CAPITULO 21. Mentiras.

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De regreso al pequeño apartamento, quito mis tacones mientras los coloco en el mesón de la cocina, tomo un vaso con agua y aclaro la garganta haciendo énfasis del rato amargo que pase con Martina.

Bell está revisando algo en su laptop. Luce muy concentrada, así que evito distraerla y voy directo a la habitación.

Tomo una ducha

Bell entra el cuarto frotando su cuello

Se nota tensa

Así que me inclino detrás de ella la enrollo con mis brazos para desabotonar su camisa

Bell da un suspiro

Y yo masajeo suavemente sus hombros

Luego de unos segundos en silencio

Bell se levanta y toma una ducha

Son más de las 2 de la madrugada, ambas estamos despiertas bromeando  la una con la otra

-Quedate a mi lado- dice Bell dejando su sonrisa atrás

Sus ojos se enfocaron en mi y la comisura de sus labios está entre abierta

Mi corazón nuevamente se paraliza

No sé que responder

-Bell, yo...-

No tengo palabras

-No puedo continuar así. No puedo saber cada día de mi vida que estás comprometida con alguien más  - su tono de voz se torna serio

Un nudo en mi garganta

Bell sabe que estoy comprometida, pero no que voy a casarme dentro de un mes

Con todo y esto no creo lo que me está diciendo

Acaso está pidiéndome que me quedé a su lado

Todo este rato no e podido decir nada

Que va a pasar cuando se entere

No puedo perderla, no quiero

-Dame tiempo por favor -

Digo suplicando

Bell besa mi frente

-Estoy aquí-

Dice cerrando los ojos antes de quedarse dormida.

La mañana siguiente nos levantamos temprano y partimos a casa.

Pensé tantas cosas

Bell

Rodrigo

Mamá

Martina

En qué momento de mi vida todo se volvió un caos

Bell me deja en mi apartamento y se marcha

Al tocar la manija de la puerta recuerdo a mamá molesta

Que le diré

Que sabrá

Rodrigo

¡Mierda!

Abro la puerta tan cautelosa como puedo

No hay nadie en casa

Ámbar y Arias están en su escuela y mamá trabajando

Voy directo a mi habitación

Al entrar

-Donde estabas?-

Mamá

-mami, hola- digo temerosa

-No quiero mentiras Romina Esther- dice en un tono de voz que rara vez a usado conmigo

-Estuve fuera de la ciudad, yo no quise molestarte. No le avisé a Rodrigo, teniamos un viaje de compañeros, no pensé que todo se fuera agraviar así - miento descaradamente

Veo como mi madre se relaja antes mis mentiras

Se levanta de la cama y se acerca hacia mí

-cariño, sabes que no puedes desaparecer así como así. No solo me debes respeto a mi, si no también a Rodrigo - dice mientras acaricia un lado de mi rostro

-lo siento, hablaré con Rodrigo -

Mi madre sale del cuarto y doy una bocanada de aire.

Odio mentir.

Estoy por tomar una ducha

Suena mi celular

Rodrigo

-¡Amor, hola!- digo muy expresiva

-donde estás?- dice Rodrigo muy serio

-estaba por llamarte, estoy en casa. Veamosno.- mi voz suena tan falsa

-estoy en casa, te espero- dice muy frío

Cuelgo y hago una mueca de desagrado

Ya me arregle con mamá, y por supuesto que se cómo arreglarme con Rodrigo.

Me doy un baño y escojo de atuendo un pequeño vestido floreado con converse blancas.

Pasan 30 minutos y estoy aparcando en el conjunto de Rodrigo.

Tomo aire antes de salir del coche

Me dirijo ascensor arriba

Tocó su puerta, aunque tengo llaves me cohibo de usarlas.

Al primer golpe Rodrigo abre la puerta, lleva shorts corto de entrenamiento, está sin camisa y su pelo está desordenado. Su cara es de pocos amigos.

-Tienes llaves- dice volteando los ojos

-las olvide en casa- miento

Ya adentro me siento frente a el en uno de sus muebles, este se lleva las manos a la cabeza

-donde estabas?- dice examinandome

-tuve un compromiso -

-con quien?- tensa sus brazos

Está acción me hace sentir incómoda, eh tenido discusiones con Rodrigo pero nunca e tenido la necesidad de mentirle

-estuve con amigos fuera de la ciudad por un proyecto de clases-

-No mientas- habla entre dientes

-no miento- digo tan serena como puedo

-Rodrigo, enserio estás desconfiando de mi solo porque escuchastes a alguien llamarme bonita? Tenemos 6 años de noviazgo. Vamos a casarnos en un mes. Yo jamás te mentiría y mucho menos tendría la necesidad de engañarte. Te amo- digo acercándome a él.

-No lo se Romina, estás muy cambiada. No sé nunca dónde estás, ya no pasas tiempo conmigo, te llamo y no me atiendes- dice mirándome a los ojos

Pongo mi mano en una de sus piernas

-por favor confía en mí Rodri, siempre lo as hecho -

Me acerco hacia el

-Te extraño, prometo compensarte todo esto-.

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