⸸2. El olvidó ⸸

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⚠️ADVERTENCIAS⚠️

•Este capítulo tendrá:
Hipnotismo, Asesinato, Incesto, sangre.

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⸸Narrador omnisciente⸸

No recordarás.

Está noche, la olvidarás.

¿Adonde pertenecía? Donde más iría que al infierno, ese será su hogar, quizás siempre lo fue y ahora se dio cuenta. Era una verdad aniquiladora saber que Carnival representa la mayor desgracia de toda su miserable vida. Especialmente Choi Soobin. Nunca pudo comprender cómo una persona con esa sonrisa y voz de ensueño podría ser tan despiadado; mataba indiscriminadamente, profanaba sus cuerpos como también al mismo tiempo lo salvaba de algo peor, aun desconocía que era ese algo, pero más peligroso que todos ellos juntos era..., Lo que más lo asombra es que ya no siente nada cuando lo ve hacer todo eso, antes solía vomitar o inclusive desmayarse pero ahora solo observa y, pocas veces llega a disfrutar el circo sangriento.

«¿Por qué tengo que amarte? ¿Por qué sigo creyendo que tenemos salvación cuando solo sigues rompiendo las sobras de mí alma ya hecha trizas?», se preguntaba. El gran abismo que lo dividía del lado oscuro comienza a unificarlo, a hacerlo parte de ellos.

Si era sincero consigo mismo sabría que no estaba muy lejos de hacer lo mismo que Soobin, o devorar la carne de algún niño vivo, como Yeonjun hacía los viernes en la tarde.

—¿Por qué les divierte tanto estás boludeces a los jóvenes de ahora?

Agobiado por sus sentimientos apartó la mirada de la ventana y se centro en la conversación que sus hermanos mantenían evitando con dificultad al hombre a su lado, ya no toleraba estar allí, solo quería dormir. Yeonjun conducía demasiado despacio, la lluvia le impedía ver bien el camino por lo que no tenía opción más que ser cuidadoso.

—En mis tiempos salíamos a cazar gatos callejeros —comentó Soobin, observando las mejillas ensangrentadas del chico. Combinaban con su cabello—. Nuestro padre se horrorizaba con los cadáveres en el patio.

—Que asco..., yo prefería ir por los perros —Beomgyu dijo—, la mirada de miedo que ponían cuando los atrapaba, era lo más maravilloso de la noche.

El pelirrosa asentía. También prefería los perros, ellos no luchaban, solo se entregaban a su destino.

—Falta poco para el eclipse de sangre.

Cauteloso, Yeonjun había cambiado de tema.

—Podríamos pasarlo en la cabaña del bosque —sugirió el castaño—, estaríamos más seguros.

—No, mucha exposición a los otros... —Soobin respondió tajante.

Y otra vez volvía a perder el control de si mismo, volvía a ausentarse del mundo. De igual manera no teleraba oírlos charlar de cosas que el no entendía, era mejor así. Cada loco con sus locuras.

Algo en su mente desapareció, no sabría explicarlo con palabras pero era como si una fuerza sobrehumana le hubiera removido las memorias y las lanzará tan lejos que su recuperación sería imposible. Y, en ese instante, así, tan ensimismado en la tragedia, era consciente de que después de nueve años aún seguía aferrándose a su humanidad. Quizás por eso llevaba aproximadamente seis minutos o menos observando con detenimiento cada detalle del protagonista de sus pesadillas, llegando a la más obvia conclusión; su hermano era un hombre cuyo encanto resultaba no solo peligroso para su cuerpo también lo era para su corazón, era repugnante y sin embargo ahí estaba, perdido en el azul de sus ojos e incapaz de enfrentarlo, no es lo mismo que con Yeonjun o Beomgyu. Con ellos puede desquitarse, puede odiarlos.

Mis vampiros (Sunoo harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora