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El sol brillaba en el cielo azul mientras Samantha se preparaba para su día especial. Era su cumpleaños, un día que esperaba con ilusión y emoción. Sin embargo, una sensación de inquietud se aferraba a ella, alimentada por la tensión palpable entre su hermano Osvaldo y sus amigo Félix

Mientras se dirigía a la sala donde tendría lugar su fiesta, Samantha notó el ambiente cargado de expectación y nerviosismo. Su corazón latía con fuerza mientras se preparaba para enfrentar lo que fuera que estuviera sucediendo entre los tres hombres más importantes en su vida.

Al entrar en la sala decorada con globos y guirnaldas, Samantha se encontró con las miradas evasivas y las sonrisas forzadas de Osvaldo, Félix .Sabía que algo estaba mal, pero no podía poner el dedo en qué era exactamente.

"¡Feliz cumpleaños, Samantha!", la saludaron sus amigos y familiares, intentando mantener una apariencia de normalidad.

Samantha forzó una sonrisa, tratando de ignorar la sensación de malestar en el fondo de su mente. "Gracias a todos por venir", respondió con voz alegre, aunque su corazón latía con ansiedad.

A medida que la fiesta avanzaba, la tensión entre Osvaldo, Félix se volvía cada vez más palpable. Murmullos y miradas significativas se intercambiaban entre ellos, mientras Samantha observaba con creciente preocupación.

Finalmente, no pudo soportarlo más. Se acercó al grupo, decidida a abordar la situación de una vez por todas. "¿Qué está pasando entre ustedes?", preguntó con voz firme, enfrentando a los tres hombres con determinación.

Osvaldo, Félix se miraron entre sí, sin saber cómo responder a la pregunta directa de Samantha. Las palabras se atascaron en sus gargantas, incapaces de encontrar una explicación satisfactoria para su comportamiento.

Samantha los observó con una mezcla de frustración y decepción. "No puedo creer que estén arruinando mi cumpleaños con su actitud infantil y sus secretos", exclamó, sus ojos brillando con la intensidad de su indignación.

La sala quedó en silencio, rota solo por el sonido de la respiración agitada de Samantha. La tensión entre los cuatro era casi tangible, amenazando con desbordarse en cualquier momento.

Con un suspiro resignado, Samantha se alejó del grupo, sintiendo el peso abrumador de la discordia que amenazaba con romper su día especial. Mientras contemplaba la fiesta que había planeado con tanto amor y cuidado, se preguntaba si alguna vez encontraría la paz y la armonía que tanto anhelaba.

Las emociones estaban a punto de estallar en la sala de la fiesta de Samantha. La tensión entre ella, Félix y Osvaldo había alcanzado su punto máximo, y ahora estaban en medio de una confrontación que amenazaba con romper su relación para siempre.

Samantha, con lágrimas en los ojos y el corazón roto, se enfrentó a Félix y Osvaldo, su voz temblando con la intensidad de sus emociones. "¿Cómo pueden hacer esto en mi cumpleaños? ¡Pensé que eran mis amigos, pero todo lo que hacen es arruinar todo!", exclamó con voz temblorosa, incapaz de contener su dolor y frustración.

Félix y Osvaldo se miraron el uno al otro, con miradas llenas de resentimiento y angustia. La habitación se llenó con la pesada atmósfera de un conflicto no resuelto, mientras los tres luchaban por encontrar las palabras adecuadas para expresar sus sentimientos.

"Lo siento, Samantha. No era nuestra intención arruinar tu día especial", murmuró Félix, su voz llena de pesar y arrepentimiento.

Pero sus disculpas cayeron en oídos sordos mientras Samantha se apartaba de él, incapaz de soportar la idea de estar cerca de él en ese momento. Se volvió hacia Osvaldo, sus ojos buscando una explicación que nunca llegaría.

"Y tú, ¿cómo pudiste permitir que esto sucediera? ¡Eres mi hermano, deberías protegerme, no lastimarme!", gritó Samantha, su voz cargada de dolor y decepción.

Osvaldo bajó la mirada, incapaz de enfrentar la acusación de su hermana. Sabía que había fallado en su papel de protector y confidente, y el peso de su culpa pesaba sobre él como una losa.

La sala quedó en silencio, rota solo por los sollozos ahogados de Samantha mientras luchaba por contener sus lágrimas. La tensión era palpable, amenazando con romperlos a todos en pedazos.

Con un suspiro pesado, Samantha se alejó de Félix y Osvaldo, sintiendo el dolor de su corazón roto con cada paso que daba. Sabía que esta pelea había dejado cicatrices que tardarían en sanar, y se preguntaba si alguna vez podrían recuperar la amistad que alguna vez compartieron.

Mientras se alejaba, una sensación de desolación la envolvió, dejándola preguntándose si alguna vez encontraría la paz y la felicidad que tanto anhelaba.

"Unexpected affection"||riverduccionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora