୭ ˚. hora dorada

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Su cabeza de encontraba en otros lugares menos en la clase que Present Mic les estaba dando. Estaba aburrida y algo cansada, cabeceaba un poco en su lugar ya que la noche anterior no había dormido casi nada.

Estaba entrenando duro pues el festival les respiraba en la nuca. Según lo que les habían comentado, habría muchos héroes presentes que les enviarían ofertas en sus agencias para hacer sus pasantías.
Quería esforzarse al máximo y no quedarse detrás de sus compañeros.

De repente vió como todos sus compañeros salían del salón, seguramente la clase había acabado y ella no se habría dado cuenta por prestar atención a otras cosas.

Suspiró con pereza y el mal humor empezó a florecer en su interior, no le gustaban las noches de insomnio y odiaba sentirse con sueño. Recargó su cabeza entre sus brazos dispuesta a descansar un poco mientras esperaba que otra clase empezara.

Aunque sus planes se vieron interrumpidos gracias a cierto rubio que la veía con fastidio.

— ¿Acaso no vas a salir del maldito salón?

Quiso gritarle que se callara pues la cabeza le había comenzado a doler, sin embargo se limitó a negar con la cabeza mientras seguía acurrucada en sus brazos.

Aunque ella no sabía que de igual manera le había fastidiado sus planes al otro. Quería quedarse solo en el salón y descansar del escándalo que hacían los demás. Pero ahora tenía a la maldita pulgosa durmiendo justo detrás de él.

Chasqueo la lengua rendido al no verla tener intenciones de despertarse e irse, así que se puso a garabatear en su cuaderno mientras escuchaba música.

Él también estaba cansado, estaba entrenando duro estos días para el festival, aunque él sabía que era mejor que todos. O al menos eso era lo que quería pensar.

Estaba demasiado ocupado en sus pensamientos que ni siquiera notó cuando la persona detrás de él despertó soltando una maldición. Dejó de garabatear y prestó atención a la chica detrás de su espalda, que parecía al fin haber despertado.

— Maldición Bakugo, ¿es necesario tener la maldita música tan alta? Puedo escucharla hasta acá.

Todavía estaba algo dormida y su voz sonaba algo ronca y molesta. Él solo atinó a verla de reojo todavía encorvada en su lugar, con todo el cabello por todo el rostro y con los ojos algo cristalizados después de bostezar.

— ¿No estabas dormida, maldita pulgosa?

— No puedo dormir si escucho tu música en mi oreja como si tuviera una maldita bocina alado.

La miró ofendido pero aún así no le reclamó nada, tampoco estaba de humor para pelear. Además, el sueño se le había pegado y el cansancio se hizo más presente en su cuerpo.

— Oi, quítate los pelos de bruja de la cara. La clase ya está por comenzar.

Volvió a colocarse sus audífonos y siguió en lo suyo. Detrás de el, la recién despertada suspiraba con pesar y molestia.

Le había hecho caso, se había levantado y había salido del salón rumbo al baño para lavarse el rostro y peinarse un poco.

Frente al espejo notó que era cierto lo que le había dicho el otro chico, su cabello parecía un nido de pájaros y tenía unas grandes y notorias ojeras debajo de sus ojos.

— Me veo horriblemente demacrada.

Lavó su rostro con agua fría esperando que el sueño se espantara un poco, igual mojó un poco su melena y procedió a peinarse con los dedos. Agradeció a todos los dioses que había traído su bolsita con algo de maquillaje y toallas por si ocurría alguna emergencia.

sun & moon!  ๋࣭ ⭑ katsuki bakugo !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora