Episode 1.

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Soy un espíritu libre

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Soy un espíritu libre.

La más pequeña de las dos mujeres de la familia bajo primero del tren, después su madre y por último su padre.

Ashley recorrió con su mirada tan...

—¿Ashley, porque no llevas tu lazo?-pregunto su madre, estaba en problemas.

—No lo encontré en el bolso de viaje.-trato de excusarse.

—Ashley...-su madre la miro con reproche y saco de su bolsillo, un moño que combinaba con su vestido.

—¿Como...?-pregunto anonada.

—No soy idiota Ashley, yo también fui adolescente.-su madre ato el lazo a una pequeña parte de su cabello.

—Vámonos.-ordeno el mayor de la familia, el Sr. Anderson.

- si padre.-Ashley bajo la cabeza y siguió a su madre en silencio.

[...]

Los tres, en una lujosa carreta, llegaron a Avonlea, se desviaron ligeramente del camino para llegar a una mansión, casi un castillo. Tenía más de 300 metros cuadrados y eso, solamente era la casa.

A los alrededores, crecían miles de millones de rosas y algunas se habían enredado en las columnas.

La casa, por fuera era gigante, era blanca, con caminos de piedra liza para embellecer la casa.

Ashley entró en la casa, con su sombrilla y rápidamente la cerro. Observó los hermosos pisos de mármol brillantes, y una escalera a unos 20 metros de la puerta. Que de ancho debería de medir hasta 5 metros.

Ashley subió las escaleras a toda prisa, para encontrarse con 5 pasillos, tres que comenzaban en frente de ella. Y dos más a sus costados. Ashley corrió hacia el pasillo a su izquierda y volvio a doblar y entró en su habitación...su...nueva habitación.

—es... hermosa...—ashley recorrió con sus dedos la fina pared de cerámica que se extendía por todo el gran cuarto.

La cama era de dos plazas, y estaba en el centro de la habitación. Tenía una mini biblioteca y hasta una mesa y seis silla para tomar el té.

Su casa, tenía la suerte de ser la primera en Avonlea con electricidad.

En una semana empezaría las clases, y no quería perderse nada. Así que su madre le pidió a la sirvienta que consiguiera los libros y 3 pizarras, una para la escuela y dos más por las dudas. 8 tizas cada mes y 9 libretos. Más 45 diferentes tipos de telas, para bordar.

Si, eran exageradamente ricos.












Si, eran exageradamente ricos

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