No tiene segundas intenciones. Ella simplemente es alguien que quiere triunfar en la vida y ayudar a su familia a hacer lo mismo.
Dios te ayude si te interpones en el camino.
Advertencia: lenguaje y algunas referencias para adultos.
NOTA: La histo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Finalmente, logramos obtener el permiso para que Sasuke sacara fondos de las bóvedas del clan para usarlos para vivir fuera del complejo, debido a que el mantenimiento era demasiado costoso para un niño pequeño. Si por casualidad eligió el apartamento que estaba justo al lado del mío y frente al de Naruto, entonces qué coincidencia. Aún pasábamos la mayor parte del tiempo en los apartamentos del mío, ya que yo seguía siendo quien cocinaba.
Fue... difícil, conseguir que se instalara solo. Obviamente fue difícil, tenía seis años, entrenado shinobi y criado en el Clan o no. Durante el primer tiempo se quedó en mi apartamento, los tres durmiendo en pilas y al alcance de la mano en caso de que lo que Itachi le mostrara causara un brote de pánico y miedo. Manejé mis propios terrores nocturnos en silencio, por una vez odiando a los relojes ANBU por ver algo como esto que logré ocultar de todos los demás, incluso de las personas que vivían conmigo. La recuperación de Sasuke fue gradual, y rebotó entre nuestros dos apartamentos en lugar de quedarse en el suyo la mayor parte del tiempo, y a ninguno de los dos nos importó. La masacre se convirtió en algo de lo que no hablamos, no directamente. Probablemente no era saludable, pero ¿qué diablos se suponía que debía hacer? Ya no podía buscarlo en Google.
Nuestro regreso a la escuela estuvo lleno de simpatizantes que se aferraron a Sasuke y Naruto saltando en su defensa para golpear a la multitud (en su mayoría chicas) y poder escapar. A la hora del almuerzo de ese día, Shikamaru me persiguió, Choji lo siguió de cerca. Se dejó caer en el pasto a mi lado, sin decir nada por un rato. El aire se llenó del crujido de las papas fritas hasta que Shikamaru finalmente decidió hablar.
—Mi papá dijo que estabas allí.
Asentí, sin ofrecer voluntariamente ninguna información.
—Pero nadie pregunta cómo estás .
Le lancé una mirada exasperada. —Obviamente estoy bien; Sasuke es el que lo perdió todo.
—No me lo creo. Bueno, que él lo haya perdido todo sí, pero tú estás lejos de estar bien. En primer lugar, faltaste tanto a la escuela como él, escuché que también estuviste en el hospital. En segundo lugar, si sigues frotándote el cuello así, te va a sangrar.
Aparté la mano de golpe, apenas me di cuenta de lo que había estado haciendo. Le lancé a Shikamaru una mirada fulminante que él ignoró con gracia. Estúpidos niños genios ninja.
—Entonces, ya que nadie más lo hará, te voy a preguntar: ¿cómo estás?
Iba a soltarle el 'bien' en general y cambiar de tema desafiándolo a jugar shogi, pero la mirada en sus ojos me detuvo. Es demasiado inteligente para un niño de seis años. Me pregunto qué ponen los Nara en su agua. Y dónde puedo conseguir un poco. Aunque, de nuevo, tal vez tenga algo que ver con el chakra. Suspiré, recostándome completamente contra el árbol.
