Destino Desconocido

Kanda Yuu

Cuando Kanda Yuu contemplaba su futuro, lo primero que llegaba a su mente inevitablemente era ella, su amada novia Alma. Ahora que había logrado tener una envidiable estabilidad económica a sus 24 años y su pequeño hermano empezaba a encaminarse en la vida, el estoico japonés, pensaba que sería un buen momento para dar el siguiente paso en su relación, él estaba listo para compartir su vida con Alma y esperaba que su amada también.

El inicio de su relación fue inesperada y caótica, con tan solo 5 años Kanda pasaba por un mal momento familiar, los constantes gritos y peleas entre sus padres le causaban una gran ansiedad, el niño no sabía qué pasaba y mucho menos como solucionarlo, Alma fue un bálsamo que ayudó a calmar todos sus miedos en ese momento y fue un gran apoyo cuando las cosas empeoraron con cada año que pasaba.

La joven fue su amiga y su confidente, en su último año de preparatoria Kanda Yuu estuvo seguro de sus sentimientos, por lo que logrado reunir todo el valor que pudo le declaro su amor y la chica se volvió su novia, sus años con ella habían estado llenos de tranquilidad y cariño, Alma era una joven hermosa por dentro y por fuera. Para Kanda, su novia era la única persona que le entendía y confiaba ciegamente en ella. Alma nunca lo había lastimado, era su amiga, su confidente y esperaba que pronto fuera su esposa.

Sentado en un restaurante con un traje impecable y en su bolsillo un anillo de compromiso, Kanda esperaba ansioso la llegada de su novia, dispuesto a hacer que aquel aniversario número 5 fuera inolvidable para ambos, pero cuando Alma llegó, supo que algo andaba mal, la mujer no traía su usual pañoleta adornando su cabello y se veía sutilmente desalineada, sabía que su amada ponía demasiado empeño en su aspecto personal teniendo en cuenta cualquier pequeño detalle.

Aquello le dijo que Alma estaba preocupada o planeaba decirle algo que no le agradaría escuchar, una clara señal de malas noticias. La situación provocó un poco de ansiedad en el joven, pero no se mostró debido a su estoico rostro.

... Hola Yuu — saludo Alma con una sutil sonrisa y mirada indescifrable.

Hola Alma — respondió levantándose y ayudándola a sentarse como el caballero que era. Pasados un segundo decidió ser él quien iniciara la conversación — ¿Sucedió algo?

¡No!... — se apresuró a decir, pero al no estar convencida de que negarlo fuera lo correcto decidió hablar, ella necesitaba ser sincera — Sabes Yuu, tenemos 24 años.

Losé, ¿Qué pasa con eso? — interrogó confundido

Es solo que... — intento hablar, indecisa de siquiera pronunciar una palabra, bajando la mirada ella pregunto — ¿Alguna vez imaginaste como seria tú futuro?

Kanda permaneció en silencio un momento, desconcertado por las pocas palabras de su pareja la llamó suavemente para captar su atención — Alma

¿Qué tratas de decir? — cuestionó preocupado tomando su mano, conocía esa mirada muy bien, era una mirada de incertidumbre — Escúchame Alma, puedes decirme lo que sea, yo te escucharé, porque antes de ser una pareja, somos mejores amigos.

Aquello le dio la seguridad a la joven de levantar la mirada y verlo a los ojos, con un profundo sentimiento de culpa pronunció las palabras que tenía guardadas desde hace tiempo — Recibí una oferta para estudiar botánica en una universidad de Italia, si acepto... me iría por más de tres años.

Sus palabras fueron como afilados cuchillos y un torbellino de alegría, aquellas disparejas emociones se juntaban en su interior, era una gran oportunidad y estaba feliz de que reconocieran las grandes habilidades que tenía la joven, la tristeza también se había pasó en aquel momento, estaría lejos varios años y existía la gran posibilidad de que nunca volviera.