13. Nick y otros residentes

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[Más tarde, cuando todos los de primer año fueron clasificados en sus casas, todos los estudiantes estaban hablando entre sí

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[Más tarde, cuando todos los de primer año fueron clasificados en sus casas, todos los estudiantes estaban hablando entre sí. McGonagall golpea una taza.]

McGonagall: Su atención, por favor.

Dumbledore: [levantándose de su silla] Que comience el banquete....

[Desde la vista aérea del Gran Comedor, la comida aparece mágicamente en todas las mesas y el salón se llena de asombro y charla.]

lolanthe: Vaya.

[Draco mira toda la comida, levanta las cejas y come. Ron se llena la cara.]

Todos se rieron de la expresión facial de Lolanthe así como de la reacción de Ron ante la noticia: era difícil no sentirse divertido cuando literalmente vieron al pelirrojo casi ahogarse en la comida que había aparecido frente a él.

"Así que nada ha cambiado en más de veinte años", murmuró Hermione, poniendo los ojos en blanco ante los modales de su marido. No había duda de que ella lo amaba, de lo contrario, no se habría molestado tanto como ya lo había hecho.

Percy estaba mirando las mesas y la comida que había aparecido como si hubiera sido su sueño. "La magia es asombrosa", dijo, olvidando por completo el hecho de que tanto sus tías Hera como Hestia podían lograr lo mismo. Era demasiado diferente pedir comida a las Diosas en lugar de verla materializarse frente a él.

Seamus: Soy mitad y mitad. Mi papá es muggle. Mamá es una bruja. Fue un shock un poco desagradable para él cuando se enteró.

Lolanthe hizo una mueca: Seamus había tenido más suerte que la mayoría. No pudo evitar pensar en lo mal que podrían haberse puesto las cosas: ¿un excelente ejemplo? Severus Snape. Había sido un estudiante brillante y, sin embargo, el abuso que había sufrido en casa lo había convertido en un hombre odioso y amargado.

"¿Es como el mundo griego?", preguntó Nico, un poco confundido. "¿Por qué no les avisan cuando hay un niño involucrado?"

Era una buena pregunta, especialmente cuando sabían lo mal que podían reaccionar los mortales cuando sabían que no eran tan poderosos como su pareja. "Las leyes están cambiando, pero sí, sólo se les podría avisar una vez que su hijo necesitara ir a Hogwarts", explicó Hermione. Basta decir que muchos encontraron maneras de decirle la verdad a su pareja e hicieron todo lo posible para que el Ministerio no se enterara, pero los hijos de muggles tenían mestizos siempre habían sido víctimas de la legislatura de la Gran Bretaña Mágica. "En Estados Unidos, a los magos y brujas ni siquiera se les permite casarse con un muggle. La Ley de Rappaport impone una estricta segregación; por eso hay menos mágicos en el continente que en Europa".

[Neville se ríe. Lolanthe está sentada al lado de Percy. Ella se inclina.]

lolanthe: Dime, Percy, ¿quién es ese profesor que habla con el profesor Quirrell?

Eudaemonia; pjo×hpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora