Todo era una apuesta. Un juego. Porque ¿Quién iba a enamorarse de un Omega tan triste y monocromo?
♡︎ Taehyung top
♡︎ Jungkook top
♡︎ Namjoon Bottom
♡︎ Taejoon y Kooknam
♡︎está historia es una adaptación, todos los derechos le pertenecen a @hobibub...
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~Por darme alas,
Por enderezarme~
El regreso al hotel fue hecho en silencio por los dos, incapaces de buscar algo que decir para iniciar una conversación. En lo único que podían pensar era en el rostro empapado en lágrimas de Namjoon, en la forma en que les miraba: había poco odio, pero sí mucho dolor.
―Lo hemos jodido ―murmuró Taehyung una vez entraron al cuarto, y Jungkook bajó los ojos por la vergüenza y desesperación―. ¿Cómo si quiera va a perdonarnos luego de lo que le hicimos?
Jungkook no respondió, yendo directo hacia su cama para sentarse en ella y tratar de no hundirse en la miseria y sufrimiento. Era muy difícil, siendo honesto: su alfa se retorcía por las ganas de ir en busca de Namjoon, abrazarlo y tratar de consolarlo de alguna manera, a pesar de que ellos le causaron todas esas tristes emociones que sentía.
―No quiero perderlo ―fue lo que contestó Jungkook, y su voz se apretó en clara señal de llanto, a pesar de que él no era muy dado a eso.
Taehyung lo observó y fue hacia él, dándole un fuerte abrazo que le sorprendió en un inicio, pero pasado unos segundos, se sintió natural y su cuerpo se relajó. Taehyung, a diferencia de muchos otros alfas, poseía un olor suave que combinaba la lavanda con ylang-ylang. Namjoon una vez le dijo que el aroma de Taehyung era exótico y más afrodisiaco, y Jungkook se rió y empezó a reírse de él, provocándole mucha vergüenza. Ahora que lo abrazaba con tanta fuerza, pudo entender a qué se refería.
―Tampoco quiero perderlo ―admitió Tae, sin soltarlo del abrazo, y Jungkook sólo pensó en lo extraño, pero consolador, que era ese abrazo.
Ellos se habían abrazado antes, innumerables veces, en especial en las festividades. Sin embargo, en ese momento, con su alfa tan sensible y desesperado, el abrazo lo percibió distinto y, en lugar de provocarle miedo o susto, le calmó. Por un momento, incluso la sensación era como si fuera Namjoon en sus brazos, no como si se lo estuviera imaginando en reemplazo de Taehyung, sino en la intimidad y consuelo que le entregaba.
―¿Mucho mejor? ―susurró Tae a su oído, y eso le provocó un agradable escalofrío en su columna vertebral.
―Taehyung ―la voz de Jungkook también hizo que el más alto se estremeciera, pero no en señal de rechazo, sino en algo más que no supo reconocer―, ¿cómo...? ¿Qué es esto?
―Mmm ―Tae sonrió muy a su pesar, y no sentía ganas de soltarlo―, no lo sé, Jungkook, ¿importa? ¿No lo hemos compartido todo siempre, incluso nuestros momentos más vulnerables?
Cuánta verdad en esa simple pregunta, y más ahora. La naturalidad de ese abrazo, de esas palabras, lo calmó por completo y su alfa encontró un poco de paz. El encuentro con Namjoon le dejó los nervios destrozados, y suponía que para Taehyung fue parecido por la manera en que le seguía abrazando, pero ahora, ya no había tanta desesperación.