Los rumores y cuentos del mundo susurran que lo único que se sabe de Hwang Hyunjin, aparte de su nombre, es que es un príncipe de alto prestigio de una tierra lejana y hermosa. Sin embargo, en sus 23 años, nunca logró poseer magia, un secreto guarda...
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Una vez Terminaron de investigar y salieron de la cueva, Hyunjin estaba hablando con Han, y probablemente él no notó la forma en que este último le coqueteaba , pero Christopher si, y eso le causaba mucha inquietud.
Porque Han le tocaba el pelo, tomaba su brazo, le hablaba de lo precioso que era y etcétera, etcétera. Incluso tomo su mano para besarla con suavidad.
Christopher luego de que Han se dirigiera a su casa, estuvo tratando a Hyunjin de forma distante y cortante.
Cuando Hyunjin exigió una explicación, Christopher vaciló antes de murmurar algo confuso.
—¿Dices quererme pero de repente me tratas así? Eres la única cosa que no logro entender en todo el mundo, Christopher.
Hyunjin sintió mucha tristeza, ¿acaso le había mentido? ¿No lo amaba? ¿Por qué actuaba distante? Christopher sin saberlo dañaba con ese comportamiento a Hyunjin.
—¿Hice algo malo?
Preguntó Hyunjin, Christopher no respondió. Ya llevaba aproximadamente una hora escuchando a Hyunjin pero no le respondía, solo lo veía con el ceño fruncido mientras se mantenía recostado de la mesa.
Hyunjin frustrado por la incapacidad de Chris de dar una respuesta clara, resopló y se alejó pisando fuerte hacia la habitación.
Sintiéndose perdido y desesperado, Christopher siguió a Hyunjin en el momento en que este se retiro de la sala.
No sabía cómo explicar que sentía celos fuertes, porque nadie nunca le había hecho sentir tantos celos.
Camino y lo observó sentado en la cama con la cabeza gacha, Chris se sentó junto a Hyunjin sin decir una palabra.
Hyunjin también permaneció en silencio, permitiendo que Christopher lo mirara fijamente; buscando pistas debajo de esas largas pestañas que ocultan la oscuridad líquida que se acumula en lo profundo de su alma.
Era evidente que su comunicación habitual les había fallado.
Tanto que los dejó a ambos ansiando algún tipo de acercamiento con más urgencia de lo que las palabras podrían transmitir sus emociones.
En un intento frenético de salvar el abismo que los separaba aún más, Christopher se acercó a Hyunjin y lo miro detenidamente.
—Hyunjin..—lo llamo—. Mírame.
Christopher se sentía confundido y frustrado, no sentía que Hyunjin lo correspondiera del todo y temia que alguien más que no sea él, robara su corazón por completo.
