17. Dos desconocidos

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A la mañana siguiente me levante sumamente temprano para evitar encontrarme con alguien de los que habitaban la casa, me duche rápido y me arregle para ir a la oficina, cuando baje, vi a Carlos en el banco de la cocina tomando un café
— ¿qué haces despierto? - le dije viéndolo sería
— Te estaba esperando - me vio - te llevo a tu oficina - me dijo y yo negué
— No gracias, me iré en uber, ya lo pedí - le dije mostrándole mi teléfono
— Kara, de verdad no sabíamos sobre esto, ni siquiera Cesar lo sabía, no estes enojada con nosotros por favor - me miró
— Está bien, no te preocupes, no tienes porque darme explicaciones - mi teléfono sonó indicando que mi Uber ya estaba afuera - nos vemos - salí de la casa y me subí, recargue mi cabeza en la ventana y volví a llorar en silencio, estaba cansada ya de esto, de que la vida siempre me tratara mal, eran las 7: 30 cuando llegue a la oficina

— ¿qué pasó Kara? Cristian ya me contó que estás muy enojada con ellos — me dijo Isa
— No quiero hablar del tema - dije con la voz entrecortada - ¿sabes que es lo que más me duele? - Isa me miró - que el idiota de Jonathan me lo advirtió, me dijo que él me iba a dejar y yo no lo quise creer
— Kara, creo que deberías de hablar con Cesar - me dijo
— No quiero, no hay nada de que hablar y mejor ya pongámonos a trabajar - me concentre en mi computadora y decidí ignorar a Isa por el resto del día, aproximadamente como a las 5 vi que tomo sus cosas y se retiro de la oficina, yo no quería llegar a casa, así que decidí quedarme más tiempo, seguí avanzando con unas campañas que tenía pendiente y cuando menos me di cuenta miré el reloj, marcaba la 1:00 am, salí de la oficina y pedí un Uber, tarde como 45 minutos en que algún carro me pudiese llevar a casa, en cuanto llegue, abrí con cuidado y en silencio la puerta, estaban todas las luces apagadas, subí al segundo piso y en la estancia me encontré a Cesar dormido en el sillón individual, no sabía porque estaba ahí y no en su habitación, lo observé, se miraba tan en paz dormido, no podía creer que todo este tiempo no fue sincero conmigo, me dolía, pero no podía dejar de sentir lo que sentía ya por el, tomé una pequeña frazada que había en el otro sillón y la coloqué encima de él, después abrí la puerta de mi habitación y entre sin hacer ruido, seguro Luna estaba dormida.

***

Las semanas han pasado, siempre intento salir muy temprano de casa y regresar muy noche para no encontrarme con ninguno, me he aislado completamente de ellos, incluso podría decir que tengo un mes que no los veo por la casa, sé que viven ahí, pero no nos topamos, a la última que vi fue a Kendra, ya se empieza a notar su embarazo, supongo que Cesar es la persona más feliz en este momento. Hoy aunque quisiese no iba a poder escapar de verlos, es domingo y aunque últimamente también los domingos iba a la oficina y pasaba la mayor parte del día ahí, hoy le había prometido a Luna que la iba a llevar a ver unas cosas de su fiesta, le había pedido a Karla su auto prestado y está accedió, me levante a las 5:00 am para no toparme con ninguno y salí de la casa, sabía que tendría que ir Lillian con nosotras,pero prefería solo tener que soportar ver a Lillian y no a los tres juntos,por eso decidí ir por el carro de mi prima, para que ella no tuviese una excusa para llevarlos.
En cuanto llegue con Karla recogí su bonito Mazda rojo del año y me fui directo a mi casa, antes de llegar con Karla había pasado por un Starbucks y me mantuve ahí al rededor de dos horas, llegue a casa y Luna ya se encontraba con Lillian en la sala, le entregué a Luna un chocolate que le había comprado, últimamente me he intentado acercar a ella, la noto extraña, cuando habla de Kendra veo un cambio en su actitud y no me voy a cansar hasta saber que está pasando, Luna me recuerda mucho a mi en ciertas situaciones y quería hacer algo por ella

— ¿estás lista Luna? - le sonreí y ella asintió
— Solo hay que esperar a Lillian - me dijo - ya se estaba solo poniendo los tenis - asentí y vi como Lillian bajaba las escaleras
— Ya viene Carlos - me miró - para que nos lleve - yo negué
— No te preocupes, traigo el carro de Karla, mejor será que nos vayamos
— oh, bueno entonces déjame le aviso - asentí y ella subió a avisarle a Carlos

Siempre soñé con alguien como tú | Cesar Parra |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora