UNA MAÑANA TENSA

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Malena avanzó con paso decidido por el sendero del bosque, la oscuridad envolvía su camino mientras las ramas crujían bajo sus pies. Finalmente, llegó al claro del bosque, donde la luna brillaba sobre la superficie tranquila del lago. Se acercó a la orilla y se sentó bajo el árbol que recordaba de su último encuentro con Iván.

Un suave murmullo rompió el silencio, y Malena giró la cabeza para ver a Iván emergiendo de entre las sombras del bosque. Su corazón dio un vuelco al verlo, y una sonrisa iluminó su rostro.

"Iván", dijo Malena, su voz llena de alegría. "Qué sorpresa verte aquí."

Iván se acercó a ella con una sonrisa tranquila y se sentó a su lado. "Me alegra verte también, Malena", respondió él, su voz suave y reconfortante. "¿Cómo ha sido tu día?"

Malena se relajó al sentir la calidez de la presencia de Iván a su lado. "Ha sido un día tranquilo", dijo ella, con un suspiro de alivio. "Clases aburridas, como de costumbre, pero luego me reuní con Erik y hablamos sobre nuestro próximo proyecto de ciencias."

"Suena interesante", comentó Iván, inclinando la cabeza ligeramente. "¿De qué se trata el proyecto?"

"Estamos planeando investigar la flora y fauna del bosque", explicó Malena, su entusiasmo creciendo a medida que hablaba. "Esperamos poder identificar algunas especies nuevas y aprender más sobre el ecosistema local."

Iván asintió con interés mientras Malena continuaba hablando sobre sus planes para el proyecto. Se sentían cómodos el uno con el otro, compartiendo sus pensamientos y sueños bajo el manto de la noche estrellada.

A medida que la conversación fluía entre ellos, Malena se sentía cada vez más relajada y en paz. La presencia de Iván la reconfortaba, y su tranquilidad la envolvía como una manta cálida en una noche fría.

Finalmente, cuando las estrellas comenzaron a desvanecerse en el cielo y el amanecer se acercaba, Malena y Iván se despidieron con una promesa de encontrarse nuevamente. Se levantaron juntos, compartiendo una última mirada significativa antes de separarse y regresar a sus propios caminos en la oscuridad del bosque.

Malena se despidió de Iván con una sensación de calidez en el corazón, agradecida por su compañía y el confort que le había brindado en medio de la oscuridad del bosque. Con paso ligero, emprendió el camino de regreso a casa, las palabras de su conversación con Iván aún resonaban en su mente mientras avanzaba por el sendero del bosque.

A medida que se acercaba a su hogar, el aire fresco de la mañana le llenaba los pulmones, renovando su energía y levantando su ánimo. Pronto, divisó la gran mansión familiar entre los árboles, con su imponente presencia y sus ventanas iluminadas por la luz del sol naciente.

Al entrar en la casa, Malena se encontró con la quietud habitual de las mañanas. Su padre ya se había ido a trabajar, como de costumbre, dejando una nota en la mesa con un desayuno preparado. Malena tomó un sorbo de su café mientras repasaba mentalmente cómo sería desayunar con su padre.

La relación entre Malena y su padre siempre había sido complicada. Desde la muerte de su madre, Jaime Fuentes se había sumergido aún más en su trabajo, dejando a Malena sola para enfrentar sus propios demonios. Las conversaciones entre padre e hija eran escasas y tensas, llenas de silencios incómodos y reproches no expresados.

Malena se sentó a la mesa y comenzó a desayunar en silencio, recordando los días felices de su infancia cuando su madre aún estaba viva. Cada bocado de comida le recordaba los momentos compartidos en la mesa familiar, las risas y las historias compartidas.

De repente, la puerta se abrió y Jaime Fuentes entró en la cocina, su rostro cansado y preocupado por las preocupaciones del trabajo. Malena se tensó al verlo, preparándose para otra interacción incómoda con su padre.

"Buenos días, Malena", dijo Jaime, su tono neutro y distante. Se sentó frente a ella y comenzó a servirse un café, sin mirarla directamente.

Malena respondió con un débil "buenos días", sintiendo el peso de la tensión entre ellos. Durante unos momentos, el único sonido en la cocina era el tintineo de las cucharas revolviendo las tazas de café.

Finalmente, Jaime rompió el silencio con una pregunta sobre el trabajo de Malena en el instituto. Malena respondió brevemente, evitando mencionar su encuentro con Iván en el bosque.

La conversación continuó en un tono neutral, lleno de preguntas superficiales y respuestas cortas. Malena se sentía atrapada en un ciclo interminable de incomodidad, deseando escapar de la presión de la situación.

Después de terminar su desayuno, Malena se levantó de la mesa y se preparó para irse, deseando alejarse de la atmósfera opresiva de la cocina. Jaime apenas la miró mientras ella se despedía y salía de la casa, dejándola sola con sus pensamientos y emociones.

En el exterior, el sol brillaba sobre el paisaje tranquilo del jardín, ofreciendo un respiro bienvenido de la tensión en el interior. Malena inhaló profundamente el aire fresco, sintiendo el peso de sus preocupaciones disiparse con cada respiración.

Decidida a dejar atrás las tensiones del desayuno, Malena se dirigió hacia el instituto con renovada determinación. El día estaba lleno de posibilidades, y ella estaba lista para enfrentar lo que sea que el destino le depare.

El camino hacia el instituto pasó rápidamente, y pronto Malena se encontró frente a las puertas del edificio familiar. Con un suspiro de alivio, entró en el ajetreo y el bullicio del día escolar, dejando atrás las preocupaciones del hogar por un tiempo.

Las clases transcurrieron con relativa normalidad, aunque la mente de Malena seguía divagando hacia su encuentro con Iván en el bosque. Cada vez que cerraba los ojos, podía ver su rostro sereno y escuchar su voz suave, recordándole la tranquilidad que había sentido a su lado.

Al terminar las clases, Malena se reunió con Erik fuera del instituto, compartiendo sus planes para ir a jugar a los bolos esa noche. Erik se mostró entusiasmado con la idea, prometiendo pasar un buen rato .

Juntos, caminaron hacia el centro de bolos, con la esperanza de disfrutar de una noche divertida y sin preocupaciones. A medida que se acercaban al establecimiento, Malena sintió que una sensación de emoción crecía en su interior, anticipando la diversión que les esperaba esa noche.

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⏰ Última actualización: Jun 09 ⏰

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