CONSUELO ━━EDWARD CULLEN

Capítulo 5

Evangeline pegó un brinco desde su cama, asustada. Pues, el sueño que había tenido, jamás había pasado dentro de lo que lleva, y... Creía que tanto trabajo le estaban pasando factura al frotarse los ojos, recoger sus piernas, y esconder su cabeza mientras soltaba un largo suspiro.

— Siri.

— Sí, señorita.

— ¿Qué hora es? —preguntó con un tono de voz débil.

— 11 de la mañana con 33 minutos.

— Joder —la rubia levantó su rostro, y se incorporó para salir de las sábanas de su cama, y desplazarse hacia las ventanas de su habitación para quitar las cortinas, y dejar que la luz natural invadiera cada espacio—, ¿podrías pedir comida italiana para mí? —inquirió hacia la inteligencia artificial.

— ¿Pasta, señorita?

— Sí, pero no muy pesados —se encaminó hacia el baño con una bata de baño, una toalla y una peinilla para su cabello.

— ¿Ravioles de huevo con langosta?

— No estaría mal —respondió al dejar las cosas en una mesita—. También agg café. El mas cargado y sin azúcar.

— Okay.

— Luego también, quiero hacer unas compras para la casa. La lista está en mi blog de notas del celular, y el código de la tarjeta que me dio mi madre, en una de las carpetas que están en mi iPad —dejó que el agua de la ducha se regulara a una no tan caliente ni tan fría.

— ¿Debo dejar algún dato adicional al hacer el segundo pedido?

— Verifica que la persona encargada sea competente, y obtenga una buena propina si llega a tiempo.

Evangeline desayunó-almorzó en la sala de estar. Miró entretenida la televisión un programa de cocina, y analizó como si fuera un jurado también del concurso, los platos que los diferentes concursantes preparaban con rapideza.

— Ouh, eso se ve delicioso —comentó al indicar con uno de sus dedos un platillo con la temática de acción de gracias de Estados Unidos—, ¿qué opinas, Siri?

— Los ingredientes utilizados son buenos, pero las técnicas empleadas para tal plato son muy tradicionales. Yo me decantaría por el grupo del chef Manub y el Chef Ben.

Evangeline enarcó una de sus cejas.

— Sí, tienes razón, pero la hamburguesa que está haciendo otro de los grupos, está acaparando la atención del jurado —bebió algo de café.

— Creo que sí.

— Es así —confirmó al instante que pasaron a la degustación, y los calificadores distribuidos en un crítico, y dos personas públicas e influyentes en el mercado de cada país—. Pero desde luego, al parecer la hamburguesa es pesada. Qué locura.

Siri le dió la razón a su dueña.

La rubia cortó su langosta, y la cubrió de salsa para llevársela a la boca, y gemir de satisfacción por lo bueno que estaba. El restaurante que la inteligencia había solicitado para su comida, era uno de sus favoritos.

No obstante, quedó con una de las partes en su mano al ver con sorpresa a uno de los que no estaba en su cabeza para ganar, ganó, y fue felicitado por cada uno de los jueces.

— Qué va. No puede ser cierto —se quejó—. Ahora solo toca esperar a al prodigioso chef Grant Achatz de la misma USA para saber quién se irá mismo a casa.

— Señorita —llamó Siri.

— Sí, dime.

— Tiene un evento a las 6 de la tarde.

— ¿En serio?

— Y es fuera de casa.

— Ay, no —lloró.

— El ingeniero de Microbiología ya posteó la ubicación exacta del lugar. Dice que deben ir lo más formal.

— Ni en mis cortas vacaciones, dejan descansar..