que Tendría que ir al pueblo a ver algunas cosas sobre la fiesta. - sonó apenada a sus hijos y Nerea.

- Está bien madre si no te importa iremos a dejar nuestro equipaje y descansaremos un rato. - esta vez la voz de Axel se escuchó mientras cargaba su pequeña maleta y dos de Nerea.

- Está bien hijo.- se dio media vuelta dirigiéndose a la cocina dejando solos  a Nerea y los gemelos pan.

- Vaya hace mucho que no veía la tía Wendy. - habló nerea emocionada dando una vuelta sobre sí misma.

- Sí bueno a mamá siempre le has caído bien, parece que más que yo. - el tono de voz de Axel sonó triste podría ser o tal vez solamente se sentía excluido.

- ya quisieras. Mamá brilla cada que te ve, eres su bebé dramático. - dijo su hermano con sus labios levemente fruncidos.

Nerea no opino nada y solo vio la tensión que se creó ante esa afirmación. Nerea más quién nadie sabia que ambos gemelos vivían sobre la sombra del otro.

- Bueno, bueno ya vamos quiero dejar esto e irme con papá. - señaló su equipaje y comenzó a subir directo hacia sus habitaciones.

- ¿estás bien? - pregunto Nerea mirando a su mejor amigo. Axel sonrió nervioso.

- ¿que? ¿Por qué no lo estaría? - río nervioso.

- no se. ¿tal vez por que volverás a ver a tu padre después del año pasado? - pregunto incómoda.

- pude vivir con ello. Podré vivir el siguiente año. - dijo tranquilamente suspirando resignado.

- pero esta vez tu si tienes pareja. - le dijo tranquilamente Nerea. - pero este año, no te quedaras en tu habitación esperando a que tú padre se fije en ti. Este año, seremos turistas en Neverland. - dijo alegremente, tomando su muñeca para dirigirlo hacia el pasillo que llevaba a los lujosos jardines de la Reina Wendy.

Axel solo pudo soltar una risa y la reina Wendy que salía de la cocina con una bandeja de sus deliciosas galletas con una de las mucamas detrás de ella con vasos y una tetera en una bandeja aparte detrás de ella, se detuvo y sonrió cálida mente al oír después de un año entero la risa de su bebé menor.

¡Este capítulo escribí junto a @Aidanzoe123 !

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𝐑𝐞𝐯𝐞𝐧𝐠𝐞 | ᴰᵉˢᶜᵉᶰᵈᵃᶰᵗˢ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora