¡Pánico en el más allá!

Pánico 08

A pesar de todos nuestros preparativos, la graduación nos tomó por sorpresa. El paso del tiempo era diferente para mí que para los demás, había entendido lo que estaba pasando a una edad mucho más temprana, y desde mi infancia, conocía lo suficiente el aburrimiento como para poder perderme realmente en los eventos reales y el movimiento de la vida. Dicho esto, había notado que se acercaba la pubertad. Como las kunoichi a las que les resultaba un obstáculo tener pechos en expansión (la mayoría de ellas, no dejes que ese estúpido anime te engañe), yo usaba vendas para sujetar el mío principalmente, lo poco que tenía de todos modos. Sobre eso, me puse mi camisa gris normal, mangas tres cuartos y un escote en V muy leve para evitar que sintiera que me estaba ahogando. Colores shinobi más oscuros y un estilo fácil de reemplazar que se encontraba comúnmente en las tiendas de excedentes de shinobi.

Estaba un poco enojada porque los chicos todavía eran más altos que yo, a pesar de que supuestamente estaba más avanzada en mi desarrollo. Simplemente no estaba destinada a ser una persona grande. En cuanto a la menstruación, bueno, somos ninjas. La sangre es un problema cuando incluso la gente "normal" puede olerla a kilómetros de distancia. Así que hay un sello para eso. Va en el hueso de la cadera de tu lado dominante y lo mantiene alejado hasta que lo retiren. Habría vendido mi alma en una encrucijada por esto en mi vida pasada, solo lo digo. También funciona como anticonceptivo, pero no estaba particularmente preocupada por eso, dado que tenía doce años.

No, mi principal preocupación estos días es Naruto. Principalmente por el examen y el sensei que lo traicionaría. Si encontraba una manera de conseguirle el jutsu del clon de sombra y solucionar el problema antes de que pudiera caer en la trampa, eso funcionaría mejor. Además, no aprendería sobre el Kyuubi de una manera tan dura. No esperaba con ansias cuando intentara decirnos la verdad entre lágrimas. Por supuesto, ya lo sabía, pero la reacción de Sasuke no estaba escrita en piedra.

Nuestras clases empezaron a terminar de tal manera que estábamos revisando viejas cosas, como el henge y el jutsu de reemplazo. Este último me gustaba. Mucho. Me gustaba simplemente elegir un objeto al azar y luego dejarlo en mi asiento mientras me alejaba. Si la clase se volvía aburrida, me iba, así de simple. Me volví tan bueno en eso que ya no había ni un destello de humo. La práctica prolongada, en casa, en los campos de práctica durante los combates con mis amigos, y el salir de clase significaron que prácticamente había ganado la maestría en el ninjutsu básico de rango E. Así que no era inusual para Iruka-sensei, quien finalmente era nuestro maestro y lo había sido durante un par de años, solo notara tardíamente que me había ido y había una flor en mi lugar, terrones de tierra y raíces todavía adheridas. Me dijeron que sus reacciones eran legendarias hasta que se acostumbró y simplemente suspiró antes de continuar.

Cada año, durante los últimos tres años, nuestro maestro me había recomendado para la graduación temprana. Cada vez me había negado a tomar el examen de graduación. Sin importar que el trato original del Hokage con nosotros todavía estuviera en pie, los instructores Chunin tenían permitido apelar ante él para que me permitiera graduarme. Aparentemente, cada año había dicho que estaba bien, pero que dependía de mí, como siempre es cuando quieren que un estudiante se gradúe temprano. Creo que les molestó y confundió cuando me negué cada vez. Sabían que estaba aburrida, era obvio por cómo me saltaba las clases, pero la graduación temprana siempre jodía a la gente. Es cierto, generalmente era porque eran jóvenes y terminaban emocionalmente atrofiados y yo ya tenía esos problemas mentales de todos modos, pero lo que fuera. Quería quedarme con estos chicos. Necesitaba estar en los mismos exámenes Chunin.