Rosie estaba un poco desesperada porque Alastor no llegaba aún y él solía ser muy puntual. Un retraso de media hora no era común en él.
Justo cuando se estaba dando por vencida llegó aquel demonio corriendo.
— Lo lamento mucho, querida. Me temo que me he quedado dormido – se disculpó jalando aire por haber corrido.
— ¿Por qué vienes corriendo, cariño? ¿No pudiste simplemente haberte transportado hasta aquí? – preguntó Rosie extrañada.
Alastor bajó un poco sus orejas sin dejar de sonreír.
— Digamos, querida, que el día de ayer tomé tal vez de más y temí vomitar si usaba mi magia – admitió apenado.
— ¿Tú tomando de más? Realmente lo que tienes para contarme es muy serio entonces – dijo ella haciéndole una señal de que se sentara — Pedí unos dedos como entrada, espero no te moleste.
— Para nada, querida. Sabes perfectamente lo que me gusta – aseguró Alastor sonriendo aún más.
Ambos comenzaron a comer de aquellos dedos con mucho gusto antes de comenzar su platica.
— De acuerdo, Alastor querido, debo saber sobre tu problema de inmediato.
Alastor se sonrojó. Era demasiado difícil decirle la verdad a Rosie pero aún más difícil decirle una mentira.
— Verás Rosie... Cariño... Eh... Parece ser que... Bueno todo empezó por mi sombra – comenzó a decir.
Rosie enarcó una ceja.
— Tu sombra es parte de ti, no le eches la culpa. – lo regañó.
— Lo sé, Rosie... Pero... Ella y mis tentáculos... – insistió pero obtuvo una mirada aún mas molesta de parte de su amiga.
Odiaba que Rosie lo conociera demasiado bien, pero no quería usar todas las palabras que aquella confesión conllevaba.
— Creo que... – dijo en voz alta para luego susurrar ininteligiblemente la respuesta.
— Alastor... Solo dilo – pidió ella con los brazos cruzados.
— Creo que me gusta Lucifer... – dijo finalmente mientras cerraba los ojos, no estaba seguro de como iba a reaccionar aquella mujer.
Hubo demasiado silencio así que decidió abrir los ojos. Movió sus orejas con curiosidad ¿qué significaba la expresión de Rosie?
— Oh... Am... No sé que decir... – admitió muy sorprendida, no podía decirle a Alastor que aquella confesión había roto sus esperanzas de tener algo con él.
Rosie había intentado todo lo posible porque Alastor se diera cuenta de sus sentimentos hacia él, pero parecía ser que Lucifer le había ganado.
Aunque dejando un poco de lado sus sentimientos ¿qué pasaría entonces con su plan?
— ¿Y que haremos con nuestro plan, querido? – le preguntó un poco mas seria.
— Supongo que hay cambio de planes, mi querida Rosie – contestó sonriendo con tranquilidad — ¿No sería mas fácil ser rey del infierno si me caso con Lucifer?
Rosie, quien estaba tomando un trago de su bebida en ese momento, no pudo más que escupir aquel líquido manchando a Alastor.
Aquel hombre bajó sus orejas molesto pero sin borrar su sonrisa y comenzó a secarse con un pañuelo.
— Lo siento, cariño, pero me has sorprendido con tal idea... ¿Tan enamorado de él estás?
— Rosie, muy bien sabes que no estoy hecho para el amor. Nunca lo he sentido ni vivido, que alguien pueda llegar a gustarme ocurre muy raramente... Sin embargo, dudo mucho que pueda yo enamorarme – aseguró Alastor.
Rosie lo vio negando con la cabeza.
— Podras ser un idiota asexual, pero eres más romántico de lo que admites, Alastor.
El demonio sonrió, necesitaba aquellas palabras de Rosie. Al menos que una persona le dijera que si podría amar.
— ¿Deberíamos pasar al platillo principal, querida? – preguntó felizmente.
Rosie también sonrió, podría con aquellos celos mientras Alastor no cambiara su forma de ser con ella.
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Contigo 💕
FanficCuando Lucifer comienza a vivir en el Hotel Hazbin los sentimientos de Alastor comienzan a formarse... ¿el primero en darse cuenta? Su propia sombra.