El día que le dijeron a su madre que querían ser idols, su madre en definitiva casi las asesina ahí mismo, pero con mucha charla y gracias a will, lograron convencer a su madre para audicionar.
Su madre era una increíble empresaria dueña de una cadena gigante de hoteles y muchas tierras prósperas, las gemelas no pasaban mucho tiempo de calidad de su madre.
Ellas agradecian todo lo que su madre les daba, pero estaban cansadas de su rutina sin tiempo libre, controlaban desde su tiempo de comer hasta el de dormir, ellas no eran el experimento de su madre para crear prototipos de gemelas perfectas.
Todo lo que hacían tenía que ser perfecto, y lo era. Las gemelas se graduaron del colegio con casi cuatro años de diferencia que sus compañeros que entraron al mismo tiempo que ellas, sabían casi 12 idiomas y seguían estudiando otros 4, hacían teatro, canto, baile, arte, semanalmente, y tenían profesores particulares desde matemática hasta etiqueta, y la mayoría de los fines de semana tenían cenas empresariales, que esos eran los únicos días que podían ver a su madre.
Will era el mozo y mano derecha de su madre, que la tarea de este era custodiar todo lo que hacían las gemelas e informarlo a su madre.
Ahora con casi dieciocho años, porfin su madre las escucho, escucho que estaban cansadas, escucho que ya no querían ser unas robots, escucho que ese no era su sueño, ella las escucho.
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Cuando fueron aceptadas en las audiciones, fueron una noticia que se esparcia por todos los trainees de la empresa, las gemelas eran un impacto en la empresa para toda persona que se enterara, pues nunca en la industria se había visto trainees gemelas.
A pesar de que ya tenían cuatro meses siendo trainees nunca habían hecho un amigo, ninguna de las dos, blier no era muy sociable, y blaer en su mayoría no le caían bien los trainees que entrenaban con ellas, pues todos los otros trainees solían dejarlas de lado en muchas actividades, blier le decía que sentían envidia y por eso no las incluían. Esto solamente afecto a blaer ya que uno de sus sueños es poder hacer muchos amigos, y blier la consolaba diciendo que ya iban a llegar las personas correctas.
Cuando le informaron a las gemelas que iban a debutar, blaer se puso a llorar de la emoción mientras que blier la consolaba igual de emocionada, solo que esta última no mostraba tanto los sentimientos que pasaban por su cabeza.
El día que tenían que presentarse con los demás miembros vieron una escena un poco íntima del grupo, al parecer estos ya tenían tiempo en conocerse y ellas serían las ante-ultimas en presentarse, y no se habían dado cuenta que había cuatro ojos viéndoles.
- ¿deberíamos entrar?- susurro blaer.
- no creo que debamos blar, y tampoco creo que debamos estar chismoseando.-
- ¡no estamos chismosea-! - su hermana le corto tapandole la boca.
- no hagas ruido, que los vas a interrumpir blar- le susurro.
Ambas pensaban si tenían que entrar y cortar su aura triste o simplemente largarse y presentarse otro día.
Llegaron a un acuerdo mutuo solo con verse, al parecer uno de los miembros no estaba muy bien y eso había afectado en sobremanera al grupo, era algo tierno si lo pensaba pero al parecer era un tema triste, por lo que el pensamiento de tierno se le fue rápidamente.
Cuando ambas salieron de ahí y se fueron a la cafetería la primera en hablar fue blaer.
- oye blir, ¿crees que les caeremos bien?, se veían muy cercanos todos y que lleguemos de la nada posiblemente no le guste a más de uno.- un tono un poco decepcionado salió de la voz de su hermana.
Blier siempre cuido a su hermana, la más pequeña tenía un corazón de oro y muchas veces no veía las intenciones de la gente, por eso siempre la sobre protegió, además ellas hacían todo juntas, y eran la mejor amiga de la otra.
- se supone que la pesimista soy yo y vos la optimista blar, además se veían como gente cálida, solo que ahora no estaban en su mejor momento.-
- ¿vos pudiste escuchar un poco blir?, yo no llegué a escuchar nada, estaba nerviosa y estaba más preocupada por practicar mi saludo.- puchereo.
- no me digas que estas haciendo pucheros porque no escuchaste, pequeña chismosa.- le encantaba burlarse de su hermana.
- ¡claro que no!- desvío la mirada avergonzada.
- claro que si~ -
Su mini discusión hubiera seguido si no la hubieran interrumpido por el chico que ahora se encontraba parado a lado de ambas. Cuando le miraron al mismo tiempo con la misma cara de duda, el chico comenzó a hablar.
- lamento interrumpirlas, pero ¿se puede saber por qué no se han presentado con su grupo?-
oh oh.
Las gemelas se miraron decidiendo si contar lo que vieron o quedarse calladas y recibir un regaño. Cuando llegaron a un acuerdo silencioso, blier fue la primera en decir.
- no quería y la arrastre conmigo- dijo señalando a su hermana, que esta la miraba con enojo.
y así empezó a regañar a blier como era costumbre, mientras que su hermana le decía al manager que no era verdad y que dejara de regañar a blier, que esta escuchaba todo como si le aburriera.
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