TAKE ME AWAY || Sirius Black ★

08; El amor es embarazoso

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A medida que avanzaba el año, la frustración de los cinco amigos por no poder convertirse en animagos se intensificaba. Peter continuaba tragándose la hoja, Sirius no podía contener la risa lo suficiente como para mantenerla en su boca, y James y Lexine tenían que reiniciar el proceso una y otra vez para asegurarse de que todos estuvieran al mismo nivel. Además, con los exámenes y tareas acumulándose, parecía cada vez más improbable que lograran su objetivo antes de que terminara el año escolar.

Mientras tanto, la relación entre Lily y Lexine seguía siendo tensa, limitada a conversaciones breves cuando se encontraban con su grupo de amigas en la sala común para estudiar. Sin embargo, Lexine encontraba cualquier excusa para pasar tiempo a solas con Remus en la biblioteca, ya que ninguno de sus otros amigos solía ir allí, lo que les permitía estar juntos sin interrupciones.

Un dia,Sirius y James se colaron en la biblioteca con un par de bombas fétidas en la mano, listos para causar un poco de caos. Sin embargo, su alboroto se detuvo abruptamente cuando vieron a Remus y Lexine sentados juntos, concentrados en sus libros.

James dejó escapar un silbido burlón mientras Sirius le dio un codazo. –Mira quién está aquí, la pareja de tontos–, susurró Sirius con una sonrisa traviesa.

Remus levantó la vista de su libro con una ceja levantada, mientras Lexine miraba confundida entre los dos.

–¿Qué están tramando ustedes dos ahora?–preguntó Remus con un tono divertido.

James se acercó, haciendo un gesto dramático hacia Remus y Lexine. –No nos digas que nos perdimos la gran noticia. ¿Cuándo se volvieron novios?–

Lexine se ruborizó de inmediato, mientras Remus fruncía el ceño. –¿Novios? ¡Por supuesto que no!– exclamó, con un ligero sonrojo en sus mejillas.

Sirius soltó una carcajada, disfrutando de la incomodidad en el aire. –Oh, vaya, parece que a Moony no le gustó la idea–, bromeó.

Mientras tanto, Lexine desvió la mirada, sintiéndose avergonzada pero también emocionada por la idea que se había planteado.

Después del incómodo encuentro en la biblioteca, Lexine no podía dejar de pensar en la sugerencia de Sirius y James. Aunque Remus había negado cualquier tipo de interés romántico, ella no podía evitar sentirse intrigada por la idea de estar con él. Mientras tanto, Remus estaba desconcertado por la reacción de Lexine, preguntándose si sus bromas habían causado algún daño. Sin embargo,los otros dos chicos no se habian dado por vencidos en saber si a su amiga,verdaderamente le gustaba Remus.

James Potter y Sirius Black estaban sentados en el salón común de Gryffindor, observando a Lexine con atención mientras ella hojeaba un libro en un rincón.

James, con su característica sonrisa traviesa, se inclinó hacia Sirius y murmuró –¿Crees que a Lexine le gusta Remus?–

Sirius frunció el ceño, desviando la mirada de Lexine antes de responder –No lo sé, James. No parece que le preste mucha atención a nadie–.

Decididos a averiguar la verdad, se acercaron a Lexine. James comenzó la conversación con su encanto habitual –Hola, Lexine. ¿Qué estás leyendo?–

Lexine levantó la vista con una sonrisa nerviosa y respondió–Oh, solo un libro sobre encantamientos. ¿Qué vienen a pedirme ahora?–.

Sirius intervino, su tono un poco más serio de lo normal–Queríamos preguntarte algo. ¿Te gusta Remus?–

Lexine se ruborizó violentamente y negó con la cabeza rápidamente–¡No, para nada! Somos solo amigos–.

James asintió con complicidad, pero Sirius frunció el ceño.

–Bueno, en realidad creo que harían una buena pareja–, comentó James, mirando a Sirius con una mirada juguetona.

Sirius dio una sonrisa un tanto fingida,–No estoy tan seguro de eso,además,mejor que no te guste,una pareja arruinaría el grupo–, respondió con frialdad, mientras de un giro volvía al sillón donde estaba sentado.

–Creo que tuvo un mal día, McGonagall lo castigo–Dijo James encogiendo los hombros para luego seguir a su amigo.

La pelinegra aunque intento ignorar la situación,pensó en lo terrible que sería que James y Sirius se enteraran que realmente estaba enamorada del castaño.¿Tanto se notaba? O solo era que ellos eran muy observadores. O tal vez Remus ya se había dado cuenta y se los contó,eso seria terrible.Pero descarto la idea,porque estaba segura de que si el pensaba eso,no se lo contaría a sus amigos porque sabría que se burlarian de ella.

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Un Sabado a la tarde,Lexine subió a su habitación para descansar un rato y ordenar un poco el lugar,ya que con las chicas , se iban turnando para mantener el orden. Ese día,le tocaba a la pelinegra.

Marlene McKinnon entró de golpe y se acercó a Lexine con una sonrisa radiante, sosteniendo una pila de discos de vinilo en sus manos. –¡Hey, Lexine! Mira lo que me envió mi madre, ¡algunas joyas del rock! ¿Te gustaría escucharlos juntas?–

Lexine se sintió instantáneamente atraída por la energía y el encanto de Marlene. Asintió con entusiasmo mientras observaba los discos con interés genuino. –¡Claro! Me encantaría.–

Mientras Marlene colocaba el primer disco en el tocadiscos, Lexine no pudo evitar notar lo bonita que era , con su cabello de un rubio que ella siempre deseo tener,ondulado y sus ojos brillantes llenos de emoción por la música,por un momento pensó que lo que sentía era envidia,la chica era todo lo que le gustaría ser. Se sorprendió de lo fácil que era hablar con ella y de lo cómoda que se sentía en su presencia,era una gran amiga.

Entre el sonido de la música y la sonrisa de la rubia.Sin saber el porque,Remus paso por su cabeza,ella estaba segura de que le gustaba el chico,pero no podía evitar sentir curiosidad por la conexión especial que parecía existir entre ellas,como amigas,claro,pensó.