02

251 9 0
                                    

Samantha se encontraba en la cocina de la casa durante la reunión familiar. La luz tenue de la lámpara sobre la mesa de madera proyectaba sombras danzantes en las paredes, creando un ambiente íntimo y acogedor. El suave murmullo de las conversaciones provenientes del salón llegaba hasta ella, pero se sentía aislada en su pequeño refugio momentáneo.

El aroma de la cena recién preparada aún flotaba en el aire, un recordatorio reconfortante de la calidez del hogar. Sin embargo, a pesar de la familiaridad de su entorno, Samantha se sentía inquieta, como si estuviera al borde de algo desconocido.

Mientras revisaba distraídamente los platos en el fregadero, sintió la presencia de alguien detrás de ella. Antes de que pudiera darse la vuelta, una figura se interpuso en su camino, bloqueando su única salida de la cocina.

Era Félix.

El corazón de Samantha dio un vuelco en su pecho mientras lo miraba, sorprendida y desconcertada por su repentina aparición. La proximidad de Félix la hizo retroceder instintivamente, pero se encontró atrapada entre él y la encimera, sin escapatoria.

La luz tenue resaltaba los rasgos angulosos de su rostro, su mirada intensa fija en la suya con una determinación que la dejaba sin aliento. El aliento de Félix le rozaba la piel, enviando un escalofrío por su espalda mientras luchaba por contener el pánico que amenazaba con desbordarse.

Samantha se quedó paralizada, sin saber qué hacer o cómo reaccionar ante esta situación tan inesperada. Todo lo que podía hacer era contener el aliento y esperar a que Félix se apartara.

Pero cuando Félix finalmente se dio cuenta del impacto que estaba teniendo en ella, retrocedió abruptamente, liberándola de su prisión temporal. Sin pensarlo dos veces, Samantha aprovechó la oportunidad y salió corriendo, dejando atrás la atmósfera cargada de la cocina y la confusión que había desatado en su interior.

Las lágrimas amenazaban con empañar su visión mientras corría, pero se obligó a seguir adelante, alejándose lo más posible de Félix y de todo lo que había sucedido. Sabía que tendría que enfrentarse a él eventualmente, pero por ahora, necesitaba tiempo para recuperarse y encontrar la fortaleza para confrontar lo que vendría después.

félix'pov

Mientras Samantha se sumergía en sus propios pensamientos y emociones, Félix se quedó parado en el mismo lugar donde se habían encontrado, observando cómo ella se alejaba. Una mezcla de confusión y preocupación se apoderó de él mientras reflexionaba sobre lo que acababa de suceder.

Había sido un impulso, un momento de vulnerabilidad que había surgido de la nada. Félix nunca había planeado acercarse tanto a Samantha, mucho menos rozar sus frentes de esa manera intensa y cargada de emociones. Pero algo en la mirada de Samantha lo había atraído hacia ella, había despertado un deseo que no había anticipado.

Después de que Samantha salió corriendo, Félix se quedó allí, sintiéndose desconcertado y arrepentido por haber causado esa reacción en ella. Había sido un acto impulsivo, uno que había dejado al descubierto una verdad incómoda que prefería no enfrentar: se sentía atraído por Samantha de una manera que no podía ignorar.

Sin embargo, también sabía que no podía permitirse seguir adelante con esos sentimientos. Samantha era la hermana de su mejor amigo y el le llevaba 2 años de edad, una persona fuera de su alcance y fuera de los límites de lo que era aceptable. Además, sabía que su cercanía había provocado una reacción negativa en ella, una reacción que no podía ignorar.

Con un suspiro de resignación, Félix se alejó del lugar, tratando de poner espacio entre él y Samantha. Sabía que tenía que darle tiempo y espacio para procesar lo que acababa de suceder, y esperaba que algún día pudieran volver a encontrarse sin la incomodidad y la tensión que había surgido entre ellos.

Mientras caminaba por toda la casa , Félix se prometió a sí mismo ser más cuidadoso en el futuro. Sabía que no podía permitirse cometer el mismo error nuevamente, no cuando estaba en juego la amistad con Osvaldo y la frágil paz entre él y Samantha.

Félix continuó caminando en silencio, sumido en sus propios pensamientos y emociones. La brisa fresca de la tarde acariciaba su rostro, pero su mente estaba atrapada en un torbellino de dudas y preocupaciones.

Por un lado, se sentía abrumado por la atracción que había surgido entre él y Samantha. Había algo en ella que lo había cautivado desde el primer momento en que la conoció, algo más allá de su aparente antipatía hacia él. Sin embargo, sabía que cualquier posibilidad de explorar esos sentimientos estaba fuera de discusión. No solo era la hermana de su mejor amigo, sino que también había dejado claro su desagrado hacia él en innumerables ocasiones.

Por otro lado, Félix se sentía culpable por haber causado angustia a Samantha. No había sido su intención hacerla correr así, ni tampoco quería complicar aún más su relación ya tensa. Se reprochaba a sí mismo por haberse dejado llevar por un impulso momentáneo, sin pensar en las consecuencias.

A medida que avanzaba por la casa de Samantha , Félix se prometió a sí mismo ser más consciente de sus acciones en el futuro. No podía permitirse cometer más errores que pudieran poner en peligro su amistad con Osvaldo ni causar más dolor a Samantha.

Finalmente, llegó a donde estaba todos y se detuvo, dejando que la tranquilidad del entorno lo envolviera. Respiró profundamente, tratando de calmar su mente y encontrar la claridad que tanto necesitaba.

Con cada respiración, Félix se sentía un poco más tranquilo, un poco más centrado. Sabía que el camino por delante sería complicado, pero estaba determinado a hacer lo correcto, tanto por su amistad con Osvaldo como por el bienestar de Samantha.

Decidido a dejar atrás el incidente y seguir adelante, Félix se sentó en una silla de la sala para hacer como si nada paso, con la esperanza de que algún día pudiera hacer las paces con Samantha y encontrar una forma de superar la barrera que había surgido entre ellos.

"Unexpected affection"||riverduccionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora