Prólogo: One For All & All For One

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El mayor héroe de todos luchaba con fervor. El mayor villano jamás existido estaba atacándolo a matar.

Tras una lucha sin igual, el Símbolo de la Paz, All Might, se alzó vencedor. Sin embargo, All For One, el Símbolo del Miedo, le logró lastimar antes de caer derrotado.

El héroe tenía un agujero en su torso. Trozos de sus pulmones y vísceras se desparramaban entre charcos de su propia sangre. Finalmente, el héroe cayó.

De entre los escombros de la batalla, un viejo con bata de doctor, un par de gafas extrañas y un gran bigote salió corriendo hacia el villano. En sus manos llevaba un frasco con un líquido negro etiquetado como V-252.

—No...—Habló débilmente el villano—... Sobreviviré... Dáselo... A él—Una sonrisa malvada se formó con debilidad en su rostro.

—¿A All Might?—Dijo el viejo, confundido—. ¡Pero-!—El villano lo cayó.

—No me cuestiones...—Amenazó—. Dáselo... Y sácame de aquí...

Aún dudoso, el viejo se acercó al héroe moribundo, abrió el frasco y dejó caer el líquido cerca de él. El líquido comenzó a moverse como si estuviera vivo, acercándose al héroe. El líquido entró por el agujero que el villano le causó a All Might. 

El doctor tomó al debilitado villano y escapó del lugar. 

Para cuando las ambulancias llegaron, el agujero en el héroe ya no estaba y su respiración tortuosa se había apaciguado. No había rastro del líquido negro.

...

El tiempo pasó y All Might se recuperó magníficamente. Fue como si nunca hubiera sido lastimado. De hecho, estaba incluso más fuerte.

Su traje también cambió, aunque nadie supo de donde salió el nuevo.

Su traje también cambió, aunque nadie supo de donde salió el nuevo

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Sin embargo, eso no fue lo único que cambió en él. Poco a poco, se volvió más violento, rudo y desconsiderado.

Conforme pasaba el tiempo, esta nueva actitud se hacía más notoria. Es así como su aprobación bajó rápidamente. Pero, inversamente proporcional a su baja de popularidad, era su habilidad para detener criminales.

Cada vez se hacía más fuerte, más rápido, más resistente. Cada vez se hacía más violento, más frío, más... Malo.

Sin embargo, aún mantenía un poco de humanidad, cosa vista cuando pasaba tiempo con los Shield, sus amigos, especialmente con la pequeña Melissa, su casi sobrina. Pero su relación con David, el padre de la niña, poco a poco se iba pudriendo.

Cuando se retiraba a dormir, All Might soñaba. Toshinori Yagi, All Might, nunca había sido un soñador extravagante. Pero desde esa pelea, comenzó a soñar cosas raras. Soñaba con un extraño planeta, uno que la humanidad aún no había descubierto. Era de color rojo.

Lo que más destacaba del planeta, sin embargo, es que se movía. Y no como la Tierra. Se retorcía, moldeaba, cambiaba su forma. Era como si estuviera vivo.

Cada noche, con cada sueño, se acercaba más al planeta. Hasta que finalmente llegó a su superficie. El cielo y las nubes eran rojas cual la sangre, mientras que el suelo era una amalgama de colores, predominando el negro y el rojo, con retazos amarillos, blancos, azules... Todo el suelo parecía líquido, pero al tocarlo actuaba más gelatinoso o incluso sólido. Todos los colores del piso se retorcían, mostrando los cambios que Toshinori ya había visto en la superficie del planeta. Pero todo parecía moverse en un patrón. 

Comenzando a seguir el patrón, Toshinori se adentró más en el extraño planeta. Hasta que finalmente lo vio. 

Un trono gigantesco se alzaba, y el suelo giraba al rededor de él. Sobre el trono se sentaba una figura igual de gigantesca. Era un ser atemorizante, grotesco incluso. Lo que parecía ser una araña se dibujaba en su pecho y una macabra sonrisa estaba permanentemente fijada a su rostro. En su mano derecha tenía asida una espada que parecía estar hecha del mismo material que el planeta. A su alrededor, se arremolinaban grotescos seres, inclinándose como si fuera su rey o su Dios.

 A su alrededor, se arremolinaban grotescos seres, inclinándose como si fuera su rey o su Dios

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El extraño Dios comenzó a reírse y sus súbditos lo imitaron. Las carcajadas hacían los oídos de All Might doler, hasta que despertó. Sus oídos sangraban.

Ese sueño se repitió una y otra vez. Pero cada vez alcanzaba a soportar más. Hasta que comenzó a reír con ellos.

El temor que sentía por esos seres poco a poco comenzó a desvanecerse. Una noche, cuando soñaba, se vio las manos. Se había transformado en uno de ellos.

Mientras más parecido a ellos se volvía en sus sueños, más violento se hacía en la realidad.

La mala forma en la que Japón lo miraba lo motivó a dejar su natal país para marcharse a Estados Unidos.

Los años pasaban. En su mundo de sueños, All Might se volvía cada vez más parecido a esos monstruos. En el mundo real, cada vez actuaba más como un monstruo.

Finalmente, tras cinco años lejos de su patria, All Might volvió a Japón. 

...

14 años antes...

Una mujer estaba de parto. Tras mucho esfuerzo, el bebé logró nacer. Lastimosamente, su madre había perdido muchas fuerzas...

Los años pasaron y el niño, acompañado por su padre, iban a visitar la tumba de la madre cada semana.

Finalmente, a los 4 años, el niño fue llevado por su padre al médico para que le dijeran cuál era su quirk. Pero no había ni un quirk.

Devastado, el niño tuvo que soportar los siguientes 10 años de su vida llenos de odio por parte de sus compañeros.

Su padre le había enseñado a nunca mentir. Pero fingir estar bien todos los días hizo que se diera cuenta que se convirtió en un mentiroso compulsivo.

Su padre lo apoyaba, aunque para eso tuviera que matarse en el trabajo. Trabajaba en una farmacéutica, LIFE.

Pero los químicos y otro material con el que trabajaban lo estaban matando. Ahora no podía apoyar a su hijo, no podía ni siquiera salir de cama.

El chico de cabello esmeralda que alguna vez fue un rayo de sol, lleno de alegría, se había apagado. Y eso solo hizo que las burlas de sus compañeros se intensificaran.

El niño se envenenó.

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