3. El viaje con mas sorpresas en mi vida

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Caminamos hacia el auto y el me abrió la puerta para que yo subiera, "por Dios, me abrió la puerta", pensé, pero de seguro solo fue amable, "cálmate Kara", subí al auto y cerró la puerta, inhale y el auto olía a loción de hombre, supuse que era la suya y vaya que olía bien. El rodeo el auto y subió, estaba tan metida en mis pensamiento que reaccioné hasta que el puso su mano en mi hombro.
— Perdona ¿ qué? - voltee a verlo y el me miraba divertido -
— te digo que necesito que me guíes, no conozco aquí y no sé cómo llegar a tu ciudad - yo asentí y le puse el GPS para después concentrarme en mi celular y seguir asesorando a Alejandra. - ¿ eres así de callada siempre? - voltee a verlo y negué con la cabeza, no sabía que decir,me daba miedo decir una estupidez. - yo puedo llegar a ser muy divertido - "lo sé", pensé y lo miré - pero necesito que la otra persona hable también - sonreí ante su comentario -
—¿ qué quieres saber? - le pregunté volteando a verlo
— Para empezar ¿en que trabajas y porque hay tanta urgencia por regresar? -vi que agarro la autopista y suspire, sabia que entrando a la autopista era cosa de nada para llegar a mi ciudad-
— Pues desarrollo estrategias de venta, marketing o cosas por el estilo, manejamos varios tipos de mercado y en este momento estan hackeando a uno de los mayores clientes que tenemos y si mi jefe se entera, bueno posiblemente esta sea la última conversación que tengamos. - lo mire y el rio
—Bueno tranquila, llegaremos rápido - sentí el acelerón que le  dio a su carro y me sostuve de donde pude.
—¡Estas loco! - rei, la verdad es que la velocidad no me asustaba, Karla manejaba como Toreto, el papa de Karla en su tiempo igual y mi papá ni hablar, asi que la velocidad no me asustaba para nada.
—Pensé que ibas a golpearme, la mayoría de las chicas que se han subido, con ese acelerón, ademas de rayarme la madre me golpean - rio y lo mire divertida.
—Me gusta la velocidad, estoy acostumbrada a ella- el solo asintió, llegamos como en 35 o 40 minutos hacia mi ciudad, le indique como llegar a mi trabajo y así lo hizo, entro al estacionamiento y me baje-
—Gracias! ¿Vas de regreso a Monterrey verdad? - le pregunté y el negó
—No, mejor te espero y me recompensas con un elote - reí ante su comentario
— ¿un elote? - le pregunté y el asintió- bien, no tardo, saliendo te llevare a los mejores elotes de aquí. - el asintió y camine hacia el edificio.

Al entrar vi a Isabela y Alejandra ya resolviendo, me acerque a ellas y empezamos a trabajar, logramos solucionarlo y solo nos tomó aproximadamente una hora.

—Bueno eso es todo - dijo Isa apagando su computadora- Fue fácil ¿no? - la mire mal y ella rio

Isa era la persona mas positiva que conocía en esta vida, era alta, delgada y muy alegre, ademas una de mis mejores amigas, me despedí de ella y camine hacia el estacionamiento donde estaba cesar en su celular

—listo - dije en su ventanilla, el dio un pequeño salto
— ¡No mames, me asustaste plebe! - gire los ojos divertida y él quito el seguro del coche para que yo pudiera subir, subí y le indique donde eran esos elotes de mi ciudad, los mejores o los que mas me gustaban. Llegamos al lugar y bajamos, había mesitas afuera aunque hacia frío decidimos sentarnos afuera después de pedir nuestros elotes, yo iba a pagar, pero el fue mas rápido y no me dejo.
—¡Hey! El trato era que yo pagara - le dije y el solo sonrió
—No, yo te dije que me trajeras, no que pagarás - le sonreí y en cierto punto lo agradecía, últimamente mi economía no era la mejor,estaba súper endeudada con algunas tarjetas y literal solo sacaba para sobrevivir, era algo que me mantenía estresada día con día y no estaba dispuesta a que alguien se enterara o que me ayudaran a salir de este problema que yo sola me metí.
—si está muy bueno- dijo comiendo de su elote-
—te lo dije - le sonreí y el me miró - ¿pasa algo? - le pregunté
—No, es solo que hace mucho no me sentía tan a gusto con alguien, ¿por que llegaste tan molesta por la mañana? - me preguntó comiendo nuevamente de su elote-
— Es domingo, el único día que descanso, lo único que quería era quedarme en mi cama cobijada viendo videos en YouTube - el asintió
—Así que no te gusta la fiesta verdad? - me preguntó y yo negué
—Soy más de reuniones quizás en mi casa o en casa de algún amigo tranquilas - la verdad es que no tenía dinero para pagar fiestas en este momento y no me sentía cómoda dejando que otros pagaran.
—Entiendo - dijo asintiendo mientras revolvía su elote.
—¿y tu? ¿Prefieres la fiesta o algo tranquilo? -le pregunté jugando con mi elote-
—Me gustan ambas, puedo estar en el desmadre, pero también disfruto algo tranquilo en casa de algún amigo o familiar- le sonreí, eso me agradaba

La estábamos pasando muy bien, terminamos nuestro elote y procedimos a caminar un rato, Cesar era muy divertido, me hacía reír en todo momento, suponía que si esto seguía así podríamos ser muy buenos amigos, mi teléfono empezó a soñar y contesté

— Hola? - dije a mi teléfono para encontrarme con una Karla gritándome - cálmate que no estoy entendiendo nada - le dije
— donde estás? No encontramos a Cesar por ningún lado y su auto no está, además no sabe andar en la ciudad y aquí no es Phoenix, tiene más de 5 horas desaparecido y eres la única que lo conoce además de sus hermanos, así que ven y ayúdanos! - me lo dijo todo muy rápido y me reí, después me quede sorprendida de que ya hubiesen pasado,as de 5 horas, se me había ido muy rápido el tiempo con el - no te rías! Sabes que es lo peor? Su teléfono está apagado, si lo secuestraron? - solté una carcajada al ver el estrés de mi prima porque supuse que así estaban todos, Cesar me volteo a ver sin entender nada.
—Cálmate ridícula, pensé que la pesimista era yo - César solo me observaba - esta conmigo, me hizo el favor de traerme para arreglar unas cosas de la oficina, supongo que se le acabo la batería del teléfono - Cesar saco su teléfono y me mostró que estaba apagado - en efecto, se termino su batería
— hijos de la chingada! Pásame a Cesar - era obvio que esa ya no era Karla, supongo que Carlos le había quitado el teléfono, esperaba que Karla estuviese sola cuando dijo que yo lo conocía más que nadie, le di el teléfono a  Cesar y este contesto.
— Hola pendeja - le dijo a su hermano, de verdad que en sus videos no actuaban,ellos si eran así en la vida real.
— Cabrón porque no avisas que te vas a ir carajo! Estábamos a punto de marcarle a mi ama - César solo río.
— Cálmate, estaban todos muy entretenidos hablando en pareja, me sentía mal tercio, salí a ver que estaba haciendo Kara y pues se dieron las cosas.
—Regresa en este momento ya gemelo - se podía escuchar la llamada aunque no estuviese en altavoz, ese era Cristian,
— Y trae a Kara contigo,iremos a un bar/antro - yo negué inmediatamente - y dile que más vale que no se niegue porque ella te llevo, ella te tiene que regresar - puse los ojos en blanco, en parte tenía razón, pero yo no quería ir a un bar o antro.
— bien - concluyó Cesar y yo solo negué nuevamente, colgó la llamada y me regresó mi teléfono - vamos, será divertido
— No Cesar, no tengo ganas - la realidad es que no tenía dinero y un antro o bar en Monterrey eran mucho más caros que en mi ciudad -
— no sé regresar a Monterrey - me miró- vamos, no me dejes solo, literal todos van en pareja- 
— No se, además no estoy arreglada para un antro - el me observo  y me sentí nerviosa -
— Te miras bien - me alentó -
—Claro - puse los ojos en blanco - ni siquiera me dejaran entrar así -mi teléfono sonó de nuevo, era Karla.
—¿ qué? - dije en cuanto le contesté de mal humor.
— huy florecita! Te secas! - puse los ojos en blanco de nuevo y espere a que hablara - puedes traerme el kit de maquillaje y algo de ropa que deje en tu casa para fiesta? - me preguntó-
— No traigo auto - le dije -
—Lo sé, Carlos ya le dijo a Cesar que te lleve - puse los ojos en blanco en lo que me subía al carro de Cesar - Kara, si es por lo que tú y yo sabemos, yo traigo para ambas -
— Es que ese es el problema y lo sabes - le mencioné y suspire -
— Solo hoy, prometo que no te vuelvo a obligar, además prácticamente sería una cita - voltee para asegurarme que Cesar no había escuchado.
— ¡Cállate tonta! - reí nerviosa -
—Otra cosa, arréglate bonito - sabia a que se refería, siempre había tenido problemas de autoestima o con mi cuerpo y trataba de cubrirlo siempre - por una vez en tu vida, hazme caso -
—Bien, te escribo cuando vayamos en camino.

Colgué la llamada y nos dirigimos hacia mi casa, el camino fue grato, íbamos platicando de cosas sin sentido la verdad. En cuanto llegamos vi que había alguien fuera de mi casa recargado en su moto, sabia perfectamente quien era y sabia que ahora mismo iba a haber problema

Siempre soñé con alguien como tú | Cesar Parra |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora