Capítulo 2

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Oscuridad.

Eso era todo lo que sabía. No supo cuánto tiempo permaneció en el Limbo, simplemente esperando. Esperando algo... o alguien. No sabía qué estaba esperando, pero la Oscuridad era su única compañera. El tiempo era un concepto relativo y fluía de manera diferente en comparación con el Plano Mortal.

¿Cómo había llegado a esto?

No lo sabía. Deseaba poder abandonar la Oscuridad pero estaba esperando a... ¿alguien? ¿A quién estaba esperando? La mayor parte del tiempo, recordaba el verde brillante (lo acompañaba un completo terror) antes de convertirse en lo que era ahora.

No sabe cómo, pero acaba de tener esta... sensación de que pronto abandonará la Oscuridad. Estos pensamientos le trajeron una forma de paz.

Especialmente porque su esencia estaba dolorida, mutilada más allá del reconocimiento. Lento pero seguro, las otras piezas se estaban volviendo a unir.

Dolor.

Enojo.

Odiar.

Remordimiento.

Felicidad.

Entero.

Tantas… emociones. Lo llenaron mientras Él mismo se cosía. Era nuevo y odiaba y amaba poder sentir una vez más. Una vez supo estos sentimientos y trató de deshacerse de ellos.

¿Cómo se desgarró? ¿Cómo se llegó a esto?

La Oscuridad a menudo le impidió recordar su propia existencia. Era como si fuera la esencia primordial de lo que solía ser. La Oscuridad impidiéndole recordar mientras la Oscuridad se reparaba a sí misma como para protegerla: un pensamiento tan extraño.

Porque Darkness no era amable ni malvada, ni siquiera neutral. Simplemente lo fue. Quizás olvidar fue una misericordia, para que no se sintiera abrumado por sus nuevas emociones y su nuevo yo.

Recuerdos de verde brillante y rojo cruel, blanco y negro con risas crueles y burlonas de fondo. La memoria del poder: poder y miedo totales. Esos a menudo se filtran a través de sí mismo.

Oscuridad.

Soledad. Pero ya no estaba solo, ¿verdad?

Calor.

Esta presencia. Era... familiar. Tan familiar, como un recordatorio de quién solía ser. Aparecía a menudo, calentando la Oscuridad con su presencia como para asegurarle que no estaba sola.

Un...alguien, una presencia familiar. Porque la presencia no podía ser otra que un 'alguien'. No debería haberle resultado familiar la presencia más reciente.

Era simplemente lo que era.

Nada mas. Nada menos.

Entonces, ¿por qué estaba esperando? ¿Esperando a alguien? ¿Ese... alguien de color verde brillante que los había seguido a menudo? ¿Alguien que hubiera conocido?

Tom.

¿Tom?

¿Era eso lo que era? ¿Quién solía ser?

Al vals con el maestro de la muerte /TRADUCCION/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora