Capítulo 10: Negocios literarios

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POV: Kaido

Tal vez el control de Saiko sobre nosotros para sacarnos información haya hecho que recaude pruebas o avistamientos de los acontecimientos raros de Saiki, va a ser raro, pero debería llamarle…me será de gran ayuda y ahora mismo la curiosidad es mayor que la vergüenza.

POV: Aren

Hacía varios días desde que empecé a trabajar como guardaespaldas de Saiko, ahora hasta tenía una habitación en la mansión cerca de la de Saiko,parece que el trabajo de cuidar a ese insufrible pijo era 24h, aunque tampoco niego que más de una noche me la pasaba en la habitación de Saiko…

Hoy mi trabajo era bastante fácil, levantar a Saiko, asegurarse de que desayuna, lo justo y necesario, porque al parecer Saiko ordena doscientos platos de desayuno y luego no se comía ni la mitad, pero para él las palabras “guardalo que me lo comeré más tarde” no existen.

Despertar se convierte en mi peor pesadilla y más al ver que ya eran las 8 de la mañana…hora de sacar a los perros, o bueno, a la perra.
Me acerqué tranquilamente al costado de mi jefe que aún seguía durmiendo, era bastante agradable la verdad, ver a alguien tan molesto y gritón como él ahora tan dócil y tranquilo…casi me parecía bonito. ¿Qué podría estar a la altura de despertar semejante ángel? Con la paz llega la violencia, plancha está bien. Eso pensé mientras me lanzaba en plancha encima de mi jefe, me iba a reñir por despertarlo de todas formas aunque deba despertarlo, así que…¿por qué no ganarse el castigo?

Y así vinieron los primeros gritos de la mañana, en este momento realmente no entiendo prácticamente nada de lo que dice, pero he oido algo de esperarlo en el comedor y no molestar mientras se cambia.

Cuando fuí al comedor escuché a su padre hablar con unos hombres a los cuales no había visto en mi vida y me escondí detrás de la puerta para escuchar, hacía tiempo que no actuaba como policía, ni siquiera me acordaba de que lo era la mayoría del tiempo. Habían dejado unos papeles sobre la mesa y estaban a punto de irse, tal vez podría acercarme cuando se fueran y echarle una leída rápida intentando quedarme con lo máximo que pueda, si me ven podría hacer como que los ordeno y estaba limpiando la mesa o algo así, podría tener algo que ver con…

-¿Se puede saber que estás haciendo? Sois pobres porque no sabéis trabajar bien ¡mi móvil lleva sonando media hora y aun no lo has cogido! -dijo el rico del cual me había olvidado que podría verme todo este tiempo, tenía una expresión de asco puro y entonces comenzó a mirar extrañado hacía la puerta tras la que me escondía.-¿Estás vigilando a mi padre? Ven, tú y yo tenemos que hablar.

Perfecto, tengo un aviso, como la vuelva a cagar así me despedirán, tendré que ganarme otra vez la confianza del pijo…tal vez si lo llevo a algún sitio a dar una vuelta, pero sonaría a cita…

Las llamadas eran de Kaido, cuando alguien llama 5 veces sabes que es importante…al menos lo tengo a él, si le propongo quedar y llevo a Saiko no será rollo cita, no se sentirá intimidado (ni yo tampoco) y entonces podré ganarme su confianza y saber que quiere Kaido.

¡Dos por uno! Pienso esto mientras me doy cuenta de que me he tragado toda la bronca de Saiko sin darme cuenta, ahora no es buen momento para preguntar…esperemos a después de comer. Los tratos se pactan mejor cuando el resto de cosas están saciadas y no tienes nada más en mente.

Fui a la cocina a recoger los platos del desayuno para Saiko, los lleve a la mesa donde él estaba sentado,¿Te puedes creer que tiene una habitación para cada comida diaria?

Entre en el comedor para el desayuno y llevar a la cocina el resto de los platos de Saiko, él estaba sentado en la silla central a la cabeza de la mesa mirando el móvil sus ojos esmeraldas paseaba la mirada por la pantalla de forma desinteresada, hasta que yo entre en la habitación con un rápido movimiento sus ojos se fijaron en mí, más precisamente en los movimientos que hacía, podía sentir a Saiko mirándome fijamente, sus orbes verdes no demostraban ningún sentimiento pero había algo que no podía explicar.

-¿Qué miras tanto, chulo?-le dije sin siquiera darme la vuelta.

-Si yo soy chulo, tú eres mi puta. Además solo me estoy asegurando de que no robas nada- Juro que en este momento le hubiera hecho un piercing precioso en todo el labio de un puñetazo amistoso. Pero me contuve por la necesidad de que aceptara mi propuesta. Su sonrisa de rata me lo ponía aún más complicado. Respiré y me giré para decirle calmadamente.

-Más que chulo…emo, que no sales nunca de esta maldita casa, ¿es que no tienes amigos?- dije devolviendo la misma sonrisa irritante, a mi a capullo no me gana nadie.

-¡Claro que tengo amigos! ¿tú qué sabes? mira voy a salir ahora mismo, seguro que Saiki…

-De hecho, creo recordar que Kaido quería quedar para tomar algo y hablar- le interrumpí.

-¡Eso! Voy a quedar con Kaido, y tú te vienes, así verás lo buenos amigos que somos.-Es tan fácil manipular a este hombre y su pobre ego sobre subido que no hacerlo era casi un reto, y la verdad, que saber que puedo tenerlo a mi merced tan sencillamente me encanta…Aunque puedo tenerlo cuando me apetezca…ya sabéis…

El día pasó con tranquilidad, sin mucho trabajo, sabía que le pasaba algo a Saiko digamos que no estaba tan subidito como de costumbre pero tampoco era un cambio radical, aunque me importaba demasiado poco como para preguntar. Cuando se hicieron las cinco y media Saiko y yo salimos de su casa, mansión, dirigiéndonos hacia el café en el que estaba Kaido.

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⏰ Última actualización: Apr 10 ⏰

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