Capítulo 2

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Frotó sus ojos con brusquedad

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Frotó sus ojos con brusquedad. El trabajo en grupo estaba siendo un desastre. Su amiga Majo no sabía citar bien en normas APA, y los demás solo ingresaron 30min, y luego se salieron sin aportar nada.

Bebió un poco de café.

Quizá no iría a dormir sus 8 horas seguidas como se tenía planeado.

— Ya deja de decir que eres una inútil —dijo Evangeline en la llamada—. Veré si puedo arreglar el trabajo.

— Gracias, Eva.

— Pero sigue buscando información. Trata de que solo sean de artículos buenos y actuales —continuó—, pues, al menos así se nos haría menos latoso.

Su amiga asintió de acuerdo.

— Eres la mejor.

— Solo quiero sacar buenas notas —movió sus hombros—, y dormir.

— Solo quiero sacar buenas notas —movió sus hombros—, y dormir

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Edward se acostó en la cama. Miró hacia el techo de está, y siguió en su mundo. Los truenos eran como una hermosa balada, y los rayos que iluminaban la habitación, destellos que le recordaban a su familia adoptiva.

Susurró algunas divagaciones e intentó llorar, pero no pudo. Pues, un ser de piedra jamás podría hacerlo ni aunque lo intente mil veces o todos los siglos en lo que decida Vivir.

El teléfono del hotel en el que se estaba hospedando sonó.

— Diga —contestó con un tono de voz ronco.

— Edward.

Era Alice.

— Sí, dime —frunció su entrecejo.

— Edward —repitió la pequeña. Su cantarina voz no era para nada buena.

— ¿Qué sucede, Alice? —se levantó el cobrizo.

— Es Bella. Ella...

Edward escuchó como Jasper intentaba calmar a su novia, con palabras que dejó de oír el vampiro al sentir la palabra muerte tan presente.

— Eso no es cierto —murmuró.

— Carlisle fue a-

— Yo dejé Forks para protegerla. Ella no pudo morir. Tú me dijiste que Bella estaría bien, que me olvidaría, que haría su vida, que no estaría estancada. Posiblemente con Jacob a su lado —se alteró.

Un largo silencio se instaló en la línea.

— Y no que se suicidaría —gritó destrozado.

— Edward...

El Cullen cortó la llamada. Ya no quería saber nada de su hermana, y demás familia. Isabella Swan, la humana que se suponía que era la compañera para su vida inmortal, estaba muerta. Había decidido morir.

Arrojó el teléfono con fuerza, y destrozó algunos objetos a su alcance.

La humana una vez le dijo que si él no estaba con ella. La castaña no sería nada. No soportaría vivir sin él, y que preferiría desaparecer para siempre como él hizo con ella, pero no esa manera en la que Bella había tomado.

— Todo es mi maldita culpa. Debí quedarme..

 Debí quedarme

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CONSUELO ━━EDWARD CULLENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora