Pasaron 2 meses, había revelado que ya no me agradaba en lo más mínimo ir a vivir con mi papá, solo que cometí un pequeño error, decirlo frente a mi padrastro.
Mi padrastro cada día de encargaba de arruinarme la vida sin ningún tipo de compasión, y mi relación con mi madre parecía cada vez más a la relación de un vagabundo y un millonario malcriado.
Mis días seguían siendo iguales, siempre la misma historia. Mi padrastro inventaba algo para joderme, mi mamá le creía más a él que a mi y lo apoyaba más a él que a mi, esto se traducía en más golpes, gritos e insultos.
Por estos días iba a mi lugar seguro muy seguido, el bosque de la mina de sal, es tan relajante y tranquilo, uno se olvida de todo estando allí, solo se trata de recostarte sobre el pasto, respirar profundo el aire fresco y escuchar como el viento mueve las ramas y las hojas de los verdes árboles mientras que los pajaritos vuelan y cantan libremente, estar allo era lo único que llegaba a producirme un poco de paz aunque fuera por un corto periodo de tiempo.
Entre tanto tiempo que pase allí comencé a reflexionar sobre mi vida, mi pasado, mi presente y mi futuro. Entre reflexión y reflexión me di cuenta de que nunca fui ni parecí una persona común de mi edad ni del género que se me fue asignado al nacer. Acababa de descubrir que en realidad no me sentía como lo que se suponía qué era, siempre fui consciente de que era distinto pero no sabía muy bien de que manera era distinto hasta ese momento. Lo sabía, sabía que era un chico trans pero había un pequeño problema, en ese momento recordé lo que sucedió entre mi mamá y yo cuando le dije que me gustaban las mujeres, realmente no quería volver a pasar por eso, pero si aceptaba lo que acababa de descubrir sabía que tarde o temprano iba a volver a sentir una inmensa necesidad de decírselo a mi mamá así como ya había sucedido antes cuando sentí la gran necesidad de revelarle mis preferencias asexuales.
El miedo me invadió por completo, sabía que toda mi familia materna con la que había convivido hasta ese punto de mi vida e incluso con la que no eran totalmente católicos y en cierto grado homofobicos y aun más transfobicos, la mentalidad con la que fueron criados no era para nada flexible y sabía que si se sabía iban a odiarme y a molestarme por siempre, realmente no quería aceptarlo, me negaba rotundamente a hacerlo así que busque otras alternativas y excusas para encubrirlo o al menos hacer que se escuchara menos terrible.
Finalmente me decidí por escoger de nombre Axel y ocultar mi verdadera identidad de género diciendo que era genero fluido. Me gustaba el pequeño cambio que había hecho en mi vida, sentía que había renacido aunque no era de la manera en que quería y a pesar del gran miedo que tenía por ser juzgado por esto decidí vivir así pero sin decirle a nadie sobre esto para evitar cualquier situación.
Estaba feliz, Axel era un nombre que me gustaba mucho, en realidad quería llamarme Alex pero este era un nombre bastante común dentro de la comunidad trans y yo siempre preferí los nombres raros o poco comunes así que decidí cambiar un poco el orden de sus letras inspirandome en el nombre de uno de mis personajes favoritos del libro que estaba leyendo en ese momento, me sentía bien con mi nuevo nombre, no era tan común entre la comunidad trans ni tampoco en general, en realidad lo había escuchado no más de 2 veces en toda mi vida y a pesar de que no era tan raro me sentía bien con el y me quedaría con el, a pesar de todo siempre quise tener 2 nombres pero no podía encontrar un nombre que quedara bien con Axel y que además cumpliera con los aspectos que me gustaban así que me sentí incompleto por un tiempo pero no iba a renunciar y seguí buscando un segundo nombre por mucho tiempo.
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Otro capítulo por hoy, espero poder subir otros 2 mañana.
Adjunto fotito del bosque ^^
Gracias por leer. Ale se despide __________________________
