El comienzo de una dinastía...
Luna llena, tan brillante cómo tan grande a su vez, su luz que iluminaba las calles, las casa, los barcos, el mar y las montañas a lo lejos. Pasos rápidos acompañados de una clara respiración agitada, se escuchaban tales pasos por las silenciosas calles hacia los muelles de la vieja Gran Bretaña.
Un hombre totalmente cubierto en ropa y con un bulto de telas en brazos que notoriamente escondía algo, sin pensarlo mucho, aquel hombre dejo el pequeño bulto de telas en un bote que estaba cerca y lo abandono en el lugar, dejando ver a la luz de la luna una pequeña bebé de tan solo pocos meses de nacida. Una bebé muy peculiar a decir verdad, pues era una bebé muy blanca y su cabello rubio casi blanco por completo, era muy llamativa aquella bebé.
• • •
Un pequeño grupo de hombres rodeaban a la pequeña en el bote, algunos confundidos y sorprendidos, otros, enojados y preocupados. Entre ellos se escuchan varios comentarios sobre la bebé.
"¿Quien podría dejar una bebé a su suerte en un bote?"
"¿Qué vamos a hacer con la bebé?"Lo único que podían hacer era esperar a que el Capitán llegue y resuelva la situación. Un hombre humilde y amable estando en tierra firme, pero al estar en su barco, al estar en el mar él era totalmente diferente, haciendo que sea temido pues ese hombre no era cualquier hombre.
A los minutos cuando el Capitán llega al muelle, mira a sus hombres atentos a algo en el bote, él notoriamente confundido se acerca para a ver que pasaba. Quedando atónito ante la imagen de aquella pequeña bebé cubierta en tela, el grupo de hombres rápidamente dirigen sus miradas hacia su Capitán con esperanza de que él sepa que hacer.
Algunos de los hombres llegaron a sugerir llevar a la bebé a la iglesia y explicar la situación pero el Capitán no podía evitar seguír mirando a la pequeña bebé, hasta que uno sugirió que podrían quedarse con ella y criarla como uno de ellos.
-¿Eres idiota o qué? Una niña no puede ser criada en un barco y mucho menos vivir como nosotros lo hacemos. -Comento uno de los hombres que había propuesto llevar a la bebé a la iglesia.
-Fue abandonada aquí, si la persona que la abandono hubiese querido que ella este bien y en un lugar cómodo. Muy bien la hubiera dejado en la iglesia como ustedes proponen. -Dijo aquel hombre alto y aceitunado con un tono molesto mientras se cruzaba de brazos.
-Capitán, usted manda... ¿qué hacemos con está bebé? No me diga que está de acuerdo con Marlon. -Dijo otro hombre del grupo mientras señalaba a aquel hombre alto.
Silenció, total silenció es lo que se escuchaba en ese muelle, el Capitán estaba dudando seriamente que hacer con esa bebé abandonada, sabía que lo mejor era dejarla en una iglesia pero algo en él le estaba tentando a quedarse con ella. Finalmente luego de un rato el tomó su decisión.
-Se quedá... llevenla al barco -Dijo sin más mientras suspiraba y se acercaba a la bebé para tomarla en brazos.- Marlon, me vas a ayudar con la alimentación e crianza de la niña y esperemos que nos sirva en un futuro.
• • •
• • 19 años después. • •
-¡Alicent, deja de correr por el barco! -Le grito el Capitán, Darién.
-Solo estoy jugando padre. -Suspiró mientras se acercaba hacia uno de los hombres que la habían cuidado toda su vida.
-Ya tienes cansados a todos en está nave.- Dijo para luego señalar un grupo de marineros cansados, pues habían intentado atrapar a la joven desde hace un bueno rato.
Alicent no dijo nada y solo se quedó mirando al grupo de marineros, suspiró y volteó hacia otro lado, todos los hombres en ese barco la habían visto crecer, jugaban con ella y a pesar de los años aún no podían atraparla.
-Solo estoy aburrida de estar aquí... es aburrido estar en este barco y no hacer nunca nada. -Se dijo casi para si misma en un susurro pero el Capitán la escucho, Darién al escuchar a su hija decir eso se puso un poco tenso.
-Efrén, Marlon, lleven a Ali a su habitación...
Estos sin cuestionar a su capitán se levantaron y se acercaron a Alicent para acompañarla, ella volteó un poco confundida hacia su padre, pues raras veces él la mandaba a su habitación. Pero al notar que él estaba serio y tenso ella no hizo más que hacer caso, al estar en su habitación ella no sabía que había pasado, se sentía confundida ante lo que había pasado con su padre.
-Capitán... Alicent está en su habitación, se ha quedado Marlon con ella. -Dijo Efrén, un hombre joven que habían reclutado cuando Alicent tenía nueve años.
-Capitán, todos nosotros creemos que ya es hora de que Alicent sea una de nosotros. -Dijo Arnold, el mayor de todos en la nave luego del capitán,
-Ella aún es una niña... -Fue lo único que dijo el Capitán en modo de respuesta, él seguía tenso, la simple idea de que ella sea como ellos le era ciertamente perturbante, pues no quería ese tipo de vida para ella.
-Pero ella ya está cansada, cansada de que le estemos escondiendo cosas. -Dijo Marlon mientras se cruzaba de brazos y se acercaba al grupo de hombres.- Hay que ser honestos, Capitán, Alicent sabe muy que le escondemos cosas y ya no nos podemos estar turnándo para quedarnos con ella cada vez que vamos a robar.
-Eso es cierto... -Suspiró Onniel mientras se acercaba hacia el cápitan, Onniel era el que mayormente se queda con Alicent.
Todos se quedaron callados al escuchar a Onniel, pues era muy cierto lo que Marlon decía, y en parte ya no podían serguir tratando a Alicent comoa una niña de 5 años. Pero después de todo, el que tomaba la decisión era el Capitán.
-Somos piratas, caballeros, está no es vida para una chica como Alicent... es mejor que aún crea que somos comerciantes. -Les dijo como última palabra pero él estaba dudando sobre esa opción.
-Capitán... si me permite, Alicent es buena con una espada, tiene muy buena puntería y ya ni hablar de su caracter cuando está molesta, podría ayudarnos mucho. -Raymond, el que siempre "jugaba" con Alicent, bueno, su juego era más bien un entrenamiento pero siempre hacía parecer que sea un juego.
Todos se quedaron callados pues se notaba como el Capitán seguía tenso ante la situación, él no quería esa vida para Alicent, pues a pesar de que ella en verdad no era su hija él la había criado y cuidado como tal, él sabía que esa no era la vida correcta para alguien como la joven. Suspiró un tanto frustrado, sabía que Alicent podría ser de gran ayuda para ellos y sus planes.
-Solo.... sean amables con ella al momento de hablarle sobre las cosas. -Hablo sin más para luego abandonar al grupo de marineros.
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◇𝓛𝓤𝓝𝓐 𝓨 𝓜𝓐𝓡.◇
FantasiaAlicent, una chica abandonada un bote con tan solo pocos meses de nacida, criada por un grupo totalmente de hombres, el Capitán Darién, siendo su querido padre y unos tres hombres que ayudaron a criarla, Marlon, Onniel y Raymond como sus queridos tí...