𝐑𝐞𝐯𝐞𝐧𝐠𝐞 | ᴰᵉˢᶜᵉᶰᵈᵃᶰᵗˢ.

↳ ❝ [009] ¡descubiertos! ❞

-ˏˋ⋆ ᴡ ᴇ ʟ ᴄ ᴏ ᴍ ᴇ ⋆ˊˎ-

La noche en Auradon cayó rápidamente, y los hijos de Villanos se preparaban para salir, sabían de antemano que todos estaban dormidos menos los hijos de Peter Pan, la hija de Simba y muy seguramente el Rey Bestia que debería despedirlos. 

Así que estaban caminando por los pasillos a cunclillas, asegurándose de que nadie los viera, en el radar de Jay apareció la hija de Simba literalmente adormilada sobre el carruaje con  el que el identifico como el príncipe menor quejándose de algo que el no escucho y allí estaba, el príncipe mayor de Neverland riendo "amable"  con el actual Rey.

- Lamentamos no poder ir. - Dijo el rey bestia mientras veía al joven heredero.

- lo sé su majestad, pero ustedes también tienen sus propios preparativos, estoy seguro que mi padre lo entenderá. - le dijo con una sonrisa tranquila, el rey bestia asintió con una sonrisa más tranquila.

 - Por supuesto, siendo así, espero que les vaya bien en esta fiesta. - les dijo antes de estrechar manos con el joven quién sonrió y miro hacía atrás.

- Axel, despídete. - ordenó para sorpresa de los hijos de villanos, el rey bestia iba a decir algo pero el príncipe menor se acercó para hacer el amagó de estrechar manos.

- Nos veremos pronto, majestad. - le sonrió y el rey bestia asintió, alejándose un poco vio como los tres jóvenes entraban, aun que no tomo por desapercibido que el joven príncipe mayor mirará por ambos lados antes de subir al carruaje.

¿Esperaba a alguien?

Dentro del carruaje, Axel y Nerea iban uno alado del otro mientras que Alex iba al frente solo.

 -¿Estás segura? - preguntó nuevamente Axel hacía su amiga de la infancia.

- Por supuesto idiota. Se acercó a mi en plena luz del día. - recordó a su "tío" sí es que así le podía decir, era como su tío primo.

- Entonces... Solo esperan a que sea el momento perfecto, ¿No? - susurró Alex captando la atención de sus acompañantes. - Ninguno de ellos es tonto, saben que para llegar a Neverland debemos pasar por Wonderland antes. - dijo nuevamente.

- Si nos llegan a descubrir ayudando a estos... ¿Que será de nosotros? - gruñó Axel.

- Nada. por que nadie nos descubrirá. - sonrió con perspicacia. - Si alguien pregunta, tengo la excusa perfecta que nos beneficiaría a ambos bandos. - dijo tranquilamente.

- ¿A ambos bandos? ¿Que clase de excusa te beneficiaría a ti? - pregunto Nerea extrañada.

- Lo verán en su debido momento. - dijo desinteresado. - esto será un largo viaje. - suspiró agotado.

- Jay ten más cuidado. - regaño Evie en un susurró. 

- Lo siento. - se disculpó antes de seguir observando por donde el carruaje de los gemelos Pan desaparecía. - Se fueron. - anunció.

- Genial, ahora esperemos a que el rey vuelva adentro. - susurró Mal.

Carlos vio un grillo que estaba a punto de pasar cerca del pie de Eileen y queriendo terminar con la vida de aquel bicho, dio un fuerte pisotón. Lo que el hijo de Cruella de Vil no esperaba era que el animalito se fuera y  lo que piso era una rama que al crujir provocaría un sonido bastante fuerte.

- ¿Que fue eso? ¿Quién anda ahí? - la voz del rey se oía cada vez mas cerca, al igual que sus pasos.

- Majestad. - la voz de el hada madrina hizo que el rey se detuviera, dio una media vuelta y la mujer continuó. - Los chicos de la Isla, no están.

- ¿Que? ¡Como que no están! - gritó con la furia recorriendo su voz.

- Mi hija, Jane fue a hablar con Evie. - relató. - Pero cuándo llego no estaban. - el rey soltó un gruñido y se encaminó a la preparatoria junto al hada madrina, desapareciendo de la vista de Johan y Jay.

- Tenía que ser esa tonta. - gruño Johan, esa chica era una chismosa de primera. - Nos delató, tendremos que correr, ¿Listos? - todos negaron. - Bueno, tampoco yo. - dijo y todos comenzaron a correr directo a la división con Wonderland. 

El caminó era largo, bastante largó y más aun si vas a pie.

Pero ¿que mas opción tenían? Era eso o ser descubiertos. Aunque igualmente los descubrieron, Mal seguía maldiciendo a Jane, Audrey a y al preciado heredero de Áuradon. 

Siguieron corriendo durante unos cuántos minutos más, hasta que por fin llegaron a la frontera. 

El carruaje donde viajaban Nerea y los príncipes de Neverland se detuvo y de ahí bajaron Alex y Axel.

- Bueno, pues golpea la puerta. - dijo Axel a su hermano mayor quién lo hizo sin rechistar, tenía sueño y no quería pelear en ese momento.

- ¿Si? - la voz de una persona dentro de aquel muro se escucho. - ¿Quienes son? Y mas importante ¿A dónde se dirigen? - indago aquella voz.

- Buenas noches, mi nombre es Alexander, Alexander Pan y este es mi gemelo, Axel Pan... Somos los príncipes de Neverland - habló con voz neutra. - Nos dirigimos a casa.

- En ese caso ¿saben la regla? - preguntó aquélla voz de nuevo y Mal se intrigó mas.

Ella y sus amigos solamente conocían Áuradon, pero sin duda todo aquel que visita o visito los países que están en su frontera o un poco más alejado, les han contado que son hermosos.

- Si, la conocemos. - aseguró el menor. - Somos siete, contando a los chóferes y caballos. - informó viendo hacía atrás con expresión de cansancio.

- Bien, por que ya saben, del país de las maravillas solo pueden salir los mismos que entren. - y dicho eso la puerta se abrió, ambos jóvenes regresaron a el carruaje que se adentró por esa puerta.

- Wow, eso da más miedo que Maléfica enojada. - dijo y todos rieron. - Bueno sigamos. 

Llegaron a una parte del bosque dónde tenían tres motocicletas y Mal lanzó un hechizo.

- Perfecto, ahora podremos ir a la isla. - dijo y subiéndose en una moto con Evie detrás dijo: - ¿Todos listos? - esta vez todos asintieron y comenzaron a manejar sobre el pequeño tramo de mar que separaba Áuradon de la Isla.

Minutos después llegaron a la barrera que Eileen abrió y después de entrar cerró.

Habían vuelto a casa.

¡Esté capítulo fue escrito por @Aidanzoe123 y por mí!