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La semana había pasado demasiado rápido para el gusto de Shadoune.
Ya era sábado y por lo tanto, conocería a la hermana de Spreen
Estaba nervioso, a pesar de que Spreen le dijo que no se preocupara, estaba preocupado.
Y es que jamás pensó que estaría en esa situación, al menos no tan pronto, pero no era momento para arrepentirse, no cuando estaba a una cuadra de la casa de Spreen
Pensó en llevarle flores, pero recordó que Spreen le había dicho que su hermana no era muy de ellas, entonces tachó esa idea.
— Vamos Shadoune, sólo conocerás a la hermana de tu aún no novio, por lo que eso la convierte en tu aún no cuñada. Sencillo, no tengo por qué preocuparme
Para cuando estuvo enfrente de la casa de Spreen ,se dio el tiempo de darse ánimos y tocar el timbre, la puerta se abrió dejando ver a Spreen
— ¡Shad!
— Spreen
— Me estaba poniendo mis medias — miró hacia abajo, viendo como Spreen tenía una media puesta y su otro pie no lo tenía — Podes esperar en la sala mi mamá salió
Se hizo a un lado para que el alfa pasara, éste entró a la casa susurrando un «permiso» y quitándose los zapatos, como su mamá le habia enseñado cuando era más pequeño, Spreen lo guió hasta la sala.
— Espera aquí, no me tardó —le dijo.
Shadoune asintió y vio a Spreen salir de la habitación.
LA CASA HUELE A SPREEN, ME ENCANTA.
Shadoune estuvo de acuerdo con su lobo, también podia oler un leve olor a canela y chocolate (que suponía que era de la madre de Spreen), todo lo demás era el olor de Spreen, miel y avena.
Dejando de lado el aroma del chico, la sala era acogedora. Los tonos café y blanco constrataban perfectamente y la chimenea le daba un toque hogareño.
Habían unos cuadros con fotos, puso distinguir a Spreen en varias de esa, su favorita era donde aparecia disfrazado de payasito, debía de tener como tres años en esa foto.
— ¡Listo! Podemos irnos
Salieron de la casa, no sin antes asegurarse de que la puerta este cerrada.
(...)
Hace cinco minutos Spreen había hablado con su hermana, ésta le dijo que llegaría en diez minutos, lo que lo puso más nervioso.
— Shad, ¿estás bien? — dijo al ver a la pierna de Shadoune moverse repetidamente.
— Estoy nervioso, ¿Y si no le caigo bien?
— Lo harás, créeme, ¿Te digo algo sobre mi? — Shadoune asintió — No me suelen caer bien muchas personas, en la escuela sólo me caen bien como veinte personas y sin embargo, es sólo porque tengo que convivir con ellas, mi hermana sabe que si le presento a alguien es porque es especial
Shadoune sonrió sin gracia.
— Gracias por darme ánimos
— No tenes por qué agradecerlo — se escuchó la campanita de la cafeteria, una alfa apareciendo por ella — ¡Mayichi acá!
Los músculos de Shadoune se volvieron a tensar en cuanto vio a la mujer acercarse a ellos y abrazar al azabache
Su cabello era naturalmente castaño, sus ojos color amarista igual a los de Spreen, sí, parecían hermanos.
— ¡Osito! —saludó la chica — Te extrañe
— Yo igual —dijo separándose de el abrazo — Mayichi él es Shadoune — tomó la mano del azabache — Mi futuro alfa
La alfa miro a Shadoune, extendiendo su mano cuando terminó de analizarlo.
— Un gusto en conocerte Shadoune, soy Mayichi Buhajeruk hermana mayor de Spreen — se presentó.
— El gusto es mío — aceptó el saludo
Luego de aquella mini presentación, la alfa les hablo sobre su viaje a Paris, contando sobre cómo una señora la confundió con una modelo.
El omega menor dijo que tenía que ir al baño, yéndose de ahí dejándolos solos.
Que no me pregunte nada
— Y dime, Shadoune ¿Cuántos años tienes?
Ya empezó
— Tengo dieciséis
— ¿Qué clases de intenciones tienes con mi hermano? — lo miró seria, asustando un poco al pelirrojo
Estaba hablando con una alfa, el siendo uno sabía lo protectores que podrían ser con los miembros de su familia. Tenía que pensar bien antes de hablar.
— Su hermano me gusta mucho, podría atreverme a decir que hace más de seis meses meses y hasta hace poco que empezamos a hablar, sólo quiero hacer las cosas bien con él y que sea feliz —
La alfa ablandó su mirada, desde que vio al alfa pudo notar que no era un patán.
— Me alegro que lo quieras, Spreen merece a alguien que lo haga sentir feliz y amado, eres el indicado
Shadoune sonrió, ya tenía el apoyo de su cuñada al menos.
Segundos después apareció Spreen
— ¿De qué me perdí? —preguntó viendo a Shadoune , quien solo negó y sonrió
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