-Mi chico de cabello rizado...
↯Percy Jackson sólo sabía una cosa,que definitivamente iba a morir intentando encontrar el rayo maestro y que amaba con toda su alma al niño de los Converse sucios y desgastados.
Y Evan Hernández sólo sabía que amaba a...
—El mejor unboxing que los dioses podrán llegar a tener en sus vidas.
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[🌊]
—Sino podemos con esto,mejor hay que volver al campamento–suplicó Grover–sino fracasaremos...
—Tengo una mejor idea de cómo resolverlo–Percy comentó y todos lo miraron,a ver con qué iría a salir esta vez–
—¿Si?,¿cuál es?–preguntó Evan con un tono divertido aunque a la vez curioso–
—Hermes express,envía las estatuas a todas partes.Algunas directo al Olimpo–dice mientras lee unas paginas con gran atención y dedicación–
—Percy,no puedes enviar la cabeza de Medusa al Olimpo–Annabeth respondió obvia y Evan a lado de ella se aguantaba la risa por tal imprudencia del rizado–
—¿Por qué no?–preguntó con un tono bajo como si fuera un niño inocente de 5 años–
—¿Es en serio?–dijo Annabeth agobiada–a los dioses no les va a gustar
—Para nada–Grover le dió la razón a Annabeth y ella le agradeció con un movimiento de cabeza leve–
—¿Por?
A este punto,Evan ya estaba explotado de lo rojo que estaba por estar aguantandose la risa y unas traicioneras lagrimas se asomaban por sus ojos a tal fuerza que aplicaba para no estallar.En serio amaba la imprudencia de Percy Imprudente Jackson
—Eso se hace con lo peligroso,como las baterías.Hay que enviarlas devuelta
—Definitivamente no,es una mala idea....Evan dile algo–se quejó Annabeth con cierta frustración–
—¿Qué le digo?
—Siempre que dices algo él lo hace,dile que es mala idea de una vez–ordenó Annabeth y Grover soltó una pequeña risa,sin duda lo tenían dominado al pobre niño–
—Eso no es cierto–se defendió Percy con una gran indignación–
—Percy,tienen razón,¿qué tal si acausa de esto nos sucede algo malo o los alteramos más?
—Nah,no creo que pase nada–respondió con calma Percy–
—Van a decir que eres un impertinente–comentó Evan yendo hacia el lugar de Percy para ponerse a lado de él–
—Soy impertinente.
—Y lo sabemos,pero nosotros no lo somos–suplicó nuevamente Annabeth–
