Capítulo 3: Un Encuentro Fortuito

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El aire dentro del café estaba cargado de un aroma a café recién hecho y conversaciones susurrantes. Elena se detuvo un momento en el umbral, observando a los clientes dispersos en mesas dispersas por el local. Buscó con la mirada a aquellos que compartieran su deseo de cambio, su determinación palpable en cada fibra de su ser.

Una figura se destacó entre la multitud, sentada en un rincón oscuro con una laptop abierta frente a él. Era Javier, un hacker astuto cuyas habilidades con las computadoras rivalizaban con su deseo de justicia. Elena se acercó a él con cautela, reconociendo en su mirada un brillo de conocimiento y desafío.

Javier levantó la mirada de su pantalla al sentir la presencia de Elena, y una sonrisa astuta curvó sus labios. No era necesario intercambiar palabras; en ese momento, ambos comprendieron que compartían un objetivo común. Con un gesto, Javier indicó a Elena que se sentara a su lado, y juntos comenzaron a trazar un plan para desafiar al régimen opresor que había mantenido a Neotopía bajo su yugo durante tanto tiempo.

Mientras tanto, en otro rincón del café, un hombre solitario se sentaba con una expresión pensativa en el rostro. Era Juan, cuyos caminos habían cruzado brevemente con los de Elena en el pasado. Sus ojos se iluminaron al verla entrar en el café, reconociendo en ella una chispa de rebelión que ardía tan brillante como la suya propia.

Elena se acercó a Juan con una sonrisa de complicidad, sintiendo una conexión instantánea con el hombre que había compartido su infancia en los callejones polvorientos de Neotopía. Juntos, se sumergieron en una conversación animada, compartiendo sus pensamientos y sueños para un futuro mejor.

Mientras las horas pasaban y las conversaciones fluían, Elena se dio cuenta de que había encontrado en el café algo más que aliados en su lucha por la libertad. Había encontrado una comunidad de espíritus rebeldes, dispuestos a desafiar las injusticias del mundo y luchar por un futuro más brillante para todos.

Con el corazón lleno de esperanza y determinación, Elena se despidió de sus nuevos amigos, sabiendo que juntos podrían lograr grandes cosas. Salir del café, la luz del sol filtrándose entre las nubes sobre Neotopía, Elena se sintió más decidida que nunca a enfrentarse al régimen opresor y luchar por un cambio real en su ciudad y en el mundo.

 Salir del café, la luz del sol filtrándose entre las nubes sobre Neotopía, Elena se sintió más decidida que nunca a enfrentarse al régimen opresor y luchar por un cambio real en su ciudad y en el mundo

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