CAPITULO 20. Martina.

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Luego de escuchar un sermón sobre salir lastimada, necesito enserio otra copa.

Agradezco el chico de traje gris que se acercó a coquetearle a Mari

Necesito ir al baño

Retoco mi labial y salgo

Busco a Bell entre la multitud y puedo ver que está de espaldas hablando con alguien, cuando me acerco mi corazón se paraliza

Martina

Mi mente se nubla

Que hace aquí

Me acerco con cuidado

Martina enfoca su mirada en mí, y me da una gran sonrisa

-¡Romina!- me saluda

-Martina- le regreso el saludo de la manera más seca posible

Bell voltea hacia mi

- se conocen?- pregunta

-si, Romina y yo estamos en el mismo aula- dice sonriéndole embobada a Bell

Mis ojos la mira de arriba abajo

Es una chica muy guapa no puedo negarlo. Tiene grandes caderas y un rostro de niña buena, hoy luce un pequeño vestido blanco con un escote en los senos, lleva sus anteojos y el pelo suelto hasta las caderas.

La odio

No deja de sacarle plática a Bell

Y está es muy amable para rechazarla

No puedo con esto, necesito tomar aire

Salgo por un momento de la galería

La noche fría me golpea

Froto mis brazos y me repito una y otra vez no seguir con estos celos enfermizos

-Estas bien?-

Dice Bell acercándose a mi

-Necesitaba aire- digo tensa

-No sabía que vendría- dice como si leyera mi mente

Volteo a mirarla

- se porque me preguntaste por ella la otra noche, se que es tu compañera -
Dice sonriendo -Bonita puedes confiar - dice tomando mi mano -vamos adentro-

Y si, por más que intente estar molesta o celosa está mujer me calma por completo, siento un alivio en mi ser y vuelvo adentro

Bell da unas palabras de agradecimiento

Y yo ando de rabia cada vez que veo los intentos de Martina por acercarse a ella

Observo una de las fotografías con mucha atención y siento como alguien se acerca a mi

-Entonces eres la novia de la profesora Luybell?- me preguntan

Volteo

Martina

Que niña tan atrevida

-No vas a casarte?- recalca

Mi sangre se hiela

-No creo que sea de tu incumbencia - respondo dándome media vuelta

-Tu prometido sabe que estás aquí?- pregunta con descaro

Me giro

-vete al diablo arrastrada- contesto de manera agresiva

Me volteo dejándola atrás

Entro al baño y respiro profundo

Mari entra

-baby que fue todo eso?- pregunta angustiada

-que hace Martina aquí?- pregunto con rabia

- su hermano es Orlando, el asistente de Luy. Supongo que está invitada. No caigas en su juego, solo quiere provocarte. Estoy segura que Luy solo es amable con ella- dice intentando tranquilizarme

Pongo mis ojos en blanco y llevo mi cara al hombro de Mari

-te amo baby- digo mientras enrrollo mis brazos a su cintura

-te amo baby- dice Mari

La noche pasa con calma

Son las 1am, Bell está en la puerta despidiendo a sus padres quienes se voltean haciendo un gesto con su mano hacia mi

Martina y Orlando aún están en la galería

Llega nuestro taxi y nos vamos dejando atrás a esta gran perra

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