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— Capítulo XII;
La exterminación se acercaba, y con eso los días de vida de muchos estaban contadas, el Caballero pudo convencer a unos Bárbaros y al Gigante Noble Llanos, para que tomaran elixir oscuros, fue más fácil de lo que creyó, los Bárbaros estaban dispuestos a pelear desde una y el Gigante Noble acepto de una.
Se habían preparado, pocos habían querido ayudar, pero lo que tenían les servía.
La Condesa, la Hija del Bosque, la Doncella Escudera, el Rey Esqueleto, la Reina Arquera, la Lanzafuegos de forma escondida para que la Pandilla del Bosque no sospechara, los Bárbaros, el Gigante Noble, los Esqueletos, la Guardiana y el Caballero Dorado.
Pero este último era el que más estresado o triste estaba.
Tenía miedo de lo que pudiera ocurrir.
Finalmente, llegó el día, el día que se llevaría muchas vidas inocentes.
El Equipo se distribuyó en 3 equipos, Condesa, Hija del Bosque y Doncella escudera, Rey Esqueleto, Esqueletos, Gigante noble, y Caballero Dorado, Guardiana, Reina Arquera y Lanzafuegos.
Todos estaban listos para morir o ganar.
Pero no hubo nada, no pasó nada, en todo el día no hubo señales de muerte, Sanadoras o rastro de plumas con sangre, obviamente no dejaron de estar en alerta, pero pasó todo el día y tarde y no había señales de muerte.
Por la noche quedaron para poder hablar.
- Decirme por favor que habéis visto alguna pluma o algo. -
- Las únicas plumas que he visto son las de la Curandera Guerrera y el Fénix. -
Pensaron que todo había acabado, que se habían rendido hoy.
Pero en otra parte del profundo bosque, seguían estando.
El Gran Minero pulía unas gemas sentado en un tronco cortado, tenía la guardia baja cuando fue atacado, una espada de acero blanco atravesó mitad de su espalda cortándole.
Soltó un grito de dolor espantando al resto de la pandilla, que no tardó en aparecer.
- ¡Logan! Cuánto tiempo, ¿no? -
- Maldito demonio... Finta... -
Levantó su espada para clavarla en el cuerpo de su víctima, pero un chicle rosado apareció volando para golpear su espada y hacerla caer, el Minero aprovechó su distracción y de un puñetazo lo mandó a volar.
Agarro su taladro para prepararse, porque sabia muy bien que Finta no vendria nunca solo, no era idiota.
En otro sitio no muy lejano, el Monje derrotaba a unas Sanadoras que se habían atrevido a ensuciar su templo y hacer un escándalo, cosa que no aceptó y decidió darles a todas un mejor descanso.
Pero al igual que él, no sería el único que recibiría una visita.
El Principito se encontraba a solas en su habitación leyendo, admitía que era un hobbie que le daba vergüenza admitir, pero a solas le gustaba mucho.
Oyó unos golpes a su puerta, pensó que era su Guardiana, que había vuelto después de un trabajoso día de entrenamiento.
- ¡Armida! ¿Cómo est-
No terminó su frase cuando vio quién estaba detrás de su puerta.
Sus ojos se agrandaron, los sudores volvieron, le costaba mucho respirar y estaba hiperventilando, sin darse cuenta algunas lágrimas empezaron a caer y temblaba con mucho miedo.
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꒰ 🪙 ꒱ ︶꒦꒷ ‧₊ La Destrucción Del Caballero Dorado ₊˚ ⊹˚.
Fanfic⟬・。☆。・゛★゛・。☆。・゛★゛⟭ ⪩ ┈ ┈ ┈ ⋞ 〈 🪙 〉 ⋟ ┈ ┈ ┈ ⪨ ↷✦ ; ᴡʟᴄ ᴛᴏ ᴍʏ ʙᴏᴏᴋ ❞ ꒰ 🪙 ꒱ ︶꒦꒷ ‧₊ La Destrucción del Caballero Dorado ₊˚ ⊹˚. ─ RE-ESCRIBIENDOSE!! (No se publicará nada nuevo hasta terminar) ⪩ ┈ ┈ ┈ ⋞ 〈 🪙 〉 ⋟ ┈ ┈ ┈ ⪨...
