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Suspiré un poco mientras abría las ojos poco a poco y como siempre estaba esas paredes blancas, la enfermera entro me dió mis pastillas y se aseguro de que las tomara.

El día estaría aburrido Jimin y Hoseok no vendrían estarían ocupados y yo aquí maldiciendo mi vida, tome mi libreta y me puse a escribir

"La noche cubría mi soledad, las paredes blancas me apretaban me sofocaban, necesito salir de aquí no quiero estar aquí lo odio odio esta maldita vida que tengo, quiero ser independiente ser el orgullo de mis padres pero no es así soy una carga más para ellos soy un estorbo para las personas pero sigo aquí maldiciendo cada cosa que pasa como siempre lo hice, siendo un hipócrita siendo un egoísta..."

Iba a continuar escribiendo hasta que mi enfermera entro junto a un chico alto, lo que faltaba tener a la parlanchína de la señorita Kim, suspiré un poco y dejé mi libreta a un lado y tome la iniciativa de la charla.

-Hola señorita Kim, ¿a qué se debe su visita? -ella mostraba una sonrisa estaba emocionada por lo que veía, mientras que por el otro lado el chico se mostraba tímido y nervioso.

-Yoongi, te tengo una noticia-dio una breve pausa mientras tomaba del hombro al chico y volvió hablar ¿Acaso nunca se calla?- el será alguien que te cuidara por un tiempo está cumpliendo su servicio escolar te llevarás bien con el te lo aseguro-ni tiempo me dió para volver a decir algo cuando la chica salió de la habitación, ¿porque nadie me dijo esto?

-Hola, soy Jeon Jungkook -mostro una sonrisa nerviosa esperaba respuesta mía pero¿que digo? ¿Me presento? Es lo más obvio supongo.

-Hola, Jeon...soy Min yoongi -bien ¿ahora que? ¿Sonrió como idiota? O me quedo callado y bien vote por la primera opción y sonreí como idiota, sin restarle importancia me volví a recostar cerré mis ojos pero una voz se escuchó en la habitación y pensar que lo único que se oía eran mis latidos y el reloj de pared.

-Am... yoongi, puede tutearme y no tratarme con formalidad, ¿ya comió?-estaba rojo acaso ¿nunca había hecho esto?

-esta bien, Jungkook y no aún no eh comido pero ...-ni siquiera termine de acabar mi frase cuando el chico salió de la habitación hacia la cafetería del hospital, vaya si que quiere esa calificacion.

El silencio era lo que se escuchaba ahora mi respiración era relajada estaba disfrutando todo esto bueno eso acabo cuando un grito me asustó.

-YOONGI, ya regresé-que se cree está cabron como para gritarme, casi me muero, mantuve la calma y regrese a el.

-ya ví que regresaste Jungkook, estoy enfermo pero no ciego-se acercó con cuidado y dejo la bandeja en mis piernas me levanté con cuidado y mire el menú, pero como carajos supo que me gusta está comida- ¿como supiste que esto me gusta? Ya estaba listo para decirte que no quería la comida pero la acepto me gusta.

-oh, revise tu expediente y las enfermeras me dijeron que es lo que te gustaba, también traje mandarinas -dio una amplia sonrisa mientras acercaba la bolsa con 5 mandarinas en ella-

-bien, te ganaste mi cariño solo por las mandarinas, ¿que edad tienes kook?-al parecer no tenía muchos amigos es solitario tal vez haríamos buena compañía.

-bueno algo es algo, tengo 19 me imagino que tú eres más viejo-solto una carcajada me ofendí pero amo su humor y acompañe sus risas, tal vez el sea mi razón de vivir...agh no que cursi y gay sonó eso, definitivamente no debo juntarme más con Jimin.

Toda la tarde la pasé con el chico de sonrisa de conejo, debo admitir que odio sus ojos cafés son insoportables, pero fuera de eso estubo tranquilo y divertido el día, me puedo acostumbrar a el.

La noche llegó y el tuvo que irse se veía feliz, esos ojos que tanto odio me observaron y me regaló una sonrisa, mi corazón latia rápido tan rápido dios mío me voy a morir, eso es lo que pensé pero como el muy idiota que soy me di cuenta es que me emocioné, vaya el señor enojón se emociono, tendré que llamar a mi psiquiatra para que me atienda, no tengo psiquiatra pero bueno.

-Hasta luego Yoon, descansa -y se fue de pronto me sentía vacío como si mi vida se hubiera ido, iba a dormirme un poco pero otro maldito grito me despertó y me asustó, a quien mierdas se le ocurre gritar en la noche y de pronto se me ocurrió alguien... Jimin y tal como acerté el enano ese entro mientras bailaba.

-¿me extrañaste?-maldito idiota ya estaba durmiendo y sale con esto.

-extraño más a mi perro muerto que a ti, ¿que te pasa como para gritar como un maldito loco?

-si yoongi me fue muy bien en mi día gracias por preocuparte eh, yo sé que me amas solo que tú mente cerrada no te lo permite, soy demasiado hermoso para ti

-vaya, alguien vino muy egocéntrico hoy, lastima que yo estoy de un gran humor como para aguantarte

-se me hace raro que no me hayas dicho enano idiota o simplemente enano-si supiera que lo digo mentalmente, maldito enano.

-am...si ando de buenas, así que no te aproveches

-uy eso es interesante, ¿por qué estás de buenas?

-vino alguien a hacerme compañía-al parecer eso le pareció extraño que se acercó a tomarme la temperatura- ¿qué haces enano?

-no es obvio estoy tomando tu temperatura, es raro en ti que aceptes a más personas aquí contigo, pero bueno ¿quien era?

-ash, bueno am...se llama Jeon Jungkook-su cara de hizo de sorprendido acaso ¿lo conocía?.

-¿enserio? El es muy callado casi no tiene amigos es más le da miedo socializar

-¿lo conoces? Digo no es que me importe su vida pero quiero saber de el, es muy diferente a lo que describes habla hasta por la cola pero es lindo

-no puede ser dijiste que era lindo, quien eres y que le hiciste al gato gruñon -tomo mi libreta y estaba preparado para golpearme.

-no seas idiota Jimin soy yo

-es que sonó muy gay de tu parte y yo soy el único gay del grupo, ¿te gustó Jeon? Si quieres te ayudo a ligartelo

-eres un maldito idiota enano

Me pase un buen rato hablando con el y le contaba lo que hice con Jungkook o más bien lo que hable, entonces recordé sus ojos, mierda como los odio pero amo que me vean solo a mi, tal vez debería ser abierto con el...afirmó lo que dije es lindo demasiado y entonces esa noche dormí con una sonrisa como el idiota que soy.

Hasta que mi corazón deje de latir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora