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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ╰┈➤La constelación de Casiopea es la representación de la mujer mitológica del mismo nombre, con una belleza inigualable más que las Nereidas o cualquier hija de Poseidón. Y la princesa Cassiopeia es una representación de la misma, gan...
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Tragic Lovers of the Midnight
Sus ojos miraban la rotación de los cubos de hielo de su copa, llena con un licor especial que había sido preparado por Gallagher mientras se hallaba sentada frente a la barra; sus pensamientos estaban de nuevo en un suceso que no había previsto que sucedería, mucho menos con alguien de la Corporación de por medio.
¿Cómo se salieron de control las cosas? La llegada a Colonipenal fue un desencadenante para tantas cosas, especialmente el conocer a un Avgin que le pondría la galaxia patas arriba, y sí, estaba hablando de Aventurino.
Para Cassiopeia él era otro ser de la Corporación como lo era el excéntrico doctor Ratio, o la astuta Topaz, pero que él pudiera adivinar su secreto como la última sobreviviente de Andrómeda era demasiado.
Y las cosas no quedaban allí nada más, ya que se encontraba muy a menudo con él aunque podía catalogarlo como que era él quien siempre se aparecía; no podía ser el tan aclamado destino que los juntaba de manera obstinada, porque no había ningún sentido.
Menos sentido tenía el que hubieran terminado en las habitaciones de hotel del otro unas que otras noches, luego de un par de copas.
Pero sobretodo, menos sentido tendría el haber estado sentada a horcajadas sobre su regazo la última noche compartida, donde Aventurino le contaba su pasado y le decía lo mismo.
«───Tan solo somos la mala apuesta del destino, princesa.»
Solo para terminar besándola con lentitud cada vez que él le decía eso, con un afecto ilegible que le hacía preguntarse si él solo veía eso como encuentros casuales o realmente había algo más entre ellos.
Cassiopeia no podía contar cuántas veces Aventurino la hizo suya esa noche, como si fuera la última vez.
Y supo por qué al día siguiente, cuando todo se convirtió en un caos cuando él enloqueció queriendo implosionar el Estelaron dentro de Stelle, ¿por qué destruir todo Colonipenal?
Ella no pudo entender los motivos, y tampoco creía que tuviera que ver con el asesino de Firefly y Robin, a excepción de que la primera no había sido asesinada.
Las preguntas no tenían respuesta, mucho menos el paradero de Aventurino ahora conocido como Kakavasha tras haber descubierto toda la verdad.
───Quédate con el cambio, Gallagher, y gracias. ───Expresó ella con una sonrisa ligera al dejar el dinero sobre la barra, tras haber terminado su licor para retirarse.
Gallagher le guiñó el ojo, limpiando otra copa de cristal con una sonrisa.
───Que tenga una buena noche, señorita.
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Los tacones de sus botines repiqueteaban contras los charcos esparcidos en el Momento Dorado, dirigiéndose al hotel en la realidad para descansar de verdad sin estar dentro de la bañera.
Sentía que necesitaba dormir de verdad sin artilugios raros que la llevaran a otra realidad.
───Supongo que después de esa pelea... él ha de estar ocultándose en alguna parte. ───Murmuró para sí misma al regresar a la realidad, solo para llevarle la sorpresa de encontrar a alguien en la cama.
Los ojos color violeta la observaban en la penumbra, seguido de unos pasos hasta ser arrinconada contra la pared.
───Kakava- ───El beso demandante del casi mencionado le detuvo de completar aquel nombre, seguido de un mordisco en el labio inferior que la hizo quejarse gustosa.
Aventurino la miró fijamente al romper el beso, negando con la cabeza.───No... solo Aventurino, gambler, cariño... como quieras llamarme, pero no con ese nombre, por favor...
Cassiopeia solo asintió ante la petición, comprendiendo que él no quería seguir anclado al pasado que sus manos habían soltado finalmente, por lo que solo enredó sus dedos en las hebras sedosas y doradas de Aventurino, antes de volver a besarlo.
───¿Volverás a irte?
───La tragedia siempre nos rodeará, mon amour, pero no impedirá que nos amemos cada noche. ───Susurró él en respuesta, llevándola entre sus brazos hacia la cama.
Y la amó con intensidad, fervor, con todo lo que tenía dentro de sí mismo para hacerle ver que le pertenecía, que ambos se pertenecían y que la marca en su cuello como esclavo ya tenía un significado nuevo.
