Fecha: 27 de Marzo del 2009.
Narra Eggman:
¡Bien, bien, bien, el intento de erizo negro está aquí de nuevo! Shadow entra a la sala con su habitual mirada de seriedad, pero algo en su postura indica que hoy no será una sesión ordinaria. Tal vez finalmente ha llegado el momento de que revele lo que realmente está sucediendo dentro de esa cabeza espinosa.
Lo saludo con una sonrisa, tratando de mantener mi profesionalismo a pesar de mi desdén por los mobians. Pero lo hago por mi deber, por mi vocación, y por... bueno, por el dinero.
"¿Qué novedades tienes hoy, Shadow?" pregunto con un tono que intenta ser amistoso, pero que probablemente suena más a sarcasmo. No puedo evitarlo, este tipo siempre me saca de quicio con su actitud de tipo duro.
Comenzamos la sesión como siempre, con Shadow siendo su típico yo, reticente y reservado al principio. Pero a medida que avanzamos, puedo verlo abrirse un poco más, revelando fragmentos de su interior que normalmente mantendría ocultos bajo siete cerraduras y una llave.
Pero que inesperado...
Finalmente, después de una serie de preguntas meticulosas, Shadow se lanza a hablar. ¡Y vaya que lo hace! Comparte un momento inusual que tuvo con otro erizo, algo sobre un abrazo reconfortante o algo así. Bah, tonterías sentimentales, ¿quién necesita eso?
Sin embargo, lo que sigue me sorprende. Shadow admite que necesita ayuda, que no puede lidiar con todas sus emociones y traumas por sí mismo.
¡Vaya, nunca pensé que lo admitiría!
"¿Necesitas ayuda? ¡Claro que sí, Shadow! Por supuesto que necesitas ayuda, tranquilo estoy aquí para tí", digo con un tono que trata de ser condescendiente pero que probablemente suena más a desprecio.
A pesar de mi desprecio por ese erizo negro, no puedo evitar sentir una pequeña chispa de... no sé, ¿compasión? ¡No! Eso no puede ser, soy el gran Dr. Eggman, el malvado genio del mundo, no tengo tiempo para cosas como la compasión.
Pero aún así, cuando Shadow se va al final de la sesión, no puedo evitar sentir una ligera sensación de satisfacción. Tal vez, solo tal vez, pueda ayudar a este tipo espinoso después de todo.
Pero no se lo digas a nadie, es nuestro pequeño secreto.
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Narrador:
Salir de la consulta del Dr. Eggman fue como un peso levantado de los hombros de Shadow. Sintió como si hubiera dejado caer una de las miles de cadenas que lo han atormentado durante tanto tiempo.
Admitir que necesitaba ayuda no fue fácil, pero fue el primer paso hacia una nueva libertad.
A las afueras del edificio, Rouge lo esperaba como siempre, con su eterna sonrisa y su aura de confianza. Ella siempre había estado allí para él, incluso cuando él mismo no estaba seguro de querer su ayuda. Juntos, caminaron por las concurridas calles de la ciudad, sumidos en una conversación trivial.
"Cariño, ¿qué tal estuvo esta vez?" preguntó Rouge, mirándolo con curiosidad mientras caminaban.
Shadow suspiró, sintiendo un alivio momentáneo al sacar el tema. "Fue... diferente", admitió. "Creo que finalmente me di cuenta de que necesito ayuda. Y no solo de la que tú me brindas, Rouge."
Rouge asintió con seriedad. "Lo sé, Shadow. Y estoy orgullosa de ti por dar ese paso. Pero recuerda, siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase".
Siempre... parece que a todos les gusta esa palabra últimamente, pensó Shadow.
Shadow sonrió levemente, agradecido por las palabras de su amiga. "Gracias, Rouge. Significa mucho para mí".
Rouge le lanzó una mirada cómplice. "Bueno, ahora que hemos solucionado el asunto serio, ¿qué te parece si nos relajamos un poco? ¿Qué te parece si vamos de compras y luego al spa?".
Una sonrisa más genuina se extendió por el rostro de Shadow ante la sugerencia de Rouge.
"Eso suena bien. ¿Por qué no?".
La idea de pasar un día relajado con su hermana era exactamente lo que necesitaba para recuperar un poco de paz interior.
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Diarios de Shadow (Sonadow/Shadonic) - PAUSADA
FanfictionMi vida es como una montaña rusa, ¿sabes? Eggman, sí, ¡ese tipo!, me dijo que escribir mis pensamientos podría ayudar en mi problema con la inmortalidad. Después de años evitándolo, finalmente me rendí gracias a Rouge. Así que aquí estoy, contando m...